Capítulo 67 "Solo a un paso de la verdad"

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"Cualquier en su sano juicio se hubiera vuelto loco por ti"

N/A: Les dejo esta canción porque ya casi es NAVIDADDDDD!!!.

- ¿Qué crees que hay en este extraño artefacto? – pregunté.

- ¿En la USB? – dijo Nate.

Íbamos en el auto camino a la casa de Arlet y Blaise. Ellos, minutos atrás, nos habían mandado la dirección de su casa.

-Quería que sonara misterioso – me quejé.

Me volteé a mirar a Nate que estaba de perfil. Su nariz recta, respingada y fina se definió más cuando sonrió. Su cabello estaba húmedo y no tenía el volumen que siempre había tenido, sin embargo, eso no le disminuyó ni un poquito su belleza natural. Quería pasarle mis manos por el cabello una vez más.

-Bueno, extraña persona, ¿qué crees que hay en el dispositivo radiactivo?

Pasé mis dedos por detrás de su nuca, algo que era muy común entre nosotros.

-Mmh... tal vez alguno de esos videos que solo se encuentran en la DeepWeb.

La luz del amanecer se hizo presente y nos dio directo a los ojos, justo cuando frenamos en un semáforo. La avenida principal estaba a punto de congestionarse, aún no, pero en algunos minutos sí. Así era aquí y en cualquier ciudad grande de los Estados Unidos, los trancones eran infernales y nos hubiese tomado horas llegar a la casa de los Arlet, pero habíamos salido temprano y ya faltaban pocas cuadras para llegar.

Why Won't You Love Me estaba sonando en el auto de Nate, casi a todo volumen, aunque aún nos podíamos escuchar el uno al otro. Una melodía tan relajada y con la voz de Luke Hemming de fondo era un ambiente de lo más cómodo. Siempre con Nate me sentía cómoda, sin importar donde estuviéramos o que estuviéramos escuchando.

- ¿Acaso has visto de esos videos en la DeepWeb, Beck? – dijo Nate.

Lo miré con la boca medio abierta tratando de no cegarme mediante la luz que me estaba dando en la cara.

-Pues... pues claro que no, Nate – le dije.

Nate me miró solo para reír. Sus ojos se veían de lo más absurdo bajo la luz de la mañana, ¿eran verdes? ¿azules? Solo eran como un océano claro y profundo, con destellos blancos que hacía que brillaran.

-Solo bromeaba – dijo y yo bufé - ... o no.

-No creo que se pueda entrar a esa plataforma tan fácil – dije mirando por la ventana cuando volvimos a arrancar. San Diego se veía plano, casi sin ninguna montaña, solo escazos edificios lejanos a la avenida - ¿no crees? Además, suena súper ilegal.

Nate asintió.

-Una vez entré, – lo miré con los ojos abiertos – solo una. Fue con Jared, ambos eramos unos pubertos con mucha curiosidad. Nos descubrieron y nos detuvieron en una prisión de jóvenes por 3 días.

- ¿De verdad? – pregunté impactada.

-No – dijo volteándose a sonreírme.

Negué con la cabeza mientras Nate giraba a la izquierda a un vecindario de casas bastante lindas y grandes.

-Estate cuidadoso que puedo vender tus pulmones sanos, eh – le dije.

Nate rio mientras escuchábamos a waze decir "has llegado a tu destino" con un acento español extrañamente marcado. Miré el reloj del auto, eran las 6:08 am. Demonios, era muy temprano en la mañana y solo quería estar durmiendo en mi casita con mis cobijas. De verdad que el colegio nos quería torturar haciéndonos levantar tan temprano, ¿¡Es que no tienen vida!? Si no fuera porqué no estábamos yendo a clase ya me hubiera dormido en mi mesa a penas llegara.

¿Coincidencia?Where stories live. Discover now