Capítulo 14

28.1K 3.6K 3.4K
                                    

|Lluvia y lodo|


—A tu pupitre. —Habló de pronto con dureza, mientras recogía el plumón y se volteaba a la pizarra para continuar escribiendo, ignorándolo completamente.

Izuku no respondió y simplemente avanzó con desgano hacia su asiento, sacó su estuche junto a su libro y se quedó observando cómo su profesor de cabellos rubios ceniza escribía.

— ¡Oye Midoriya, qué bueno verte de nuevo! —sonrió Kirishima, tocándole el hombro con fuerza, sacudiéndolo inevitablemente en su pupitre con alegría. —No dudes en contar conmigo para lo que sea, hermano. —susurró luego, totalmente comprensivo a la situación de su compañero.

—Te lo agradezco, Kirishima-kun. —respondió Izuku con una media sonrisa.

Kirishima se quedó mirando a Kaminari, a lo que éste le susurró:

—Hermano, no debió ser nada fácil todo lo que pasó Midoriya hace unas semanas atrás. —El de dientes afilados asintió con preocupación en modo de respuesta.

..

Y la hora pasaba con lentitud, Izuku se limitaba a escribir los ejercicios y desviar la mirada apenas sentía al rubio observarle con dureza desde su escritorio.
Era incómodo la verdad, pues sentía aquellos ojos carmines sobre su silueta a cada segundo que pasaba. Y debido a ello, sus dedos resbalaban de su propio lápiz por el sudor frío que provocaba su propia incomodidad.

Ya no pensaba levantar la vista, pues cada vez que lo hacía se topaba con la mirada rojiza penetrante y desafiante sobre él

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Ya no pensaba levantar la vista, pues cada vez que lo hacía se topaba con la mirada rojiza penetrante y desafiante sobre él. Y aún sabiendo que le observaba y chocaban miradas de vez en cuando, Bakugou no quitaba su mirada. Era incómodo, muy incómodo e Izuku terminaba por desviar su mirada jade con un nerviosismo evidente.

..

Estaba más pálido de lo normal, sus ojeras eran ya profundas y sus ojos estaban apagados, la resequedad en sus labios era notoria y su energía vital también estaba casi ausente.

Eso era lo que Bakugou observó.

—Midoriya, —interrumpió Todoroki. —yo tengo todos los apuntes de las clases recientes, las que te faltan. —Le habló, haciéndole recordar a Izuku todas las veces que sus amigos fueron durante esas tres semanas a entregarle sus propios apuntes. —Mañana te los entregaré.

Izuku dudó un par de segundos ante esto. —Gracias Todoroki-kun pero no es necesario, no te preocupes. —murmuró con desgano. La verdad no tenía ánimos de acumular más cuadernos sobre su escritorio, le estresaba de cierto modo.

Bakugou ante esto alzó una ceja.

Aún seguía con la misma actitud de mierda, pensó.

¡Ah! Katsuki-sensei ¦Katsudeku¦ Where stories live. Discover now