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—¿Qué te parecería visitar The Cheesecake Factory después del entrenamiento?

—¿Y en verdad crees que no te surgirá un problema inesperado por el que tendrías que cancelarme?— escupí de una forma brusca, pero él se encontraba tan sumergido en sus mensajes de texto que ni siquiera pudo notar mi evidente indirecta.
Debido a su poco interés en la charla, decidí no objetar por el hecho de que me había propuesto ir a un lugar donde se ofrecían postres de queso, me engañe a mi misma repitiéndome que su mente le había jugado una mala pasada y no había podido recordar mi infinito odio por los productos lácteos (a excepción del helado).

—¡¿Sabes qué sería divertido?!— exclamó mirándome por algunos segundos.

—No, pero estoy segura que pronto me lo dirás.

Él rió como un niño pequeño, con la cabeza hacia atrás y las mejillas sonrojadas. Si no fuera tan lindo en verdad estaría perdido.

—Creo que nuestro próximo plan será ir a Blackstone Shooting Sports, desde que soy un niño muero por ir.

"Mierda Peter ¿Esto es enserio?"

Sabes que odio las armas y que estoy en contra de que sean utilizadas para cualquier actividad— mi voz era tan apagada como nuestra relación, podía jurar que él aún no había notado el gesto de velorio que estaba en mi cara.

No entendía que nos había sucedido de un día para otro, en cuestión de segundos sentía a Peter tan lejano y como un completo desconocido; parecía como si no tuviéramos absolutamente nada en común, y se notaba desde kilometros de distancia el poco conocimiento que tenía de mí.

Era el cuarto plan que rechazaba de su parte en lo que iba del día. No es que yo mantuviera una postura escéptica, sin en cambio cada palabra que salía de su boca era totalmente lo contrario a mi plan de una cita ideal.

En estos momentos extrañaba tanto a Laia quejándose de alguna trivialidad y coqueteando con cualquier rostro atractivo que se topara en el pasillo. Pero desde que estaba en algo con Peter, no aparecía frecuentemente en mi día a día.

Quien llegó a empeorar mi día fue la mismísima Heather Rose, quien caminó con una actitud petulante entre las mesas de la cafetería. Negar que era una chica despampanante sería dejar que mi recelo cegara mi juicio, por qué sus piernas largas y bien torneado cuerpo acompañado de esa enorme cabellera lacia, me tirarían la baba si fuera un chico, y si no conociera lo vacía que se encontraba.
Nunca me sorprendió que Peter estuviera bajo su encanto tanto tiempo. Es decir, sus personalidades análogas congeniaban de una magnifica.
Pero ahora Peter estaba conmigo, y no permitiría que la chica que había tratado quitarme el trono desde que llegó a Kellington Academy fastidiara mi relación con su ex novio.

—Hola chicos— nos sonrió mientras su buena figura ocupaba toda nuestra visión.

—Hola Heather— conteste respondiendo su sonrisa con una igual de grande.

Sin preguntar, extendió una silla y tomó asiento como si fuera bienvenida.

—Se siente como los viejos tiempos— mencionó mirando directamente a Peter, y lo hacía para provocarme. La conocía demasiado bien como para caer en sus trucos.

A diferencia de ella, Peter me dedica una mirada confusa la cual imitó; solo nos bastó esa acción para hablar a través de gestos, sabía que ambos nos preguntábamos "¿Qué es lo que Heather quiere?"  pues desde su falsa sonrisa y saludo amigable, algo olía mal. Mi intuición nunca fallaba.

—No se incomoden chicos, solo quería revivir mis viejos momentos con ustedes— mencionó con risitas pequeñas. Entonces colocó sus antebrazos sobre la mesa, con una artimaña bajo la manga.

GET TO U |L.H.Where stories live. Discover now