002

7.4K 314 56
                                    

HERA

No puedo creerme que esté aquí. No espera, sí que puedo.

Si puedo creerme que Dragon Jones está aquí, este es su ambiente, pero jamás pensé que Steve dejaría entrar a cualquiera aquí.

—Voy a decirle que se vaya. — Habló Steve decidido a echarle, pero Stella fue más rápida y lo cogió del cuello.

—En tu estado, Dragon te daría dos hostias y habrá terminado contigo. Estate quieto. — Le dijo Stella.

Subimos a la habitación para encerrarlo ahí, me quedé con él un rato para que se quedase dormido o algo mientras Stella bajaba a disfrutar de lo que quedaba de la fiesta. Con Dragon aquí lo más seguro es que todo acabe en 10 minutos. Solo le hacía falta sacar una pistola y matar a todos. Vale, autora deja de exagerar.

Dragon era peligroso, pero no como para matar a alguien. Aunque sí que acabaría con la fiesta si alguien lo molestaba. Maldito Steve por dejar que entre cualquiera aquí.

—No, espera, no vayas fiesta a Hera. — Genial.

—Steve, a dormir, ya, estás peor que una cuba.— Este negó y hizo un puchero.

—Tengo sed, yo quiero vodka— Golpeé su cabeza y lo volví a tumbar en la cama.

—¿Acaso no ves lo borracho que estás ya? Tu fiesta es una locura.— Este eructo. —Serás guarro.

—Vamos al Burger King, tengo hambre.— Negué con la cabeza.

—No idiota, a dormir.— Le golpeé con una almohada y pensé que lo había matado debido a que después no se movía.

Me acerqué a él para asegurarme de su estado.

Respiraba. Estaba dormido.

Salí del cuarto cerrando la puerta con llave, después le abriría. Guarde las llaves en el sujetador y al darme la vuelta quise volver a entrar al cuarto del idiota borracho.

Ahí estaba Dragon mirándome neutral.

—¿Qué quieres?— Este me miró ofendido al haberle hablado mal. Tampoco es como si le fuera a hablar bien.

—¿Cómo te atreves a hablarme así?— Me habló con voz ronca.

Se piensa que me intimidaba, pero no, no soy la típica chica que le intimida un metro ochenta musculoso, de pelo negro y ojos igual de negros, no, ni hablar.

—Macho, es mi boca, hablo como quiero.— Se ha cabreado.

—¿Sabes? Tengo respeto a las chicas, pero si me cabreas una vez más no voy a quedarme quieto.

Si, respeto dice, por eso se acuesta con todas las que pilla y al día siguiente pasa de ellas como si fueran mierdas, ese respeto del cual habla es maravilloso.

—Guay.— Empujé su pecho para que se apartará de mí y pase por su lado.

—Ya nos veremos en el infierno.— Gritó antes de perderle de vista.

Dragon era como el típico bad boy de todas las novelas y películas, pero a diferencia de todos esos este bad boy...

No, espera, no hay diferencia, es un bad boy como todos. Ahora sí, está bueno, como todos los bad boys, pero no me gusta, no me gusta el peligro.

Lo único malo que hice en mi vida fue romper un trozo de hoja de los documentos de mi padre y lo hice a mis 7 años para dibujar. Estuve castigada sin muñecas por una semana, eso me pareció injusto y me sigue pareciendo injusto.

Tenía 7 años, no es mi culpa que mi padre sea un descuidado y dejé sus documentos por toda la mesa con una loca peligrosa que coge todo lo que ve. Fue injusto.

Dragon © Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin