Capítulo 33

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Isaac POV

Cada kilómetro que mi Ducati recorría vía a casa, se me hacía eterno y torturador.

A pesar de llevar casco y chaqueta, la brisa espesa se colaba a través de ellos y chocaba directamente en mi piel, erizándola por completo y haciéndome recordar cosas que en este momento me abrumaban.

Sentí como mi vista se empañaba y como mi pecho se oprimía con fuerza.

¿En qué momento todo se fue a la mierda ?

Recopilando un poco de sensatez y viendo qué no estaba en mis mejores condiciones, tomé el bordillo de el asfalto y aparque mi moto. Tras dar un suspiro tantee mis bolsillos buscando mi teléfono, con el cual luego de encontrarlo, marque a Ralph.

— Isaac, ¿Dónde estás? — Respondió el luego del segundo repique.

—No se Raphael... —cerré mis ojos— En este momento de mi vida, no sé donde estoy.

***

—¿Es en serio Isaac? —Rompió el silencio Ralph luego de haber estado escuchando todo lo que había pasado.

—Una mierda, lo sé.

— La única mierda es que lo cagaste todo por una malcriadez de Sabrine. —Me miró incrédulo— O sea, ¿No le diste siquiera la oportunidad de explicarte todo?

—Quizá no me entiendas, pero no quería explicaciones, no quería arriesgarme a hacer preguntas si no estaba preparado para recibir la respuesta. Te recuerdo que hace meses, una noche, ella lo puso a él por encima de mí... Yo no podría soportar eso otra vez.

 — Todo es diferente ahora.

—  El desgraciado la besó.

—Fue el día que atropellaron a Ralph, el la interceptó en la cafetería de la universidad y la besó, ella se encargó de marcarle la cara con una cachetada que seguro dolió por días. Ese fue el día que tu madre te llamó y te contó lo de las amenazas de Tom, tuviste el teléfono apagado y no quisiste hablar con nadie en todo el día.

—¡MALDICIÓN! —grité exasperado mientras me ponía de pie— La peor parte es que me dejé llevar por la ira del momento y asumí que ese era el final. Le dije que lo que había entre nosotros no iba a funcionar.

Volví a sentarme y suspire por enésima vez en diez minutos.

Luego de llamar a Ralph, llegó a Fenway Park, donde yo me encontraba, y tras hablar un rato de temas banales y lograr que me calmara un poco, decidimos que era hora de volver a casa, donde finalmente le estaba contando con lujos y detalles los sucesos de la ultima hora.

—Te diré algo Isaac, más que como un amigo, te lo diré como un hermano—Me miró serio desde su asiento.

Tragué en seco y asentí, dándole luz verde a que comenzara a hablar.

— Tu mierda con Adeline estuvo muy jodida al principio, ambos con una actitud volátil que amenazaba con explotar la jodida ciudad entera cuando ustedes comenzaban sus luchas de indirectas y sus miradas asesinas. Te recuerdo que yo mismo pedí tregua.

—Lo recuerdo...

—Entonces deberías recordar que hace meses, Adeline pensaba que tú eras un gilipollas porque eso era lo que tú le demostrabas, vuelvo y repito, todo es diferente ahora. En serio, no permitas que Sabrine o Dominic jodan algo que no les pertenece, algo por lo que tú y Adeline han luchado tanto.

Las promesas de Isaac Collins.Where stories live. Discover now