¿Coincidencia?

Capítulo 34 - "Incómodo de ver"

"One last time 

I need to be the one 

who takes you home."

-One Last Time, Ariana Grande.

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Se deberían estar preguntando que pasó después, ¿No? Bueno, después de que salí de la cocina – hecha un tomate, claro -, me reuní con todos en la sala. Ellos habían decidido ver una pelicula y yo no me quejé. La verdad pensé podía ser una buena distracción de Nate... estaba equivocada. Para ser más clara, estos decidieron poner una pelicula, un tanto, obscena. Era incomodo para mí, los demás estaban tan familiarizados que me sorprendía; luego recordé que ellos se conocían desde pequeños y, por eso, ya habían visto peliculas así juntos. Y yo la infiltrada, como siempre.

Hubo algunas miradas fujitivas entre Nate y yo, pero, como siempre, lo disimulé muy bien. Mi ser sentía que alguien estaban mirando, yo volteaba pensando que era Nate, pero era Jared ¿Qué le pasaba a este sujeto? Digo, no había razón para que me mirara acada rato, ¿era por que lo había desafiado? No,no había manera. Cosas como esas solo pasaban en peliculas clichés.

En fin, el día cabó y todos se fueron. Mi madre llegó, le pedí disculpas y ella a mí. Todo iba bien, por decirlo así. Hasta que mi hermana empezó a aleguar.

Como de costumbre.

-¡No quiero brackets! – gritó por toda la casa.

mi mamá soltó un suspiro y yo me tapé los oido. Ni yo era tan gritona a veces... a quien puedo mentir, yo era igual.

Mi madre miró a Bella, quien estaba con los brazos cruzados.

-¡Annabell, no eres una niña de 5 años para que te pongas a hacer berrinche. ¿O quieres que te dé con la chancla?!

Mi hermana negó con la cabeza.

Mi mamá la había llamado por su nombre completo, eso era peligroso. Pero, como mi hermana era tan terca, siguió hablando.

-¿Por qué tengo que usar esas cosas del demonio? – dijo en tono defensivo.

A mi mamá ya se le estaba acabando la paciencia... eso era divertido. Corrí hasta la cocina y saqué un paquete de papitas de limón, agh no habían palomitas. Al volver, mi madre me dio una mirada de advertencia y Bella me fulminó con la mirada.

-¿Qué? – pregunté abriendo el paquete – es que no hay palomitas, ma, hay que comprar.

Mi hermana me ignoró y mi madre suspiró de nuevo. Sonreí de boca cerrada.

Volvieron a la conversación.

Mi madre no estaba tan brava ahora, solo un poco apurada. Se suponía que la cita con el odontólogo era en una hora, y ni habíamos salido para allá. Solo con decir que era al otro lado de la ciudad era mucho.

Mi hermana si tenía derecho de estar enojada, ella ni sabía que ibamos a una cita con el odontólogo.

Mi madre miró a Bella.

-Bella, Becka y Logan los usaron, es tu turno.

Era verdad, mi hermano mayor, por el que nos habíamos mudado aquí, Logan, también los había usado. Yo también los usé, solo debo decir que fue ¡el peor año y medio de mi vida!

Fue mi error decirle a mi hermana que era "unas cosas del demonio", ella se había traumado un poco por eso al parecer.

Bella hizo un puchero y yo tragué para hablar.