21.

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Sunhee se encontraba tirada en su cama, desde aquel beso con Doyoung se sentía tan confundida, sentía que estaba perdiendo todo el entrenamiento y esfuerzo que había encontrado en la agencia, sentía que estaba perdiendo todo el decoro que la caracterizaba, estaba perdiendo todo el profesionalismo que ella tenía.

Sentía que todo por lo que sus padres habían trabajado ella lo estaba tirando a la basura, se sentía una mierda.

Por primera vez en su vida se sentía así, no quería fallarles a ninguno de sus padres, a la organización, pero necesitaba ser fuerte, por ella, por sus padres, por la organización, por Doyoung.

Un toque suave, interrumpió todos sus lamentos y pensamientos, se levantó de la cama, y trató de peinar con su mano el cabello, abrió la puerta y se encontró con Doyoung, ella lo miró avergonzada, ya que había decidido, ponerse una pijama ya que no tenía pensado salir, solo dormir un poco, ya que tenía varios días donde solo se había concentrado en la investigación de los prostíbulos del señor Song, de los que había hablado Iseul y de los cuales ella había podido dar con un par de ellos.

–¿Qué necesitas Kim? – a Doyoung le había encantado que aquel día ella lo hubiese llamado por un apodo, pero ahora lo llamaba por el apellido y era un tipo de trago amargo para él.

– ¿Me dejas pasar? – ella se hizo un lado y dejo que él pasara, el pelinegro se sentó en un pequeño borde de la cama, con todo su cuerpo tenso. 

– ¿Qué necesitas Kim? – volvió a repetir ella con un tono de voz rudo y frío, ella se cruzó de brazos, esperando las palabras de Doyoung, que parecían que no iban a salir. – Debes querer algo para haber venido aquí.

– Bueno sí. – se dignó a hablar. – Necesito hablar contigo, realmente lo necesito. – Sunhee empezó a ponerse nerviosa, tenía miedo de lo que podía pasar, que ella volviera a perder el control, pero el también merecía ser escuchado, no podía ser mala con él.

–Puedes decirlo. – él sonrió, dando una apariencia tierna, linda y dulce, tan empalagosa que antes le causaba cierto asco a ella, pero en esos momentos hacía que su corazón latiera rápido.

– Después de lo del beso he estado pensando. – ella se sentó en una de las sillas algo alejada de él. – Eres una gran chica, y realmente me encuentro en medio de un abismo, no sé qué hacer, no sé qué pensar, no sé lo que siento y mis sentimientos, y pensamientos son cada vez más confusos. – hizo un pequeño ademán con sus manos, y luego tiró su cabello hacia atrás. – Nunca había conocido a alguien como tú, y por eso tengo miedo de que seas tan diferente y especial y sigas metiéndote debajo de mí piel. – Sunhee sintió una punzada en su estómago, necesitaba ser más fuerte. – Podemos no sé... intentar conocernos más a fondo.

–Lo siento Doyoung. – empezó a decir, mientras relamía sus labios. – Pero no es lo mejor para ambos, lo mejor será dejar en el pasado ese beso.

– ¿Estás segura de lo que dices? – preguntó Doyoung cabizbajo. Sunhee asintió.

–Ahora sí Doyoung, por favor sal del cuarto. – el pelinegro la miró con ojos de cachorrito triste, trato de sonreír pero no pudo, le dolía el trato de ella hacia él, se sentía un poco ofendido, pero entendía que quizás para ella ese beso no significó lo que para el sí.

Se levantó de la cama y salió de su cuarto sin decir ni una sola palabra.

Iseul había decidido irse a una peluquería a quitarse el color rosado de su cabello, ya estaba harta de él y necesitaba un color diferente, las raíces de su cabello negro empezaron a aparecer dando a entender que ya era hora de quitárselo. Ella se sentó.

Protect Me ➳ Lee Taeyong [RESUBIDO]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora