Capítulo 56

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Melanie

En tres meses más, le quito el seno a Junior, me mordió horrible, después se echó a llorar, sin embargo, tocó hacerlo, además le di año y casi cuatro meses, está gigante, corretea por todos lados, quiere subirse a todo, en Drogo principalmente.

Lo de la boda es muy en serio, la realizaremos en verano, así estaré libre de parciales.

Mi colección estuvo agotada en veinticuatro horas, las tiendas le pagan a Junior porque lo que usa de ellas, escasea inmediatamente y es así como inicia a tener su propia fortuna desde bebé.

No quiero una ceremonia gigante, si no con los que realmente importan, elijo el patio trasero de la casa, algo campestre, decorando los árboles, así tenemos para las fotos.

Mi papá se casa con Amalia unos días antes, volviéndonos solo una familia.

El día de mi boda llega, el verano está entrando, el cabello recogido en un moño que deja algunos rizos sueltos, el vestido es de tirantes, se ciñe a mi cuerpo y abre en la parte inferior, mientras presiona mis pechos.

El maquillaje es sobrio, adecuado y el velo es casi tan largo como el vestido, ligero.

—Mamá —dice una pequeña persona que trae una rosa para su madre.

Me lo quiero comer a besos, ¿Cómo es que es tan hermoso?

El trajecito lo hace ver cómo un pequeño señor Danielson, tiene la elegancia y el porte de su padre.

—Mi peluche —lo cargo en brazos enamorada de lo bien que su padre lo cambió y sobre todo de él —. Estás guapísimo, mi bebé.

Crece tan rápido, casi no puedo con él.

—Hemosha —dice.

Me brotan corazones, lo lleno de cumplidos que le encantan moviendo esas pestañas tan grandes.

—Junior, te están esperando —llega Laura por él.

Me da un besito antes de pasar a los brazos de ella, las tiene a todas enamoradas.

—Ya Richard viene, te ves genial, amiga.

Nos damos dos besos, se lleva a mi hijo y me doy los últimos retoques en el rostro.

Mi papá viene por mí, se le llenan los ojos de lágrimas mientras me guía por el camino que lleva al altar improvisado con un sacerdote.

—Siempre quise hacer esto —susurra papá —. Eres el mayor tesoro de mi vida, que seas más que feliz.

Me entrega a Cameron con unas cortas palabras,nuestro bebé no deja de aplaudir en las piernas de papá y hacer sonidos con la boca.

Tengo tres anillos en un dedo, así que solo renovamos votos ante las personas que nos aman, nos juramos amor eterno y quedamos frente a frente sellando nuestras promesas con un beso.

Las fotos van, vienen, tengo mi baile de bodas, banquete, festividad, música,bailo con mi pequeño señor, me cambio de vestido por un overol blanco corto y tenis con cabello suelto así saltamos, Cameron se pone cómodo también junto a nuestro hijo.

La cena está llena de anécdotas, para lanzo el ramo que cae sobre Laura, todo se vuelve más eufórico, Jake solo dice que a su tiempo le pondrá un anillo, es de pocas palabras.

Viene la parte más difícil, dejar a mi hijo por casi una semana con mi papá y Amalia en lo que hacemos un viaje a Bora Bora.

Lloro casi todo el vuelo, para dejarlo es lo más difícil, lo había planeado, pero no fue así.

No creí que iba a ser tan difícil.

Francia es un paraíso aparte, más las aguas cristalinas de la isla.

Pasamos días y noches increíbles, de compras,en la playa, visitando cada lugar y marcándolo porque Cameron no me da tregua, en todas las posiciones que si no tuviera un chip, desde el día uno me hubiera embarazado.

Disfruto mi luna de miel para volver a la realidad, estudio, trabajo, soy madre.

Los meses pasan rápido, Junior llega a los dos años y debe ir al colegio, así que después de años sin amenaza, lo apunto en uno normal.

Siendo primera plana su primer día de colegio, así como los triunfos nuestros, el progreso, nuestro perro que embaraza a la perra de un vecino y nos comparten la mitad de los cachorros, debemos construir una casa más grande, dándole uno a mis padres y me quedo con dos, planificando a Drogo.

Para cuando nuestro hijo tiene casi tres años, Laura se queda embarazada después de decir que no quería hijos ahora, eso lleva a que Jake y ella se tengan que casar.

No es mi vida, pero me suena que cambie de opiniones tan seguido, solo queda apoyarla y ser feliz porque se muda cerca de mi.

Siete meses después, nace Jadasha Johnson, una beba de cabello castaño como su padre y hermosa como su madre, me convierto en su madrina, notando la ilusión de Cam por tener una niña, pero él y yo sabemos que hasta que no termine la universidad, no voy a tener más bebés.

Jadasha se convierte en el centro del mundo de mi hijo, le encanta jugar con ella aunque sea tres años más grande.

No obstante, Jake raya a lo sobreprotector, no le gusta que la carguen mucho, que anden por el piso y para no mandarlo Cameron a la mierda, mejor dejo se llevar tanto a Junior, ocupándolo en otras cosas.

Nos amamos mucho, peleamos, luego nos arreglamos y amo enojarlo algunos días con picardía para obtener su dosis furiosa que me vuelve loca.

Tengo la seguridad de que no mira a otras mujeres, se mantiene conmigo, me reluce en cada evento, jamás se quita su argolla de matrimonio.

Es así como he formado mi hermosa familia.

Donde llego cansada y tengo un esposo que no me dice cambia y acuesta al niño, si no,yo lo hago y viceversa de mi parte hacia él.

La salida de los viernes para nosotros dos todas las semanas, dándonos espacio como pareja, el fin de semana en familia, que tenemos tiempo para nuestro hijo y ser lo que él necesita y cuando,educamos con autoridad y amor, sin tener quejas ser que creamos juntos.

De los besos robados como si fuéramos adolescentes y dos fervientes amantes que no se cansan de intimar.

Eso siempre fue lo que yo quería, un hogar feliz.

Morgan, ella está haciendo su vida, es tan liberal, habíamos y me dijo que cuando esté lista vendrá de visita, ahora se dedica a viajar por el mundo, ella y Logan de complementan, él la apoya en sus locuras.

Vicky y Nick, quién lo iba a creer, han terminado en un vaivén, solo quiero que sean felices.

Que todas mis amigas lo sean como yo, con el hombre que amo.

***

¡No puedo creer que ya solo nos falte el epílogo, cuando inicie esta novela nunca creí que la leyeran y que podría terminarla!

¡Mil gracias por apoyarme!

Besos, bellezas.

Casada a mi corta edad © [Danielson 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora