Pastel de chocolate

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En el restaurante de Jin apenas había dos personas en distintas mesas, una mujer trabajando en su laptop y un hombre que asistía todos los días a esa hora luego de pasear a su perro. Ambos estaban fuera del local.

Por fin podía darse un respiro luego de un día ajetreado. Y es que no solo habían llovido clientes, si no que también tuvo que llevar a los niños consigo. Se sentó en un de las mesas del interior del lugar, donde cinco niños estaban ocupados con sus hojas.

--¿Qué hacen?-- preguntó a los menores.

Hoseok, hincado frente a él apuntó a las hojas de Yoongi y suyas --Hyung y yo hacemos dibujos.

--Y nosotros coloreamos.-- explicó Tae enseñando su obra maestra.

--Y Kookie nos da los colores-- añadió Jimin, para luego girarse hacia su hermanito --, verde.

Y el niño le dio el naranja, sin saber diferenciarlos aún. Sonrió contento al ver que lo aceptaba y coloreaba con él. Jin sonrió, ese día habían estado muy calmados y lo agradecía inmensamente.

Había veces en las que los pequeños diablillos solo querían correr y jugar, algunas veces incluso llegaban a molestar a los clientes y Seokjin acababa disculpándose. 

Vio que venía su compañero de trabajo con las manos ocupadas por unos platos sucios, y se puso de pie enseguida para ayudarle.

--Gracias Seokjin-- el chico le sonrió aliviado, luego de que casi se le caen unos. Ambos fueron hasta la cocina para dejarlos a lavar al encargado de ese día --, hubiera hecho un desastre de no ser por ti.

Ambos rieron. Entonces, el cocinero se acercó a los tres, sosteniendo un pequeño pastel individual de chocolate que solía comprarse para los cumpleaños --Nadie pidió eso.-- le dijo el mesero, observando el delicioso postre.

--No, pero, Seokjin ¿Puedo dárselo a los niños? ¡Por favor!-- dio unos saltitos entusiasmado, él era quien más encariñado estaba con los pequeños, y viceversa. A diario, si le dejaba Seokjin, les hacía postres que variaban desde dulces hasta pasteles.

Jin pensó en decirle que no, para que guardara el pastel y se lo llevase para él mismo a casa, pero después de todo los pequeños se habían portado bien y comieron todo el almuerzo. Soltó un suspiró y asintió, escuchando después un chillido de parte de su compañero. 

--Dámelo.-- extendió su mano, pero el hombre habló de nuevo.

--No Jin, déjame dárselos yo, por favor.

Accedió, para luego explicarle --Bueno, pero asegúrate de que Jungkook no coma demasiado que luego no va a dormir y estate atento a Taehyung que lo esconde en su mochila para pedir más, obviamente no dejes que lo haga.

--¡Entendido!-- salió de la cocina en seguida, y se pudo escuchar como los niños estaban contentos de verle, gritando felices al ver el pastel.

Seokjin rió, cruzándose de brazos.

--Son muy lindos Seokjin hyung-- le dijo quien lavaba los trastes --, Namjoon y usted tienen mucha suerte.

--Lo sé.-- dijo para luego reír junto a ambos chicos --, aunque bueno, también son un torbellino andante.

》Pensamos en construir un segundo piso aquí, ya saben, para que tengan un espacio y al crecer sea como un área de tareas. Aun lo estamos hablando y no sé que piensen ustedes.

--Es una excelente idea hyung-- exclamó emocionado el mesero --, ahí podrían jugar. Y nos ayuda a todos, dentro de poco nacerá mi hija y podría traerla aquí cuando sea necesario.

--Tal vez deberíamos poner una guardería.-- bromeó el lavaplatos, logrando que los tres rieran.

En eso llegó un pequeño corriendo hacia Seokjin. Él se agachó para estar a la altura de Jimin quien tenía sus ojitos llorosos y mejillas manchadas --No debes entrar corriendo aquí, es peligroso.-- le recordó, como antes les había explicado pues podía ocurrir algún accidente.

--P-perdón pero es que Hoseok hyung n-no-- sorbió por su nariz para seguir hablando --, no me quiere dar su pa-parte.

Seokjin suspiró, se volteó hacia sus compañeros que miraban con ternura al pequeño cachetón y luego regreso su atención al menor --Es de Hobi, ¿Tu ya comiste tu parte?

Asintió una y otra vez --Pero me porte bien.-- hizo un puchero, que logró que el mesero chillara ante tan tierna acción.

--Vamos a limpiarte, tienes chocolate en la cara.-- solo le dijo para luego llevárselo tomado de la mano.

--¡Pero quiero más chocolate!-- gritó antes de que Jin tomara de la mano al niño que comenzaba a llorar más fuerte.

Uno de los compañeros de Jin, el mesero ese día, soltó un suspiró --Y pensar que solo quería un niño.

--Por eso jamás tendré hijos.-- respondió el otro riendo.

--¡LOS OÍ!

El grito de Jin hizo que dejaran de reír, pero sus sonrisas no se borraban. Aunque algunas veces los pequeños hicieran berrinches y se convirtieran en un dolor de cabeza, la verdad era que se habían ganado el corazón de todos los compañeros de trabajo de Seokjin.


Cosas De Padres - NamjinWhere stories live. Discover now