Capítulo 46 - "La finca de Hayley - parte 1"

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Calor y piscina, son unas palabras satisfactorias... para alguien que disfruta del clima calido. Yo, por otra parte, siempre me había fascinado por el frío. Debido a eso, ir a un clima en donde la piel se sentía pegachenta y te quemabas hasta quedar tostada, no me llamaba la atención. Si me preguntaban porqué estaba yendo a la finca de Hayley, probablemente diría que era para no cancelarle a ella; Hayl me había invitado y yo le podía decir que no quería ir, rechazar una invitación no era lo mío. También podría decir que mi madre me obligo a ir cuando baje por las escaleras a decir que tenía un resfriado, a lo que ella me respondió que el calor me haría bien. Mi plan falló.

-Ya estoy empezando a sentir el calor – dije en el auto de Hayley.

Desesperada, empecé a abanicarme con mi mano sin ninguna respuesta. Hayley rio por la bajo y encendió el aire acondicionado a lo cual respondí con una suspiro.

-Oh, y espera a más adelante, te vas a derretir – comentó elevando mi desesperación. La fulminé – pero tranquila, Beck, hay una piscina tibia en la finca; y en la noche podemos ir al jacuzzi.

Asentí aunque sabía que no iba a pasar. ¿En serio creían que me iba a meter a la piscina? No, tampoco era lo mío. Puedo recordar que la última vez que jugué en una piscina tenía, por lo menos, 13 años, ¡oh, y fuí obligada por mi madre! Ahora que pensaba, mi madre era un tanto persuasiva y amenazante.

-¿Hay las suficientes habitaciones? – pregunté, con el aire frío en mi cara.

Claro, no podía olvidar que Thomas, Jack, Nate y un amigos más de Hayley iban también a la finca. Eramos 6 en una finca quedándonos a dormir, Dios, era mucha gente.

-Son cuatro habitaciones, ¿O no, Hayl? – ese era un amigo de Hayl.

Se llamaba Mac y yo lo había conocido el día en el cual Thomas se besó con una chica en el estacionamiento. Eso parecía ser hace años pero solo fue hace unas semanas. Mac era un chico tierno con las mejillas ligeramente sonrosadas todo el tiempo, su cabello era rubio y un poco más largo de lo normal.

-Sí, supongo que Nate dormirá con Becka – dijo Hayley. Mi mano fue contra su hombro – vale, vale, era broma.

Hayley rio y volteó a la derecha. El calor solo lograba derretirme poco a poco. Una soltera gota de sudor proclamaba salir de mi frente. Mac, quien estaba en la parte trasera del auto, asomó su cabeza por el hueco del asiento de Hayley y mío.

-¿Están saliendo? – dijo.

Es como curioso...

-No... - dije, antes de que hablara Hayley – somos amigos. O algo así, creo.

Esa era mi leve duda existencial, eso que rodeaba mi mente todo el tiempo. ¿Seguíamos siendo amigos?... ¿Yo seguía sintiendo amistad?

-Que polémico – dijo Mac, acomodando.

Yo asentí porque era verdad y Hayley solo rio. Por el retrovisor vi el auto de los Anderson el cual estaba a unos 2 metros de distancia que el de Hayley. Nate iba manejando con Thomas a su lado y Jack atrás, Nate parecía estar discutiendo con Thomas de algo mientras que Jack estaba en su celular; quite la mirada antes de que me vieran hablando.

La canción cambió y empezó a sonar Two of Us, de Louis Tomlinson. Mierda, me era casi imposible no llorar escuchando esa canción. Me acomodé en el puesto del copiloto para escuchar la música detalladamente.

Ojalá pudiera casarme con Louis Tomlinson... O con Harry Styles, o con Larry.

Una bocina se escuchó a mi lado derecho y me hizo despertar de mi bella imaginación. Produje un salto en mi puesto por el susto repentino. Mi ventanilla se fue bajando poco a poco. Miré a mi derecha y me encontré a Nate en su auto, mirando hacia delante y hacía Hayley.

¿Coincidencia?Where stories live. Discover now