025

4K 203 24
                                    

DRAGON

Estábamos en la Calle Rowen esperando a el padre de Hera. Ese día me contó que había hablado con su padre, la regañé por haberse puesto en contacto con él sin esperarme a mí para hacerlo.

Ahora nos encontrabamos en esta calle que daba mal rollo y su padre se retrasaba por diez minutos.

—¿Estás segura de que era esta calle? — Ella me miró mal.

—¿Me estás llamando inútil? — Yo suspiré.

—Estoy diciendo que a lo mejor entendiste mal la calle, probablemente el teléfono no daba buena señal.

—No Aiden, fue lo que entendí, Calle Rowen, es esto si o si. — Rodé mis ojos.

—Entonces no entiendo porque no viene.

—A lo mejor le ha pasado algo. — Dijo en un hilo de voz.

La vi frotándose los brazos indefensa, la atraje a mi abrazándola. No tenía que haber dicho eso, ahora ella pensaba lo peor, ella pensaba que le habían hecho algo a su padre para que no nos llegue a decir la verdad. Justo en ese momento un coche negro venía hacia nosotros.

—Hera. — Dije atrayendo su atención. — Viene alguien.

Esta miró hacia el coche que se aproximaba a una lenta velocidad. Hera se pegó más a mi mientras veía al coche acercándose a nosotros.

Ella tenía miedo y yo estaba preparado para sacar mi arma y disparar ese coche. Cuando el coche se paró en frente de nosotros la ventanilla de atrás empezó a bajar.

—Entrad antes de que alguien nos vea. — Habló su padre y los dos nos relajamos.

Acto seguido subimos a la limusina de su padre, está tenía cristales templados por lo cual no estábamos en la mira de nadie. Los cristales nos protegía de cualquier ojos curiosos. Un silencio incómodo se formó en el coche, los ojos del padre de Hera estaban puestos en mi, me analizaba como intentando descifrar mis pensamientos.

—Aiden, has cambiado muchísimo. — Sus palabras me impactaron, pero su sonrisa más aún. — Me alegro de volverte a ver.

—Tambien tienes una hija. — Dijo Hera atrayendo su atención y su padre sonrió abrazando a su hija.

—¿Qué tiene usted que ver con la muerte de mis padres? — Pregunté haciendo que el abrazo de ellos se interrumpiera.

—Primero tenemos que llegar a un sitio seguro.

No dijimos nada más, simplemente nos quedamos en silencio durante todo el trayecto.

Yo miraba a su padre con una mirada amenazadora, no sabía si él tenía algo que ver con todo esto, pero si sabía algo y quería saber el que tenía que decir. Hera tocó mi mano haciendo que me derritiera. Su tacto siempre me hacía entrar en razón. La miré de reojo y ella me dio una mirada de advertencia.

Podía estarme todo lo quieto que ella quería, pero se trataba de mis padres y de su asesinato. Su padre sabía algo o toda la verdad, incluso había podido estar involucrado en ello.

Llevaba años buscando respuestas y por una vez que iba a poder encontrarlas tenía miedo de lo que podría decirme. Tenía miedo de que su padre me diera el nombre del asesino de mis padres y que me convirtiera en un puto loco matando a cualquiera hasta llegar al culpable.

El coche se estacionó en frente de una pequeña casa, creo que hemos estado viajando por casi cuarenta minutos, por lo cual puedo deducir que esta casa estaba fuera de la ciudad.

Al rededor no había absolutamente nada, todo desierto. Salimos del coche quedando en frente de la casa, la cual tenía una luz encendida, dando a entender que alguien estaba adentro.

—Venga, hay que entrar. — Nos dijo el padre de Hera.

Su padre empezó a caminar hacia la casa seguido de Hera, pero esta detuvo su caminata al ver que yo no me movía de mi sitio. Yo tampoco sabía porque no me movía.

—Vamos Aiden, necesitamos la verdad. — Me dijo esta cogiendo mi mano.

No dije nada y solo deje que ella me llevará hasta ahí adentro. Entendí que necesitaba un empujón para entrar en esa casa y saber la verdad de todo esto. Al llegar adentro, su padre se sentó en una mesa junto a su conductor, Hera y yo tomamos asiento en otras dos sillas de la mesa.

—Aiden, quiero que sepas que no he tenido nada que ver con la muerte de tus padres, obtuve información después, cuando quise buscarte para adoptarte... — Le interrumpí antes de que siguiera.

—Ve más despacio, ahora mismo mi cabeza está dando vueltas y todo lo que estás diciendo me marea más.

—Esta bien, empezaré desde el principio. — Yo asentí. — El día en el que esas personas entraron a tu casa yo recibí una llamada que decía que tus padres murieron y tú desapareciste. Aiden, estuve buscandote por 5 años intentando encontrarte, pero entonces ellos me pararon los pies cuando descubrí los vídeos y más planos secretos.

—¿Ellos? — Preguntó Hera.

—Los mismos que atacaron a los padres de Aiden.

—¿Quienes son? — Pregunté yo.

—Son una organización secreta rusa que querían ver a tus padres destrozados, quería ver cómo morían por haber robado la información de su agencia. Tus padres tuvieron una misión muy importante hace años atrás en Rusia, ellos debían robar información de unos mafiosos, lo consiguieron sin ser delatados, pero semanas después eso salió a la luz y los Rusos se cabrearon tanto que decidieron acabar con sus vidas.

—Oh vaya, genial, eso quiere decir que mis padres no son multimillonarios. — Hera me miró como si fuera estúpido y yo rodé los ojos. — ¿Y quienes son los malditos asesinos?

Quería saber quiénes los mataron, quería saber cada nombre, la dirección de sus casas. Quería destruir la vida de todos, una por una sin pestañear, lo iba a hacer, juro por mis padres muertos que lo haré. Buscare venganza por lo que hicieron, sacaré sus trapos sucios a la luz, haré de ellos papilla.

—Aiden, no tengo nombres, solo tengo sospechas.

—¿Mi tío hace parte de toda esta mierda? — Preguntó Hera.

—Cariño siento decirte que si, que tu tío está metido en esto hasta la médula. — Golpeé mis puños contra la mesa.

No quería que la familia de Hera tuviera algo que ver en todo esto, realmente no quería que fuera verdad eso de que en el vídeo ese era realmente su tío, pero por desgracia ha resultado ser verdad y eso es lo que más me jode. Adoro a Hera y adoro a su padre, ¿que cojones? Amo a Hera. No quiero amenazar a su tío, no quiero destruirlo, pero ha estado implicado en todo esto.

—¿Y por qué mierda no está en la carcel?

—Lo intenté Aiden, pero no hay bastantes pruebas, limpiaron todo sin dejar huellas, lo hicieron tan bien que no se pudo encontrar absolutamente nada. Lo siento. — Me respondió con total sinceridad.

—¿Y tú? ¿No serás un cebo para que puedan matarme? — Me levante de la silla de golpe. —De seguro que nos has traído aquí para que nos maten.

—No seas idiota, jamas le haría daño a mi hija, ella lo es todo para mi. — Él hizo una pausa para volver a seguir. — Además, si te hubiera traído para matarte, ¿por qué te mostraría esto?

Una mujer con un vestido negro apareció por la puerta con su pelo negro largo y suelto, el cual descansaba en su hombro izquierdo. En ese momento mis ojos se llenaron de lágrimas, pensaba que esto era una ilusión, un sueño, que iba a despertarme y iba a volver a la realidad, pero no, esto era real, esto era bastante real. No pude evitar soltar las lágrimas mientras me acercaba a ella para abrazarla.

–Mamá...

••••

Lo sé, lo sé, todo se está volviendo complicado y raro, pero todo tiene su explicación 😌

Y no planeo dejaros con la duda hasta 2019, no, no pienso tardar una semana en actualizar. Esta misma semana volveré a actualizar una vez más 💕

Instagram: Awmoon00

Dragon © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora