Capitulo 40

2.7K 331 18
                                    

Ralph POV.

—Este es el partido final de esta temporada chicos— Recordó el entrenador Milton a cada jugador dentro de la rueda humana que formamos —Recuerden que deben darlo todo. Por ustedes y por el equipo.

— ¡Sí entrenador!

Nick Milton nos echó un vistazo final a cada uno y luego miró a un punto más atrás de nosotros. Palmeó algunas espaldas y se fue. Recordé que estábamos incompletos y lo llamé.

—¿Quién será el reemplazo de Turner?

No me respondió, se dio vuelta y siguió su camino.

Gilipollas cabrón. Ojalá lo deje su mujer.

Cuando el entrenador Milton se apareció hace una semana en el apartamento, se limitó a informarnos sobre el accidente automovilístico que había sufrido Turner, quien era el reemplazo de Isaac en el equipo, ¿Para qué mentir? Me alegré como la mierda por eso, ya que significaba que Isaac volvería. Sin embargo el entrenador hablo en privado con él y por lo visto no fue nada sobre su participación en el juego, pues ya íbamos a comenzar y él no se encontraba con nosotros.

—¡Son solo CINCO minutos los que faltan para que comience la batalla final entre El Boston College Eagles y Los Bruins! —Gritó el narrador por el parlante.

Un nuevo mensaje en mi teléfono hizo aparición.

Mis Manchita: La primera vez que te vi con ese uniforme, me llenaste toda de gaseosa, dude de tus capacidades como jugador y te creí un gran perdedor. Oye espera, eso rimó ;) El punto es. Ya sé que no eres un perdedor, así que suerte. Pd: Te falta mi chico a tu lado.

Me hizo reír. Vaya que tenía razón. Necesitaba a Isaac. Éramos una puta dupla imparable.

Otro mensaje llegó.

Mi jodida perdición: Sabes que ganen o pierdan, para mí siempre serás mi ganador favorito. Eres el mejor.

Sonreí. Qué bien se siente amar a alguien que lo da todo por ti.

Qué agradable sensación esa de saber que eso que tanto te causa felicidad, es mutuo.

La música de iniciación comenzó a salir por el altavoz y supe que ya era momento de iniciar el partido y aún estábamos incompletos. Volteé a ver hacia donde el entrenador se había ido hace minutos y sonreí por tercera vez en la noche.

Quizá ya no lo estábamos.

Isaac POV

—¿Es en serio entrenador? —Cuestioné incrédulo.

—¿Crees que estoy bromeando cuando estamos a dos minutos de comenzar el partido, tienes el uniforme puesto y yo sigo sin un defensa?— Replicó él enarcando una ceja.

—Lo siento entrenador, pero sigo sin creerlo — Lo miré — Llevo un par de meses mentalizándome que no jugaría este partido y hace diez minutos usted acaba de llamarme.

—Hace una semana te advertí que está era una posibilidad.

—Realmente no pensé que se cumpliera.

El entrenador se acercó y posó su mano en mi hombro.

—Tampoco es de un adicto que estamos hablando. Bebías y te drogabas para poner tu mente en coma y sobrellevar el dolor.

Las promesas de Isaac Collins.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora