Capítulo 29 - "Cuerpos sudados y semi-desnudos"

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N/A: Mejor tarde que nunca, ¿No?. La canción de arriba y el video pone mis hormonas a bailar, ja ja ja ja. Pero creo que es necesario para este capítulo porque uff, varios cuerpos suculentos... bueno, me calmo xdxd. los amo


"Eres eso que no es mío, pero que no quiero que sea de nadie más"

Tiempo.

El tiempo puede tomarse como muchas formas y tiene muchos conceptos. Como por ejemplo, ¿Cuánto tiempo se demora la comida que pedí hace 15 minutos?, o, ¿Cuánto tiempo se demora para que mi crush se fije en mí?. Ok, se que muchas de estas preguntas no se resuleven rapidamente o no tienen una respuesta concreta... o siemplemente tu mejor amiga no quiere que te desiluciones porque tu amor platonico no se fijaría en ti, ni sabes que exites. De todos modos, el tiempo, el tiempo que nosotros, los humanos – si es que no eres un alienigena – conocemos, es demasiado infinito. ¿No haz escuchado que siempre dicen que lo numeros nunca paran, siempre siguen contandose?

Vas a preguntarte, ¿A que viene esto, Becka? ¿Te pico una abeja o que onda? Bueno... después de lo que había pasado en la tienda de helados, haber conocido a ese tal Isaek, me dejo pensando por mucho tiempo ¡Demasiado! Y no era que tuviera tiempo libre, porque la verdad había estado demasiado ocupada con el colegio... el caso era que no dejaba de preguntarme ¿Cuándo iba a salir la verdad? ¿Quién era Isaek y que quería? No era por nada, pero me parecía un poco – muy – estupido que alguien quisiera gastar balas o, por lo menos, tomarse el tiempo para entrar a un colegio y hacer algo de lo que tenía ni menor idea. ¿¡Quien era tan desocupado!? Por eso, me planteé la idea de que en realidad no quería entrar allí para conocer a los estudiantes y platicar con ellos; no, algo tramaban.

Al escuchar que ellos tenían un plan, me confirmó mis sospechas, pero ¿Querían robar al colegio? ¿Secuestrar a alguien?... tal vez eso sonaba un tanto extremista, en parte lo era, pero no había nada más que se me pudiera ocurrir para resolver eso. El director nos había asignado el consejo a Nate, Daniel y a mí. Debíamos trabajar juntos, eso mplicaba contarle todo lo que habíamos escuchado Nate y yo a Daniel. ¡Diablos! Ellos se odiaban, agh, se me había olvidado. Eso iba a hacer el trabajo en equipo el doble de dificil.

-¿La filosofía la hizo razonar de su existencia aquí, señorita Rosewood?

La voz prepotente del profesor de filosofía había irrumpido en mis pensamientos. Quité la mirada de la ventana para enfocarme en el señor de cabello rojizo parado al frente de mí.

-Sí, señor, me estaba cuestionando si en realidad la filosofía me iba a servir cuando estuviera en la mitad de una cirugía de emergencía en un niño pequeño, ¿Sabe la respuesta?

Eso era sarcasmo, la verdad. ¡Estaba en mis días, ¿ok?! No me juzguen. Estaba un poco temperamental.

El profesor soltó un respiración de fastidió porque mi respuesta no le gusto para nada, al parecer. Le sonreí sin ningún tipo de empatía en el momento en el que la campana anunció la siguiente clase. Agarré mi mochila y me la colgué en un hombro. Me sentí un poco mal por haberle respondido así al profesor, él no se merecía mi mal humor por mis días. Sin embargo, se me quitó el sentimiento de arrepentimiento en el moemnto en el que pisé el pasillo. Debía hablar con Daniel.

Como había dicho antes, Daniel no tenía ni la menor idea de lo que estaba susediendo. No había hablado con él desde hacía tiempo y él era mi amigo, debía de hablar con él aunque no fuese para este estupido caso.

Ese estupido caso que me esta volando la cabeza.

Tal vez me estaba obsesionando un poco por eso, debía calmarme. Llegué a mi casillero y lo abrí.

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