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HERA

Salí del baño con la toalla enrollada a mi cuerpo, necesitaba nueva ropa, lo que llevaba era un simple vestido y no iba a estar con eso dos días. Eso era lo que Dragon me dijo, me iba a quedar dos días hasta que estuviera a salvo.

Salí silenciosamente buscando su presencia, me avergonzaba que me viera así, pero no podía encontrar otra ropa si no buscaba primero a Dragon.

—Vaya vaya, que sorpresa más agradable. — Me sorprendió con un abrazo por detrás. Iba decir algo, pero este empezó a besar mi cuello y me congelé por la sorpresa.

—Para. — Le dije seria, pero él siguió. — Dragon detente.

—Tú si que sabes cómo cortar rollos. — Rodé mis ojos y me di la vuelta para mirarlo.

—Necesito ropa de cambio.

—Vaya, parece que vas a tener que estar así, no tengo ropa de cambio. — Lo miré mal y lo golpeé. —¿Qué? Nick aún no se ha operado. — Rodé mis ojos y él sonrió. — Ven, tengo algo que te pueda valer.

Lo seguí hacia lo que supongo que era su habitación y empezó a mirar en su armario. Al rato sacó una camisa, cual obviamente era suya, y unos pantalones.

—Me quedó con la camisa, los pantalones no son los míos.— Sus ojos cambiaron de golpe y supe que la había jodido.

—Será mejor que tomes los pantalones. — Me dijo con voz sería y algo rasposa.

—Dragon, va en serio, debajo de un vestido siempre uso pantalones cortos. —Le mostré los pantalones, que obviamente él no vio debido a que el vestido estaba encima de ellos, y se relajó en un momento y volvió a sus ojos serenos.

—Bien, vístete, te espero en la cocina. — Dicho esto salió de la habitación cerrándola detrás de él.

No perdí más tiempo y me vestí cuanto antes, tenía hambre, lo único que había comido eran las palomitas.

También os preguntaréis que pasó con Matt. Bueno, Dragon discutió un rato con él diciéndole que me tenía que ir con él, Matt se opuso y antes de que comenzarán a pegarse le dije a Matt amablemente que quedaríamos otro día y que era urgente mi salida con Dragon.

Al final lo comprendió o más bien se rindió enfadado y fui capaz de irme con Dragon. Cosa que no me agrada o más bien no me agradaba.

Ahora me es todo indiferente.

—Lo único que se hacer es Pizza así que espero que te guste. — Me dijo una vez que llegué a la cocina.

—Es mejor que no comer nada. — Sonrió perezosamente y yo procedí a sentarme. — ¿Has abierto ya la memoria? — Este negó.

—Después de comer lo haremos juntos.

Después de eso yo solo asentí y me dediqué a comer en silencio, el captó que no quería hablar y hizo lo mismo.

Ahora que lo pienso, no era tan desagradable estar con él en la misma habitación, es más, me podría acostumbrar.

No parecía tan malo ahora que lo veo mejor, ni me acordaba de mi odio hacia él, ya quedaba todo en un pasado para mí. Incluso podríamos comenzar desde cero, pero tenía miedo. Tenía miedo de conocerlo demasiado y de caer por él, tenía miedo de que lo que Kayce me decía fuera cierto.

No quería enamorarme, no de él.

¿Por qué me odias? — Su voz sonó algo insegura y por no decir que su pregunta me pilló desprevenida.

Dragon © Where stories live. Discover now