022

4.2K 208 21
                                    

HERA

Todo lo que me había contado ayer Dragon o Aiden, seguía en mi cabeza. Creía lo que me decía, lo creía y no solo por mostrarme la marca de la mordedura del gato, de alguna forma me siento conectada a él.

Ahora mismo me encontraba en mi casa, en mi habitación intentando abrir los últimos archivos, Dragon me había dejado aquí en la mañana y después se había ido a ver a Stone, me dijo que si hoy no llegaba a mi casa es porque probablemente le había pasado algo, si era así debía llamar a Nick.

Eran solo las siete de la noche, decidí esperar un rato más, solo una hora más o dos, si no sabía nada de él llamaría a Nick. Por otra parte llevaba todo el día intentando abrir esto, pero no había manera, esto lo había encriptado un profesional.

—¿Hera?— Era Kayce.

—Pasa. — Está entro en mi cuarto con un vestido azul de noche. —¿Vas a hacer una sesión de fotos nocturna o vas a emborracharte?

—Por favor, ¿quién piensas que soy? Obviamente a emborracharme. — Negué con la cabeza.

—Te dije que no salieras hasta que las cosas estuvieran mejor. — Ella rodó los ojos.

—No estaré sola, voy a estar con cien personas más, además van por ti no por mí.

—Oh gracias, eso me hace sentir mucho mejor, amiga. — La fulminé con la mirada.

—Oh por dios, tienes a Dragon o Aiden, como se llame. — Ah sí, se me había olvidado decir que se lo había contado todo en cuanto llegó.

—Hera, te dije que no se lo dijeras a nadie. — Su voz me pilló por sorpresa, no sabía que estaba detrás de Kayce y creo que está tampoco.

—¿Cómo has entrado? — Preguntamos las dos a la vez.

—Deberiais de probar a cerrar la puerta cuando sabéis que vuestra vida está en peligro. — Las dos rodamos los ojos a la vez.

—Iba a salir ahora, por eso estaba abierta. — Ahora él rodó los ojos.

—Como sea, te dije que no le dijeras a nadie. — Me miró ofendido y yo solo suspiré.

—Es mi mejor amiga, no va a pasar nada porque lo sepa, además, de las dos ella es la que sabe guardar secretos. — Kayce asintió.

—Y yo soy tu novio. — Sonreí inconscientemente ante sus palabras.

—Vale yo me voy, voy a dejar que disfrutéis del sexo. — Le tiré una almohada y está salió por la puerta riendo.

Aiden se quedó en la puerta apoyándose en el marco mirándome con una sonrisa burlona en la cara. Sabía lo que iba a decir, por eso no me di la oportunidad.

—¿Por qué has tardado tanto? — Él entró en mi habitación cerrando la puerta detrás.

—Antes tuve que hacer un trabajo para Stone, para que confiar en que todo estaba bien. — Se sentó en mi cama.

—Podias haber llamado. — El sonrió ante mi comentario.

—¿Te has preocupado por mi princesa? — Negué rápidamente.

—No, simplemente queria saber si tenía que darte la hora de muerte o no. — Él río.

—Con que estabas preocupada por mi. — No sé en qué momento se había quitado los zapatos y tampoco sé cómo ahora se encontraba encima de mi.

—Un poco. — El sonrió.

—Ya no tienes de que preocuparte princesa, estoy aquí. — Sonreí de felicidad.

Dragon © Where stories live. Discover now