| 27

967 87 105
                                    

Mis mas sinceras disculpas, pero estos largos días la inspiración me faltó, borre y reescribí el capítulo unas cuatro veces hasta que logró convencerme. Gracias por tanto y perdón por tan poco.


A la hora de la cena Cameron y yo nos encerramos en mi cuarto, bloqueamos la puerta con una silla y cerramos bajo llave la ventana. Habíamos infiltrado algunos strudel de manzana, los cuales eran el postre favorito de Cameron acompañados de un delicioso affogato.

—Te lo digo enserio Molly, si no quieres hacerlo en verdad lo entenderé— me comentó mientras metía una pequeña porción del strudel en su boca.

—Nunca había estado tan segura de hacer algo en mi vida Cam, deja de darle vueltas al asunto— sonaba bastante seria y no era para menos.

Ambos nos quedamos un pequeño periodo de tiempo en silencio, mirándonos mutuamente así como a mi habitación.

—Esto es extraño— dijo apretando sus labios —Creo que nunca habíamos pasado tantas horas seguidas juntos.

—Cameron yo en verdad te detestaba, eras un maldito dolor de cabeza— confesé riéndome tanto de mis palabras como me fue posible.

—Te tenía bastante bien estudiada, y créeme que realizaba cada acto que sabía no era de tú total agrado.

Le dediqué un gesto de disgusto.

—Era una tarea bastante fácil, solo tenia que actuar como un narcisista con aires machistas para caer de tu gracia.

—Doy gracias a Dios de que no seas ese engendro despreciables que aparentabas ser.

—En realidad soy bastante agradable— subió y bajo sus hombros.

—Eso lo juzgaré yo Cam.

Nuevamente hubo silencio; era increíble lo difícil que resultaba entablar una charla con total confianza, incluso me sentía más cómoda con Calum que con mi propio hermano, pero prácticamente era un desconocido para mí. Nuestra interacción se había roto por por años y ahora era una brecha bastante laboriosa de reparar.

—¿Crees que nuestros padres nos quieran?

Gire a verlo, con la idea de que su pregunta era solo un chiste pero sus expresiones faciales denotaban seriedad, él en verdad se planteaba tal cuestionamiento.

—No— respondí casi en automático —Ni siquiera se quieren ellos mismos.

—A veces me gusta pensar que todas las familias son así— su mirada perdida me pareció alarmante en ese momento —Pero luego la Dra. Teller me aterriza, me ha dicho que es más fácil aceptar tu cruel realidad que fantasear con una vida utópica que nunca llegará.

—Cam...— quise brindarle un poco de consuelo con mis palabras, pero siguió hablando, y no me lo permitió.

—Pero a veces me es difícil aceptar que solo fui concebido para que sacaran más provecho de mí, toda mi vida me he sentido como un caballo de equitación o algo parecido, puesto que si no brindo fortuna y honor a mi familia se desharían de mí sin remordimiento alguno.

—Somos como caballos de carreras— reí un poco ante mi propia comparación.

—Solo que un poco más maltratados— agregó Cameron.

El ruidoso timbre de mi celular sonó, avisando que había recibido un mensaje; al revisar la pantalla comprobé el destinatario, nadie mas que Luke Hemmings. Lo abrí con suma curiosidad.

Luke: Te veré mañana en el jardín trasero de Kellington Academy. Tengo un regalo especial para ti, espero con ansias que asistas.

GET TO U |L.H.Where stories live. Discover now