42. Corazón

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Dedicado con todo mi cariño a HikariYaehime
Escribes genial. Sigue con tu sueño. 🌹

Aviso: Contenido adulto. Descripciones sexuales explícitas.

     La jornada de la pareja más enamorada y letal de la Port Mafia empezó a las dos de aquella tarde de noviembre tras Dazai despertarse y encontrarse a Chuuya recostado de lado observándole con embeleso.

Era un forma genial de empezar el día o lo que quedaba de él.

—¡Buenas tardes! —le saludó Dazai desperezándose. —¿Llevas mucho rato despierto?

—No lo suficiente. Aún no había acabado de contemplar lo bello que estás cuando duermes profundamente.

Medio adormilado como estaba Dazai no captó bien qué quería decir Chuuya con aquella frase y sus dos ojos castaños le miraron interrogante.

—¡Ah! ¡Me encanta comprobar que a veces el demonio prodigio no controla ni entiende todo! —la risita que soltó Chuuya tenía un deje de ternura.

Sus formas de atacarse se habían mantenido pero ahora estaban llena de bromas sin maldad, un humor blanco que les unía más al retomar lo viejo y convertirlo en algo que era único entre ellos.

—Habrá que despabilarte entonces del todo para que tu cerebro de esponja vuelva a absorber mis profundas ideas —continuó Chuuya al tiempo que agarraba la colcha que tapaba a ambos y la lanzaba al suelo, luego se puso con agilidad encima de Dazai  y enganchó sus piernas a las suyas. Ambos se miraron con mucho amor antes de que sus labios se encontraran y los besos empezasen a ayudar a la calefacción del dormitorio de Dazai a templar el ambiente, y a conseguir olvidar la ola de frío que azotaba la ciudad en las puertas del invierno tan próximo.

Dos amantes desnudos, empezando a restregarse el uno sobre el otro.

Piel blanca la del uno como mármol de Carrara, con solo algunas pecas en la parte baja de la espalda y otras partes iguales de eróticas, como entre los omoplatos, en los muslos o junto las tetillas.

Piel de un tono un poco más coloreado la del otro, con el cuerpo con decenas de cicatrices e incisiones, sin ocultarlas; pues las vendas habían sido abandonadas cada vez que se encontraba con la seguridad de la compañía de su amor.

Chuuya empezó a dejarse resbalar hacia abajo recorriendo el pecho de Dazai con besos ligeros que hacían que la respiración de Dazai se entrecortase. Cuando llegó al ombligo, Dazai cerró los ojos y soltó un suspiro largo pues sabía que Chuuya iba a jugar con su lengua allí.

Entonces empezó a sonar un móvil con la melodía „ I was made for Lovin' You" de Kiss.

—¡¿Le has quitado el modo no molestar a tu móvil?! —renegó Dazai mientras el pelirrojo agarraba su teléfono de la única mesilla de noche, a la derecha, de la cual ya se había adueñado, acabando los libros y rollos de vendajes de Dazai en el suelo.

—Solo se lo pongo para dormir —explicó como de pasada Chuuya mientras consultaba quien le llamaba. —Se lo he quitado cuando me he dado cuenta que ya te habías despertado tú también.

Le gustó a Dazai que Chuuya se preocupase de que nadie interrumpiese el sueño de su pareja.

—No respondas —le empezó a pedir Dazai. A lo que Chuuya le miró molesto como si estuviese pidiéndole un imposible.

¿Por qué Chuuya debía ser tan corporativo?

—Dime Hazashi, ¿qué pasa? —la respuesta en voz neutra y con un rostro relajado de Chuuya duró apenas un instante. Lo que tardó el tal Hazashi en abrir la boca. De él Dazai había oído ya mil quejas por parte de Chuuya por lo caótica que era su forma de organizar las misiones. Era padre de cuatro niños a quienes alimentaba con su generosa paga y solo la misericordia de Chuuya hacia ellos evitaba que despidiese a su patoso padre.

Chuuya, Personal Trainer. ( Completada )Soukoku. Bungou Stray Dogs.Where stories live. Discover now