46. Sin deseo de cumpleaños

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—¡Feliz cumpleaños, Chuuya!

El cumpleañero giró la cabeza en la almohada para ver a su novio todo feliz obsequiarle con una caja de bombones.

—Osamu...

—¡Estás tan sorprendido que no sabes ni como expresar tu felicidad!

—No es eso, es que con la pluma Montblanc, las seis copas de vino Swarovski , los gemelos de oro blanco y el ramo de rosas rojas, ya has quedado más que bien.

—Nada es suficiente para mi chico.

Al mismo tiempo que afirmaba esto feliz dejaba la caja de bombones de chocolate suizo, junto a las otras cajas de regalo y la postal, en la mesa apoyada en la pared de la enfermería.

—Son solo las nueve de la mañana, quizá si descanso un poco más, Mori-san me dé el alta y podamos hacer algo juntos. No quiero que lo pases solo.

Por suerte Dazai estaba de espaldas y Chuuya no vio como los ojos de Dazai se teñían de rojo como cada vez que oía el nombre del líder de la Port Mafia.

Puso su sonrisa radiante más falsa antes de girarse.

—Tú eres el protagonista hoy y mi objetivo es verte feliz. Perdiste mucha sangre ayer y tus huesos necesitan soldarse del todo. No te fuerces. Yo solo con poder verte y comprobar que estás bien, me siento el hombre más afortunado del mundo.

Se inclinó y le dio un beso tierno en la frente.

—Duerme un poco más y volveré en un rato.

—Sin más regalos, por favor —le pidió con dulzura Chuuya.

—No me pidas imposibles.

—Eres lo peor —suspiró Chuuya mientras cerraba los ojos.

—Por eso justo te gusto tanto.

Dazai abandonó la enfermería mientras escuchaba las risitas de Chuuya amortiguadas por la almohada.
Cuando supo que ya no podía ser escuchado, agarró el móvil y llamó a la primera de las tres personas que esperan su llamada esa mañana.

—Dazai-san —escuchó la voz de su subordinado no había apenas sonado ni el primer tono.

—¿Ha hablado? —quiso saber Dazai con voz cruel.

—Aún no, solo hace que repetir que él no había tocado esa máquina desde la última revisión hace tres días y que estaba en perfectas condiciones. ¿ Lo mato?

Dazai se mordió con fuerza el labio inferior.

—Un muerto solo sirve para pudrirse, Akutagawa, no sé cuantas veces te lo tengo que decir. —Pero si es culpable...

—Si lo es y lo matas antes de conseguir que confiese que manipuló la máquina, no conseguimos nada. Córtale otro dedo de ambas manos y dile que si no desembucha, yo mismo seguiré interrogándole.

—A sus ordenes, Dazai-san.

Dazai colgó y lanzó un largo suspiro de cansancio. Al final tendría que mancharse él las manos de sangre con el encargado del mantenimiento del gimnasio.

Para intentar calmar su tormentoso espíritu hizo la segunda de sus llamadas.

Tardó bastante en responder pero era normal en alguien tan concentrado en el encargo que le había hecho. Al fin respondió.

—¡Ah, Odasaku! —le saludó Dazai con voz cantarina.

—¿Descubriste algo interesante? Dazai escuchó como Oda emitía ruiditos reflexivos al otro lado de la línea.

Chuuya, Personal Trainer. ( Completada )Soukoku. Bungou Stray Dogs.Where stories live. Discover now