Capítulo 47

1.9K 307 16
                                    

ADELINE POV

—Me estas jodiendo—Chilló Sophia del otro lado de la sala.

Dos semanas buscando la manera apropiada para dar la notica, mentalizándome a las reacciones de todos, no fueron suficientes.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y estas comenzaron a deslizarse por mis mejillas como si de una carrera se tratase. Una tras otra, a gran velocidad, sin cesar.

—Dennos un momento.

Escuché la consternada voz de Isaac y luego sentí su mano tomar delicadamente la mía, sin poner ningún tipo de resistencia me deje llevar con él, siguiendo sus pasos hacía nuestra habitación.

El camino se hizo largo sintiendo todas las miradas que se encontraban clavadas en mi espalda. Seguro ya todos notando que comenzaban a ensancharse mis caderas y pensando en cómo no lo habían notado antes.

Al entrar en la habitación, me quedé de pie en un extremo de ella, mientras Isaac se daba la vuelta y cerraba la puerta. Dos segundos después él se encontraba mirándome fijamente en silencio. Escuchar solo nuestras respiraciones y mis hipidos me generaba una angustia monumental, por lo que me armé de valor y rompí el silencio, poniendo a flotar un débil "lo siento" en el aire.

Comencé a contar.

Uno.

Dos.

Tres.

Cuatro.

Cinco.

Seis.

Seis y medio.

Seis y medio y cuarto.

Seis y medio y cuarto y un poco.

Seis y medio y cuarto y un poquito más.

Nada.

Isaac no me daba respuesta.

—Dije que lo siento—Repetí. Comenzando a desesperarme un poco.

Durante todo este tiempo estuve pensando que Isaac realmente quería este bebé, nunca pensé que quizá... Mierda.

Comenzó a caminar a paso lento hacía mi, acercándose y disminuyendo con cada paso esa distancia que poco a poco me desanimaba más.

Cuando lo tuve frente a mí y creí que iba a besarme o quizá a abrazarme como si la vida se le fuera en ello, Isaac se sentó sobre sus rodillas, quedando postrado ante mí.

Con un notable titubeo, comenzó una caricia en ascenso por mis piernas, subiendo poco a poco y llevando consigo mi vestido en el proceso.

—Isa...

Su mirada chocó con la mía y me callé abruptamente. Él quería silencio.

Me encontraba totalmente en shock sin saber que hacer o decir. Opté por quedarme quieta y callada.

Sí, Adeline. Quieta y callada sería una buena opción.

Cerré fuerte mis ojos y mantuve mis manos quietas cuando sentí como el cambio de temperatura iba haciéndose notar en mis piernas, donde la tela del vestido abandonaba mi piel y se iba enrollando un poco más arriba de mi vientre.

Como si de un cristal se tratase, Isaac colocó su frente sobre mi vientre y con ambas manos me pegó completamente a él.

—Durante muchísimo tiempo he pensando que sería imposible amarte más Adeline —dijo él aun manteniendo su frente pegada a mi vientre.

Las promesas de Isaac Collins.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora