Capítulo 38 - "Cosas de porristas"

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n/a: Feliz primero de enero WUJU. 2019 Aquí está.


Nadie se podría haber reído tan alto como yo en estos momentos.

"Becka, ¿No te gustaría entrar al equipo de porristas conmigo?

Ja, ja, ja, ja... Sobre todo, yo. Bueno, no era falta decir que ser porrista no era lo mío. Tal vez de pequeña estuve en ballet, pero, hasta ahí. Dejé de practicar ballet tiempo después debido a que el horario no era de mi conveniencia, eran muchas practicas y yo debía enfocarme en estudiar y sacarme buenas notas. Obviamente, se debe añadir el hecho de que me encantaba leer y pues... la vida de un lector es cargada de libros, y yo no tenía tiempo para ensayos cuando no podía ni superar algún capítulo.

Lo peor de todo era que yo era flexible, sí, de esas que podían hacer figuras con la sincronía de sus pies y manos. Pero no era lo mío hacer eso, en lo absoluto.

- ¿Qué es tan graciosos? – preguntó Hayley, confundida.

Vale, debía parar de reírme ya.

-Es que... - y otra carcajada de mi parte. Contrólate, Becka - ¿porrista? ¿Yo? No lo sé, Hayl, no es algo que yo...

-Por favorrrrr – me interrumpió Hayley.

¡Oh, no! Que no me suplique, esa es mi debilidad. Digamos que a mi me encantaba ayudar a la gente, si necesitaban algo, Becka estaba al rescate... y ese momento no iba a ser la excepción.

-Créeme, Hayl, soy pésima.

Mentirosa.

Hayley empezó a hacer pucheros con sus labios.

Se puso un mechón de su cabello (Castaño en la raíz con las puntas rosadas) – No es necesario que sepas hacer mucho. Solo necesitamos a gente que pueda hacer de base, hasta tal vez a una flyer - su tono mostraba urgencia, como si de verdad estuvieran escasas de porristas.

Me pare recta mientras lo consideraba. Ver a Hayley con esos ojos de perrito regañado no ayudaba a mi decisión. La última vez que formé parte de un equipo en el que una persona mandaba a todas y, además, debían trabajar juntas, fue hace mucho. Correr era algo más independiente, en realidad, eran carreras donde solo una persona ganaba. Si había una capitana, ¡mucho peor! Yo odiaba ser mandada... eso iba a ser un completo desastre.

Como yo era un desastre y experta en cagarla con todas las de la ley, solo pude aceptar.

-Bien, haré parte del equipo de porristas – dije, por fin.

Hayley soltó un grito de alegría y empezó a bailar de una forma muy rara.

- ¡Sí, Becka! Eres la mejor, ¿Lo sabías? ¿No? Bueno, te lo digo eres la mejor de lo mejorsísimo... ni creo que eso tenga sentido, pero tú me entiendes, ¿no?...

Hayley siguió hablando mientras yo me daba cuenta de que era un error. Pero, bueno, ¿qué podía hacer ya? Tal vez si hacía todo mal me echarían del equipo, y todos seríamos felices; bueno, yo lo sería. Entonces la culpa recaería en mí y no sería feliz.

Agh, yo y mi noble corazón.

Algún día mi noble corazón me iba a costar caro.

Tú corazón no fue tan noble con Nate, Becka.

Mierda, mejor me callaba.

La mano de Hayley me empezó a guiar a quien sabe donde, yo solo me dejé llevar. En mi mente decía el nombre de Nate rodando una y otra vez, como un disco. ¿Por qué pensaba en él?

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