Las promesas de Isaac Collins.

Capítulo 51

Adeline POV.

Observé a Raphael en la cúspide de las escaleras y di una larga y fuerte exhalación para evitar ponerme a llorar y dañar unas completas cuatro horas de estilismo. Tras cuatro segundos que tardé en recomponerme, le regalé una sonrisa a Ralph y comencé a subir uno a uno los escalones que me llevaron a su misma altura, donde luego comenzaríamos el recorrido hasta el lugar donde nos estaban esperando todas las personas que serían testigos de cómo Isaac y yo consumábamos nuestro matrimonio.

—Estas hermosísima Adeline.

—Lo sé, pero no me lo recuerdes, porqué voy a llorar—Respondí en un hilo de voz.

¿Cómo cojones recitaría mis votos sin largarme a llorar en las primeras dos palabras?

Joder.

El reto no fue la desintoxicación a la que me sometió Sophia, ni las 30 horas que llevaba sin ver ni hablar con Isaac, ni ocultar el desastre que resultó ser mi despedida de soltera, ni conseguir maquillista a solo 20 horas de la boda. ¡No! El verdadero reto sería conseguir decir más de dos palabras sin romper en llanto.

A paso lento, pero decidido comencé a caminar de la mano de Raphael las instalaciones del hotel Fontainebleau. Con cada paso que daba, me sentía más satisfecha con el trabajo y la dedicación que Paulette, Andressa y Stacy habían puesto en los preparativos.

Observar todo con sumo detalle, despejaba un poco la bruma que me embargaba por el hecho de estar a instantes de convertirme en una mujer casada.

Mi vestido blanco de encaje y larga cola, hacía contraste con el impecable traje negro de Ralph y adoré la idea de que el resto de los invitados, también vistieran de negro.

El negro era elegante y me recordaba a la noche.

La noche representa pureza e infinidad.

Cae la noche y los pensamientos, los sentimientos, la esperanza y los anhelos cobran vida propia y te calan hondo. Compartir tus sueños, secretos y promesas con la noche, los vuelve eternos; y eso, quería que ocurriera con cada persona que nos acompañara está noche. Que atesoraran eternamente en su mente, el recuerdo de las promesas que Isaac y yo nos haríamos hoy, bajo el cielo estrellado.

Los primeros acordes de la marcha nupcial llegaron a mí y quede estupefacta en mi sitio.

—Isaac ya está con Allie esperándote.

Asentí.

—Rose ya está haciendo su entrada tirando sus rosas.

Asentí.

Ralph se asomó hacía el lugar en donde se encontraban las damas de honor listas para iniciar su desfile y volvió a mí.

—Billy ya está haciendo su entrada con los anillos, así qu...

Los acordes de la marcha nupcial se detuvieron y especies de gritos de asombro y risas se escucharon resonar.

Ralph repitió su acción de hace minutos y lo escuché reír con fuerza mientras regresaba al lugar donde debía esperar junto a mí, al mismo tiempo que se reanudo la melodía.

—¡Billy se cayó de culo con los anillos!

—¿Los perdió? ¿Cayeron a la piscina? —Cuestioné con horror.

—Rose me hizo señas de que todo estaba bajo control.

Asentí.

Un minuto después, Ralph tomó mi mano.

—¿Lista?

Sin responder, correspondí el agarré de su mano, logrando que él interpretara el "Sí" que quería manifestarle, pero que con palabras, no pude expresar.

Ralph cruzó su brazo con el mío y mis pies comenzaron a moverse en modo automático en la dirección que él nos dirigía a ambos.

Escuchar los incesantes aplausos y sentir la mirada de todas las personas sobre mí, me erizó la piel de inmediato y como si de un subidón de adrenalina se tratase, elevé mi mirada. Cuando pensé que iba a largarme a llorar un mar de lágrimas, en mi cara se plasmó una inmensa sonrisa que bloqueó el paso a las lágrimas que esperaban su turno para esparcirse sobre mis mejillas.

Sentí que mi mundo se detuvo cuando mi mirada y la de Isaac se encontraron y note que él no tuvo éxito bloqueando sus lágrimas. Aunque cinco segundos más tarde, con su mano izquierda, las apartó de sus mejillas.

Desde ese momento, entré en un modo neutro que nunca esperé vivir el día de mi boda.

Las palabras de introducción de Sophia, no las procesé con claridad.

Ni la lectura de Josh.

Ni la lectura de los artículos que realizo Paulette.

Todo se sentía como estar en otro plano, y me felicité mentalmente, por haberle exigido a todos, que me entregaran impresas sus palabras, pues así tendría un respaldo de todas esas palabras que me abrumaron de dicha y felicidad, no solo a mí, sino a todas las personas presentes.

Todo pareció volver a marchar con normalidad luego de que Isaac y yo dimos nuestro consentimiento y pronunciamos el "Sí, acepto"

Mi corazón bombeó con fuerza cuando el momento de recitar nuestros votos, llegó.

Isaac y yo quedamos frente a frente cuando se le otorgó la palabra para dar inicio a citar sus votos.

Un carraspeó de su parte, hizo al resto hacer completo silencio.

Su mano tomó la mía y como era ya normal, nuestras miradas se unieron instintivamente. 

—La vida nos puso acá por un propósito, el cual se que vamos a cumplir. Juntos formaremos una familia llena de valores y principios. Una familia donde nunca falte el amor, pues yo, Isaac Collins Johson, prometo principalmente amarte, serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así hacerlo durante el resto de mi vida. Y no, estas no son otras más de las promesas de Isaac Collins, pues estas son hasta que la muerte nos separe, y aun más allá de ella.

///////////////////////////////

Admito que estoy llorando, y que solo falta el epílogo.