Capítulo 64 "Se conocen"

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"Something 'bout your eyes,

I can't even walk in a straight line"

"I've been dazed and confused

From the day I met you

Yeah, I lost my head

And I'd do it again."

-Dazed & Confused/ Ruel.

¿Les ha pasado eso de que están durmiendo pacíficamente y de la nada se levantan como asustados sin ninguna razón aparente?

Bueno, eso me acaba de pasar.

Lo primero que noté fueron unos ojos entre azules con verdes mirándome fijamente. Puse mi mano en mi corazón, asustada.

-Dios, Daniel, me asustaste – dije con la respiración entre cortada.

Sentí mi trasero asquerosamente entumecido por haberme dormido en ese sofá tan incómodo, además en una posición muy desfavorable. Tragué saliva sintiendo la garganta seca y carrasposa, que solo me provocaba toser; genial, me acaba de enfermar. Apoyé mis manos en los carrasposos posabrazos de la silla, mirando a mi alrededor, un poco confundida.

-Lo siento – se disculpó Daniel con un sonrojo en sus mejillas – te veías muy tierna durmiendo, eso es todo.

- ¿Con baba y todo? – le dije.

-Con baba y todo – me afirmó.

Sonreí evitando su mirada y desviando la mía.

Muy linda lámpara, por cierto.

-Bueno, - dije, dándole una mirada a la enfermería que, algunas veces, había acudido a tomar medicamentos y dormir para que se me pasara un dolor de cabeza inexistente - ¿Dormiste bien?

Por lo menos rogaba porque Daniel hubiese dormido cómodamente, porque a mi se me había entumecido mi trasero en esa silla del demonio, y no quería eso para él. Daniel se veía terrible y eso me hizo sentir pesar por el pobre chico. Su ojo derecho estaba más inflamado que el izquierdo y poseía un morado oscuro que se fundía con sus ojeras. La comisura izquierda de sus labios estaba cortada por una delgada línea de sangre, que traspasaba entre ambos lados. Además, la mayoría de su rasgos estaban cubiertos por raspones.

Hice una mueca.

-Pues mas o menos, cuando te dormiste, traté de hacer lo mismo, pero me sentía ansioso – dijo -, así que encendí el televisor, pero le bajé el volumen para no despertaste.

No pude haber dormido tanto, quizás solo 2 horas como máximo ¿Cómo no me había dado cuenta de que Daniel se veía cansado? Tenía unas ojeras que acentuaban sus grandes ojos y se le caían los párpados. Él parecía tener mucho sueño por su postura y todo de él.

-Lo... lo siento demasiado, Dan – dije mirándolo fijamente

Sonrió hacia un lado e hizo un gesto con su mano.

-Tranquila, Becka, ya me hacía falta un gran puñetazo para caer en cuenta que no eres mía – dijo.

Fruncí el ceño.

-No soy de nadie, Dan – dije, y me levanté para acercarme a su camilla – y, además, no parece ser un solo puñetazo, Daniel, parece que te haya aplastado un camión.

Daniel soltó una carcajada, aunque disimuló mostrar como se tocaba el estómago al sentir dolor.

- ¿Ves? Eres demasiado buena para mí, Rebecka Rosewood.

¿Coincidencia?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora