C17: Evento Importante

6.2K 550 35
                                    

Aída.

—Se los ruego, me llamó Aída Pierce y mi familia fue capturada por la Princesa Vampiro.

Enseguida pude escuchar como los hombres lobo a mí alrededor murmuraban y gruñían.

—Te tienes que ir chica, perdona, pero nosotros no te podemos ayudar.— respondió el Alfa de la manada.

—Cuando a un hombre lobo se le ofrezca ayuda de un vampiro, créeme, los Pierce serán los últimos en ofrecerse, y lo peor es que somos la única familia en que estaba dispuesta hacerlo.

—Buenas noches— dijo.

—Igualmente— salí del lugar, me sentía mal, no tenía a quién recurrir, pero aún así tenía que ayudar a los míos sin hacerle daño a los otros.

Me subí al auto, y me encontré con Ian en el asiento del copiloto, me había atrapado.

—¿Qué hacés aquí?— le pregunté nerviosa.

—Esa pregunta es para tí..

—Vine por algo.

—¿En serio? ¿con los hombres lobo? Eres muy mala mintiendo Pierce.

—No digas nada.— le suplique.

—¿Por qué haces ésto?

—No quiero arriesgar a nadie por un asunto familiar.

—¿Que te hace pensar que no nos importa? Tú eres nuestra familia..

—¿Su familia? ¿De hace cuanto ó cómo?

—Estamos para protegerte, nos importas, al igual que tú hermana..

—¿Y a tí que mosca te picó?— pregunté.

—Ninguna, sólo la verdad.

—¿Sabes qué? Olvídalo, sólo no digas nada, iré al aeropuerto.

El asintió y encendí el auto.
Conduci hasta el aeropuerto donde enseguida tomamos el primer vuelo a París Francia. Siete horas y media para llegar a nuestro destino, sería eterno, mientras mi familia sufre en ese lugar.

Soraya.

Estaba en un calabozo, iluminada con la poca luz que entraba de una ventana pequeña. Después de hablar con la princesa me bajaron a esté lugar, sin dar alguna explicación, sin decir nada. Sigo confundida, Está mujer ¿que quiere de nosotros?

Él híbrido que siempre me siguió estaba cuidando de la puerta, vigilando que yo no cometiera alguna locura.

—Oye— dije esfumando el terrible silencio.

Esté no respondió, sólo me miró de reojo, y volvió a su postura.

—¿Sabes por que me tienen aquí?— pregunté.

Nuevamente no conseguí respuesta.

—No seas maldito, dime algo.

—Tengo prohibido darte información.— respondió seco.

Parecía un soldado.

—¿Ella te lo prohibe? Ella no tiene poder sobre tí, no eres de su linaje, tú eres un híbrido, ella un vampiro. ¿Por que seguir sus órdenes sí eres más fuerte que ella?

—No soy más fuerte. Ella tiene el poder de cien vampiros. Nosotros sólo de dos y dos lobos. Espera, ¿Por que habló contigo?

—Por qué también quieres salir de esté lugar, librarte de ese demonio.— me acerqué a la puerta, dónde él estaba recargado del otro lado.

Inmortales I: Prisionera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora