23.

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–Necesito que me ayudes. – suplicó el chico.

–Taeyong no lo haré. – dijo Doyoung serio, no quería meterse en más problemas amorosos, ya que él en este momento estaba en uno grande. – No voy a buscar información de Iseul como si fuera un detective.

–Por favor. – volvió a suplicar y empezó a hacer pucheros. El pelinegro rodó los ojos.

–Ya te lo dije, sí quieres saber algo de ella ve y pregúntale. – habló con mucha sencillez el chico, con un tono de voz suave.

–La conozco, no me dirá nada.

–No me importa. – contestó simple, su primo lo fulminó con la mirada, Doyoung le restó importancia y comenzó a caminar.

–Jódete. – Doyoung no dijo nada, solo decidió dejar solo a su primo, él estaba mal emocionalmente, pero nadie lo comprendía, nadie lo había rechazado, hasta ahora.

Taeyong decidió irse e ir a hablar con Iseul, estaban algo distanciados desde la última vez que hablaron, y eso no le gustaba para nada a Taeyong, desgraciadamente él quería estar tiempo con ella, ya que era especial y algo rara, tan rara que era increíble.

No eres así, tu no piensas así... ¿Qué ha hecho en ti Iseul?

Sobó varias veces su sien y llegó hasta donde estaba ella, quien estaba con unos audífonos y muy concentrada en su celular, se sentó en frente de ella, y la miró intensamente.

–Hola. – al parecer ella no lo escuchaba, él tomó  de su bolsillo un pañuelo que tenía guardado y se lo tiró en la cara, de inmediato Iseul se lo quitó y lo fulminó con la mirada, ella odiaba la imprudencia y el chico era un imprudente y grande. La castaña se quitó los audífonos y bloqueó su celular.

– ¿Qué quieres? – miró hacia un lado, tratando de ignorarlo y no mirarlo, no quería tener mucho contacto visual.

–Hablar, obviamente. – él seguía mirándola tan fuerte y con tanto deseo como nunca, el hizo sus manos un puño bajo la mesa, para no cometer una maldita estupidez. – ¿Puedes mirarme para hablar como personas civilizadas?

–No. – apenas dijo.

– ¿Tendré que ir allá y besarte para que quieras mirarme y hablar? – de inmediato Iseul lo miró al rostro, le aterraba la idea de que Taeyong la besará de nuevo, de que no se concentrara y no tuviera control de ella misma. – Mejor... – ella rodó los ojos. – Sólo quiero hablar de nosotros...de nuestra infancia. – corrigió de inmediato.

–Yo no tuve infancia. – soltó con tranquilidad.

– ¿Cómo?

– Ninguna de las tres tuvo infancia, no jugamos con muñecas,  no hicimos amigos, ya sólo eso.

– ¿Por qué? – preguntó interesado, todo lo que tenía que ver con ella, le interesaba.

–Eso no te incumbe. – sabía que ella no le iba a decir nada, bueno le dijo algo, pero no lo profundizó, cosa que por dentro le molesto. – Vamos habla de la tuya. – quería que la atención de ella se fuese de nuevo a él.

–Nada interesante, hijo único que siempre estaba pegado a su mamá, hasta que ella murió. – le afectaba la muerte de su madre, pero por eso no iba a dejar de ser fuerte, su madre le hubiese encantado que él fuera un gran hombre y en el fondo quería serlo por ella, porque a donde sea que ella estuviera quería que ella estuviese orgullosa de él.  – Lloraba en un rincón de la habitación de mis padres todos los días, mi padre me llevó al psicólogo y con el tiempo pude superar la etapa de adaptación.

–Lo siento Taeyong. – él sonrió de lado.

–No hay nada que lamentar. – él dijo tranquilo.

– ¿Sabes cómo murió? – preguntó un poco interesada por el caso de su madre, sabía que parecía algo osado y desvergonzado de parte de Iseul, pero la curiosidad mató al gato.

– No sé mucho, solo sé que fue en un accidente automovilístico.

– Quiero decirte que eres muy fuerte. – ella tomó su mano, haciendo que ambos miraran sus manos. – Por haber superado la perdida de tu madre, eres una buena persona, una gran persona con un corazón algo noble. – Taeyong se rió por la última parte.

Iseul golpeó la puerta de la oficina del señor  Lee, necesitaba saber toda la historia, para comprender por qué Song quería matar a sus familiares ¿Por qué tanto odio de parte Song hacia él?, era una piezas del rompecabezas que necesitaba encontrar, para que las demás encajasen.

–Pase. – abrió la puerta. – ¿Qué hace aquí señorita Iseul? – ella se sentó en una de las sillas, para quedar frente a frente con él.

–Quiero hablar. – su mirada fuerte, su expresión dura, hacía dudar un poco al padre de Taeyong.

– ¿Le paso algo a mí hijo? – preguntó preocupado.

–Negativo señor. – ella cruzó sus piernas. – Quiero hablar sobre el Señor Song.

–No lo creo.

– ¿Sabe que sí hablamos de él podremos acabar con esto más rápido? – se sinceró Iseul.

– ¿Qué necesita saber? – dijo ya rendido.

–Quiero que me cuente... ¿Cómo conoció a Song?, ¿Qué relación tenía con él? ¿Por qué lo odia? ¿Y sí el señor Song fue el causante de la muerte de su esposa y de sus familiares? – soltó de golpe, y con poco anestesia. Él señor Lee tragó saliva.

– Ok... Conocí al señor Song cuando tenía doce años, hace mucho tiempo... Sookwan y yo éramos compañeros de clase en nuestra escuela primaria, nos llevábamos genial, con el tiempo ambos nos volvimos el apoyo del otro, nos volvimos mejores amigos. – Iseul se sorprendió muchísimo. – él se enamoró de una  chica que a mí me gustaba, antes de que el estuviera con ella, tuvimos una aventura,  luego ella lo eligió a él...Con el tiempo conocí a mi esposa, los dos fundamos una empresa que con mucho trabajo se volvió una gran empresa... Luego el entró al mundo de las apuestas, y perdió mucho... Su esposa se enfermó y me vendió su parte, no le dio el dinero y me pidió, le dije que no, ahí empezó su odio hacia mí, pero cuando se enteró de lo que entre su esposa y yo pasó, su rencor creció, no pudo conseguir un trabajo estable y entró al mundo de venta de drogas.

– La última pregunta por favor.

– Sí, él cortó los frenos de los autos en los que iban mi familia, ninguno de los que iban ese día, sobrevivieron. – los ojos del señor Lee estaban llenos de lágrimas. – Espero que le haya servido de algo. – sobó sus ojos.

– Gracias. – dijo ella se levantó. – Su colaboración, nos servirá de mucho. – ella salió de la oficina de Lee, quien después de que se fue varias lágrimas se derramaron.

Ten estaba tan pegado a la computadora, investigando las acciones del señor Lee, todo el dinero que tenía en sus cuentas, que era demasiado, era un tremendo imperio, buscó todas sus inversiones en otras empresas y eran muchas, en distintos lugares del mundo. Sus únicos puntos de quiebres eran su hijo y sus sobrinos.

– Este hombre cuando mate a sus hijos, sufrirá muchísimo... perfecto. – soltó una sonrisa, sí todo salía bien tal y como lo estaba planeando, en muy poco tiempo esos tres estarían bajo siete metros.

....

Capítulo algo corto, espero que les haya gustado.

Estoy ultimamente actualizando mucho, ya que siempre me iba a mí cueva, y era raro cuando volvía.

¡Hasta luego Algodoncitos de azúcar!

Hola Algodones mutados acabo de editar y revelé algo que nunca había hecho y que no me había dado cuenta, ¡el nombre del hombre más deseado de está historia!

¡El señor Song!

Editada el 28/06/2020.

Estoy terminando el último especial de todos.

Protect Me ➳ Lee Taeyong [RESUBIDO]Where stories live. Discover now