29: Regresa a tu tumba

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♣CAPITULO LARGO♣
RAYMON ADAMSON MULTIMEDIA

Aída Pierce.

El desespero de Soraya, su tristeza.
Ella se acostó aún lado del cuerpo y solo lo abrazaba fuertemente, sin importarle que estuviera en medio de una pelea. Ella sólo quería estar con él.

Yo estaba inmóvil, mi mente estaba en blanco. Solo miraba a los lados, pero todo era distorsionado. Voltee a ver a Ian y este golpeaba el suelo con tanta fuerza que sus nudillos comenzaron a sangrar, gritaba de coraje.

Los que estaban deteniendo a los hermanos Adamson bajaron la guardia al presenciar tan devastadora escena. Ambos chicos aprovecharon y escaparon.

Raymon corrió hacia mí, yo solo sentía como me movía de un lado a otro para que yo reaccionará. Pasó su mano de un lado a otro al frente mío. Decía mi nombre, pero yo simplemente estaba en estado de "shock". Mi piel estaba húmeda y pálida, como de color grisáceo, y tenía una sudoración abundante.

—¡Aída!— gritó Raymon.

Parpadee un par de veces y luego miré a mi alrededor.

—Te tengo que sacar de aquí..— dijo y lentamente me ayudó a ponerme de pie.

Todo se veía más claro ahora. La madre Adamson gritaba que detuvieran todo ya que sus hijos estaban en la zona. La multitud dejó de gritar, se quedaron en silencio. La familia Thalassinos quería que esto parará, pues habían dos integrantes de su familia en la área.

El coraje me consumió al ver todo. Iker estaba muerto, alguien que yo amaba, que realmente apreciaba. Porque aunque en momentos tuvimos nuestras diferencias, tengo historia con él. Recuerdos tan bellos. Luego ver a mi hermana llorando, tan triste, que eso fué lo que me hizo actuar.

Solté la mano de Raymon y corrí hacía la Princesa. Al mismo tiempo Ian también lo hacía.

La Madre Adamson lo había planeado a la perfección, ella quería que sacarán al híbrido de aquí porque los únicos que realmente pueden matar a la Princesa Vampiro, son hombres lobo o Híbridos. Ya que estos no son completamente vampiros.

La Princesa no puede morir a manos de su creación. La Madre Adamson me quería ver muerta. Por esa razón mis amigos eran los únicos sin protección, ella también los quería ver muertos.

Célestine y Hollie estaban dominando a la mujer, pero de un momento a otro Célestine salió volando contra los pinos enormes. Hollie también hizo lo mismo, pero esta vez del otro lado, cercas de su familia.

La princesa sonrió victoriosa, pero en eso, Ian le soltó un puñetazo en la cara, se veía tan enojado, que su parte de hombre lobo lo estaba consumiendo. El aroma de perro mojado abundó todo el lugar.

Al mismo tiempo yo había pateado su abdomen, y ambos golpes le cayeron al mismo tiempo. Provocando que está cayera al suelo. Ian se puso encima de ella y la comenzó a arañar. Causándole unas heridas tan grandes, como las de un hombre lobo.

Raymon se acercó y tomó a la princesa de ambos manos para que quedará indefensa. Me acerqué y le ayudé con una mano. Ian estaba tan enojado que la princesa se estaba desangrando.

La madre Adamson no paró de gritar.
Los miembros de la familia venían a por ellos, pero Glenn los estaba deteniendo mientras luchaba contra todos ellos.

En un abrir y cerrar de ojos, Raymon había soltado la mano de la Princesa, pues su mamá se lo había llevado. Enseguida intenté controlar ambos brazos. Pero la princesa aventó a Ian con sus piernas.

Le tiré un puñetazo en la cara. En segundos ya tenía a Soraya aún lado. Mi hermana soltó dos patadas tan rápidas que ninguno se lo veía venir.

Inmortales I: Prisionera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora