Capitulo 27 (1/2)

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Adeline POV.

—Me da miedo que algo pueda salir mal.

—Confía en mí. Funcionará, y en dado caso no debes preocuparte. No lo pensare dos veces antes de dar la vida por ti Adie. —Sentenció Connor.

Mi mente aun seguía abrumada por las palabras de Connor.

Sabía que el sería la única persona que podría ayudarme a salir del asqueroso lugar en el que me encontraba, pero por otro lado el respondería a Tom con su vida y yo no podía permitir tal acto de valentía. Era demasiado para mi consciencia.

Una vez Isaac puso mi vida por encima de la suya, ahora Connor estaba frente a mí, pretendiendo hacer lo mismo. Mierda.

El fuerte rugido de un motor, nos sacó a ambos de nuestros pensamientos.

—Mierda—EspetóConnor mientras rápidamente se apresuró a esposar mi mano otra vez del tubo de metal que estaba a mi lado.

— ¿Son ellos?

—Lo son—Afirmó e hizo ademán en agregar algo, aunque luego de abrir la boca las palabras le fallaron y optó por cerrarla nuevamente, pero solo por pocos segundos ya que volvió a abrirla y finalmente las palabras salieron—Si es necesario, finge que te he hecho algo de daño, aunque sea emocional.

— ¿Qué te hace pensar que en realidad no lo hiciste?

A Connor no le dio tiempo de responder cuando finalmente la puerta de metal que daba entrada a la habitación chirrió en señal de que estaba siendo abierta.

Me mantuve con la mejor actitud indiferente que pude y mantuve mi frente en alto a la espera de quienes fueran que estuviesen a instantes de entrar por la puerta, pero ninguna actitud indiferente, ni toda la preparación mental del mundo hubiese sido suficiente para no hacerme flaquear en el momento el que vi entrar al lado de Tom Collins al último hombre que me imagine ver en este lugar.

El último hombre que imaginaste ver en este lugar fue a Connor—Comentó vacilante una voz dentro de mí y rápidamente aleje esas palabras de mi mente.

—Adeline.

—Papá—Respondí en el mismo tono seco que Ronnie hablo.

Una ira desmedida me atrapo.

¿Realmente mi propio padre podía permitir todo esto? ¿Era yo acaso un puto juguete para él? En el instante en el que esas interrogantes llegaron a mí, me arrepentí de haberlo llamado papá. Ronnie Brown no merecía ser llamado así, por el simple hecho de que él no era mi padre. No para mí.

—Graham, déjanos solos—Escupió Tom.

Tras recoger el vaso de agua y los restos de comida que hace minutos me había ofrecido, Connor salió de la habitación provocando el chirrido de la puerta.

Vaya que estaba odiando ese chirrido de mierda.

Justo en el momento en el que por fin despegué mi mirada de los dos hombres que acapararon toda mi atención, noté que había otras personas con ellos. Dos fortachones de los cuales uno sostenía a un hombre que desconocía y otro que presionaba fuertemente el brazo de Allie.

— ¡ALLIE! —Exclamé

Al verme ella intentó esbozar una sonrisa, la cual salió como una especie de mueca.

—Seré claro Adeline. —La mirada de Tom chocó directamente con la mía— Y que conste que tengo la aprobación de tu padre.—Hizo una breve pausa antes de agregar— Necesito que te alejes de Isaac.

¿QUE COÑO?

— ¿Disculpa? —Inquirí con voz vacilante.

—Adeline—Esta vez fue el turno de Ronnie de hablar, por lo que dirigí mi mirada hacia él—Hace cinco años, ya la decisión estaba tomada. Tu reencuentro con Isaac solo le trajo la sensación de euforia creyéndose un todopoderoso e intentó iniciar un proceso de investigación contra nosotros, contra la organización. Por eso estás acá, parece que hasta olvidó las posibles consecuencias, por lo que le daremos un pequeño recordatorio.

Mi pecho se contrajo en un nudo lleno de sentimientos encontrados, pero no los detendría por mucho tiempo, por eso me apresure a hablar.

— ¿Consecuencias? ¿Tú todavía tienes moral para hablar de consecuencias Ronnie? —Negué con la cabeza— Ustedes son cada uno su infierno personal, cada acción día tras día les irá generando una reacción, la cual va a terminar por acabar con ustedes. Las cosas en la vida surgen y ya, no deben ser forzadas. Si ustedes llegaron a esa mierda de vida, fue por una razón, ustedes cedieron y aceptaron eso ¡Bien por ustedes!, pero no pueden pretender querer hacer y deshacer con las demás personas a su alrededor lo que jodidamente quieran.

—Ronnie, no sé tú, pero yo no voy a permitir que tu hija me hable de esa manera—Comentó serio Tom.

— ¿Qué harán al respecto entonces? ¿Matarme como hicieron con Madeline? Porque no me pienso callar.

—Ronnie, mi paciencia se agota.

Los ojos de Tom hervían de rabia, pude notar como sus pupilas se dilataban a medida que su respiración se volvía irregular.

El muy capullo no soportaba que le dijeran sus mierdas en la cara, pues le tocaba joderse.

—Desde pequeño le has quitado a tu hijo la posibilidad de tener una vida normal, común y corriente. Le quitaste el privilegio de ir al colegio como un niño normal, de tener amigos, de salir, experimentar, le arrebataste todo aquello que pudiste. Solo nos tenía a su madre y a mí, y eso fue suficiente para que también lo amenazaras con quitárselo. ¡ES TU HIJO MALDICIÓN! ¿COMO SE SUPONE QUE AMENAZAS A TU PROPIO HIJO CON MATAR A SU MADRE Y A SU MEJOR AMIGA SI NO HACE LO QUE TE NACE A TI DE LAS PELOTAS? —Mi garganta quemaba y las lágrimas amenazaban con querer salir de mis párpados, pero hice lo necesario para recomponerme y seguir. —Tu hijo, tiene sueños y aspiraciones. Tu hijo. TU ÚNICO HIJO. ¿Sabías que quiere ser abogado? ¿Sabías que tiene excelentes calificaciones en la universidad? ¿Sabías que ama jugar Hockey? ¿Sabías lo especial que es tu hijo? Y ni te molestes en responder, porque se de antemano que no sabes ni una mierda.

—Excelente discurso, solo me bastaron escuchar las primeras palabras para querer ir y callarte la boca de una puta vez, pero un par de palabras después, lo entendí todo—Dijo antes de comenzar a reír. —Ronnie lo siento, pero mi hijo se ha follado a tu niña.

Mi padre palideció ante sus palabras.

Asco y risa me daba Ronnie Brown en este momento.

Los hombres frente a mí no eran socios ni mucho menos, Ronnie estaba resultando ser el títere de Tom y parecía no tener problema con eso.

—Folla excelentemente bien, ¿Cómo harás para arrebatarle eso también? Porque por lo vis...

Mis palabras se detuvieron cuando una patada que recibí en el abdomen me dejó sin aliento. Perdí el equilibrio y caí lo más lejos que mi mano esposada me permitió por lo cual mi muñeca también comenzó a doler fuertemente.

Seguía aturdida cuando escuche a lo lejos el sonido de un teléfono, estaban llamando supuse.

—Se te han acabado los cinco minutos de show—Dijo Tom y luego de contestar el teléfono, se comunicó con la persona que estaba del otro lado de la línea—Has llamado justo a tiempo para evitar que mate a esta chica.

En seguida supe de quien se trataba.

Isaac, no caigas en su trampa—Supliqué en mi mente.

Pero sabía, que ya era demasiado tarde. 


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ESTE CAPITULO VIENE CON SEGUNDA PARTE!!!!

Las promesas de Isaac Collins.Where stories live. Discover now