Expuestos

21 3 9
                                    

Sólo una cosa hacía a Rose avanzar por los pasillos en rumbo al despacho del profesor de DCAO, su orgullo. Momentos antes había estado a punto de caer inconsciente en pleno bosque luego de pelear contra un asqueroso Mortífago y lo que era incluso peor: frente a Albus Dumbledore. La simple idea le daba energías para avanzar, había recuperado su varita con un Accio y Snape había lanzado un hechizo sobre el corte haciendo que se detuviera el sangrado y que comenzara a cerrarse. Aún estaba débil por la pérdida de sangre pero que se la llevara Adam si iba a permitir que el viejo lo notara.
Al llegar al despacho la chica liberó sus poderes como había hecho el día del baile, ignorando la desaprobación en los ojos del anciano y el estupor en los del pocionista. Sus irises se desdibujaron tornándose negros, su piel pálideció notoriamente resaltando el ónice en sus labios, comenzó a hablar mientras desbloqueaba las cerraduras con las tinieblas que se desprendían de las puntas de sus dedos, su voz simulando un extraño eco.

-Alguien ayudó a salir a Barty de Azkaban.

-Sí, así parece, hay alguien en quien puedo pensar, para que lo auxiliara. No entiendo sin embargo los motivos.

-El problema es que no sabemos desde cuándo está libre, Junior- Snape casi escupió el nombre.

-Su familia quizás- declaró la bruja abriendo el baúl por sexta vez y cerrándolo con un fuerte golpe- a veces hacemos las mayores estupideces por amor.

-¿Como liberar a un recluso de Azkaban?- sugirió Dumbledore con un brillo conocedor en los ojos.

-Sí, justo como eso- aseguró y la última cerradura cedió permitiéndole abrir el baúl y revelar la prisión del verdadero Alastor Moody- ya que he hecho su trabajo por ustedes- protestó a medida que volvía a su aspecto humano- me voy a dormir.

...

Por dormir podía entenderse que apenas vio su cama se quitó el uniforme, los zapatos y lo dejó todo tirado en el suelo antes de dejarse caer en las sábanas. La habitación le daba vueltas, y sentía un frío terrible, su sentido común le gritaba que fuera a la enfermería o que al menos tomara alguna poción para recuperarse, en ese momento sin embargo, estaba demasiado cansada.

¿Por qué rayos la cama se movía sola? Ah, no, era ella quien se movía, pero no entendía el porqué, ella no quería moverse. Había un molesto ruido también, se repetía una y otra vez, parecía acercarse y a medida que lo hacía se volvía un sonido, sílabas, un nombre, su nombre.

Se incorporó de golpe empeorando su mareo y dándole apenas tiempo para alejar la cabeza de la cama y devolver directo al piso, unas manos cálidas le apartaron el cabello del rostro y luego la sujetaron por los hombros hasta que se detuvieron las náuseas.

-¿Mejor?- Vinish le tomó el rostro para que lo mirara, le limpió la boca con un pañuelo y limpió el desastre con un movimiento de varita. Conjuró una jofaina y un vaso que flotaron ante la joven. Rose se enjuagó la boca, aún aturdida, el joven volvió a hacer desaparecer lo que habían usado y cubrió el cuerpo de su hermana de crianza desde los hombros con una de las sábanas de la cama, haciéndose un obliviate mental de la ropa interior color vino que llevaba y que tanto contrastaba sobre su piel. Estaba más concentrado en las prendas maltratadas tiradas en el suelo y en el mal estado en que se encontraba Rose.

-Algo- la joven encontró su voz al fin y se recostó en el abrazo protector de Vinish sentado a su lado en el borde de la cama- tuve una noche agitada.

-Eso pensé- él comenzó a acariciarle el cabello- ¿qué sucedió?

- Moody realmente no era Moody, un Mortífago estaba usando poción Multijugos para hacerse pasar por él.

-Simple e ingenioso, aunque no me guste admitirlo- protestó él- ¿te le enfrentaste?

-Sí, pero huyó antes de que pudiera sacarle más información.

Black's RoseWhere stories live. Discover now