Capítulo 49

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Melanie

Ayudo a Cameron a quitarse la barba frente al espejo, me gusta hacer estos pequeños actos, más si estoy ansiosa desde que desperté.

Me siento con energías, no he tenido contracciones extrañas y eso me llena el pecho de dicha. Se que estoy bien, ya quiero comenzar a decorar la habitación donde dormirá mi pedazo de cielo y así como poner los adornos de navidad en casa.

El día de la ecografía del sexo de bebé ha llegado, unos dicen que es niña y otros niño, sea lo que sea, es lo más bello que me ha pasado en la vida, tambien ya están los chistes y cuentos, como su padre, por ejemplo, dijo que si es niña no tendrá novio y que su princesita sería solo para él, que ningún chico se le acercaría o les cortaría las bola.

Me alisto llena de ilusión, me siento hermosa, nunca he dudado de mi atractivo aunque con esto de las hormonas los cambios son regulares.

Monto todo un escenario para seguir grabando la vida de mi bebé, hoy toca ese bello momento.

Todavía los medios siguen a la expectativa del linaje Danielson Walker que está por nacer, no voy a decir nada y menos a exponer todo al foco, también porque no quiero salir de casa, no con la muerte pisándome los talones.

No me amargo la existencia pensando en personas que son mierdas, aprovechó el tiempo consintiéndome para evitar las estrías.

Pasan a instalar todo el equipo, Cameron se posiciona a mi lado con ojo crítico y protegiéndome de esa forma que solo él sabe hacer.

Tomados de la mano esperamos a la doctora que no tarda en subir dándole la bienvenida, nuestra habitación es muy completa y tiene dónde depositar mi expediente.

—¿Cómo te sientes, querida?

—Muy bien, comiendo mucho.

Reímos.

—Es normal. Según estuve leyendo tu expediente, has tenido algunas complicaciones.

—Está en lo correcto.

—¿Alguna alarma en los últimos días? —voy a contestar y Cameron se adelanta.

—De humor, muy seguido, ¿Es normal que sea tan gruñona? —pregunta, lo fusilo con la mirada, no tiene que estar exponiéndome.

Aprieto los labios, a eso me refiero.

—Disculpe a mi marido, doctora .

—Tranquila. Señor Danielson, es normal que su esposa experimente cambios hormonales durante su embarazo, que incluyen el temperamento, la autoestima y su apetito.

Drogo se mantiene en una esquina muy pendiente de los movimientos, intentamos sacarlo, pero no quiso, estamos aquí, no va a saltarle a nadie encima.

Estoy en una bata que me deja el abdomen descubierto, solo debo recostarme en la cama como me lo indica, el conocido gel frío no tarda en estar sobre mi vientre, y con el instrumental necesario busca en mi estómago hasta dar donde se encuentra.

—Aquí está.

La voz de la doctora, hace que ambos miremos al tiempo en la dirección del dedo de ella, donde una personita desnudita, a color, se puede ver la mata de cabello negro que adorna su cabecita, está despierto y mueves sus partes, lo siento perfectamente.

—Les pondré la imagen en más dimensión, pero por lo que veo se parecerá mucho a su padre.

Asentimos embobados y más Cameron, solo lo había visto dos muy pocas veces, y ahora lo estamos disfrutando sin miedo, miro los ojos de mi esposo que brillan sin perder ningún movimiento.

Casada a mi corta edad © [Danielson 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora