22. Una conversación muy importante

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Dedicado con mucho cariño a -Arizu

Eran las cuatro bien entradas de la madrugada cuando un joven vestido de negro se deslizó con agilidad gracias a la ayuda de los soportes ondulantes de su abrigo desde lo alto de una torre de contenedores en una de las zonas de almacenaje del Puerto de Yokohama.

Al llegar abajo, continuó corriendo todo lo rápido que sus piernas le dejaban hasta que sus pulmones reventaron con dolor en una tos abrupta que le obligó a parar y doblarse en dos mientras el aire que le entraba por la garganta dolía como si le estuviesen clavando agujas a través del pecho.

Debía superarlo, debía aguantar e ignorarlo. La debilidad no estaba contemplada en él.

Y entonces el peor de sus temores, al no haberse despertado cuando había sonado el despertador a las tres, se hizo realidad.

-¡Vaya, vaya, ahí parado tranquilamente mientras nos hace esperar a todos!

Aquella voz bien timbrada, que fingía amabilidad pero con el trasfondo oscuro de quien no tiene ningún escrúpulo en ejecutar cualquier acción que le lleve a conseguir un objetivo.

El joven quinceañero se incorporó clavando sus dientes con fuerza en sus labios para frenar otra tos.

-¡Dazai-san, yo...!

-¿No estarás pensando en disculparte, verdad?

Los ojos de Dazai se entrecerraron hasta dejar solo ver una pequeña línea de sus pupilas rojas mientras su boca ponía una mueca de hastío.

-No, no, Dazai-san –el joven agachó la cabeza y se concienció para soportar el dolor de una patada, un puñetazo u otro castigo más imaginativo por parte de su mentor quien avanzó con lentitud hasta estar delante del joven, quien instintivamente cerró los ojos.

-¡¡¡¡Nunca cierres los ojos!!!

El chico los abrió de par en par mientras un incontrolable temblor le recorría la espalda.

-Siempre debes estar atento y observante ante un enemigo, siempre. Desviar la mirada como el cobarde que eres solo pondrá en peligro a aquellos con los que trabajas. ¿Entiendes, Akutagawa o debo perder la esperanza de encontrar un poco de inteligencia en tu mollera de corcho?

El susodicho afirmó varias veces con la cabeza para confirmar que no volvería nunca más a cerrar los ojos.

-Biennnn – dijo al fin su aprobado Dazai al arrepentimiento de Akutagawa lo que provocó cierto alivio pasajero en el más joven aún que no era tan iluso para suponer que se había librado de una acción correctora. -Y ahora acompáñame donde están los demás.

Akutagawa comenzó ipso facto a seguirle caminando unos pasos atrás del otro, lo que era un tanto complicado porque, a pesar del retraso que llevaban por culpa de Akutagawa, Dazai caminaba con lentitud, como distraído mientras tenía la cabeza levantada contemplando la luna.

-Tienes suerte de que haga una noche tan bella, tu tardanza me ha permitido observar cuan hermosa luce la luna esta noche.

¿Cómo? ¿Qué? Akutagawa creyó que fue el miedo lo que le hizo imaginar que Dazai suspiraba mientras ponía una sonrisa dulce mientras contemplaba el cielo. ¿Qué le ocurría a Dazai-san? Un momento. Debía ser una trampa para darle otro escarmiento si no actuaba de la forma que se esperaba de él.

Durante unos escasos segundos reflexionó en que debía decir, no podía entretenerse mucho, todas esas pruebas que Dazai-san le tendía siempre eran a contrarreloj.

Chuuya, Personal Trainer. ( Completada )Soukoku. Bungou Stray Dogs.Where stories live. Discover now