Las promesas de Isaac Collins.

Capitulo 7

Adeline POV

En el mensaje que recibí de Isaac, donde nos invitaba a venir hoy, decía claramente "Nos divertiremos un poco" lo cual te hacia pensar que era algo digamos... "relajado".

Pues resultó ser todo lo contrario y yo NUNCA pensé, que sería algo A ESTE NIVEL.

Lo primero que note al pasar la puerta de entrada fue el fuerte olor a vodka y cigarrillo que se colaba entre mis fosas nasales, procedí a seguir avanzando y pude detallar todo mejor.

El apartamento estaba repleto de jóvenes en edades comprendidas entre diecinueve y veintidós años, pude calcular. Todos bailando al ritmo de una canción que resonaba fuerte en todo el lugar y fuera de el también. Todos parecían estar extasiados disfrutando.

La luz azul que resplandecia de la pared tras el televisor le daba a todo un aspecto íntimo y a la vez divertido.

Por otro lado, en los sofás estaban unos chicos con unas chicas de piernas largas y desnudas sentadas en su regazo, algunos hasta procedían a intentar tantear bajo la falda de su acompañante mientras intentaban invadir su boca con la lengua, voltee mi mirada.

No quería ver ese tipo de escena.

-Joder Adie, esto no se compara en nada a las fiestas de las residencias universitarias a las que estoy acostumbrada a ir. – escuche decir a Soph tras de mí-

-Pues como sea, el trato es divertirnos, pasarla a lo lindo y evitar que montes un show- sonrío y me dirijo a la parte donde veo que hay una especie de bar y un chico que está sirviendo los tragos-

-Ya lo hablamos, lo sé pero ¡Maldita sea! Supera eso de una vez por todas-

-Muy bieeeen, lo haré -resoplo-  y ahora... nuestro pacto- sonrío y me volteo hacia ella-

Uno...

Dos...                                           

Tres.

-¡Fuma, folla y bebe, que la vida es breve! –Gritamos las dos al unísono y de repente siento como una mano se posa en mi antebrazo y me hace girar con brusquedad-

-Oh pequeña Adie, dime que tú no me has robado mi puto lema de vida- una ola de sensaciones me invade y en reacción hace que mi piel se erice cuando escucho su voz ronca acariciar en la parte entre mi oído y mi cuello –

-Oh Isaac, no puedo robarte algo que no te pertenece- le susurró en su oído tratando de hacer notar una tranquilidad que no estoy sintiendo para nada.-

-Con que esas tenemos... -enarca una ceja y esboza una sonrisa- Me alegra que hayan venido- dice mientras se fija en Soph, a la que saluda con un beso en la mejilla.

-Vengan conmigo, les presentare a algunas personas.

-Ya vamos, primero pediremos un trago- le explico-

-Acá las espero entonces- ladea una sonrisa junto a un guiño el cual me derrite-

Inhalo, exhalo y trato de controlar los insignificantes nervios que surgen en mí sin explicación alguna.

Pero nada que un buen trago de vodka no pueda calmar.

Isaac me sostiene de la mano y nos dirige a una sala de estar donde se encuentran cuatro chicos de los cuales sonrío al reconocer a uno.

-Pero si he aquí al pequeño Ralphi – lo abrazo-

-Y he ahí a Miss manchita, luces caliente como el infierno hoy - dice y acto seguido me gira sobre mis pies –