Capítulo 12.

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Dante.

¿Siempre sería lo mismo?

¿Cuánto más debía soportarlo?

Estaba totalmente cansado de su jodida actitud que arruinaba todo y cada día me daban menos ganas de seguir insistiendo si sabía que siempre sería lo mismo.

Hoy te hablo pero mañana te ignoró y huyo.

No podía seguir así.

Soy un Salvatore y nos caracterizamos por ser unos cabezas duras que no se rinden por nada pero últimamente Abigaíl me había sacado las ganas de todo.

Odiaba sentirme de esta forma.

- ¿Todo bien, hijo? - la voz de mi padre me saca de mis pensamientos.

Suspiro frustrado. - No lo sé - me limito a contestar.

- ¿Es por una chica? - cuestiona con seguridad sentándose a mi lado.

Nunca en mis cortos veinte años había experimentado sentimientos tan abrumadores como los que estaba viviendo en este preciso momento.

¿Qué embrujo usó esa bruja para tenerme así?

- Tengo miles de chicas que se mueren por estar conmigo ... - hago un silencio pensando nuevamente en ella

- Pero la que te interesa no quiere nada contigo - afirma mirándome.

- ¿Te costó mucho estar con mamá? - pregunto tratando de desviar un poco el tiempo.

- Años atrás era un patán, mujeriego y malhumorado enfermo del trabajo - contesta.

- Sigues siendo un malhumorado enfermo del trabajo - bromeo divertido.

- Antes era peor - asegura.

- ¿Qué sentiste cuando la viste a mamá por primera vez? - inquiero.

Papá sonríe. - Que era la mujer más hermosa del mundo, sus ojos azules me miraron con tanta curiosidad que todo mi cuerpo tembló y a la misma vez me asusté cuando nuestras manos se estrecharon - cuenta sin poder borrar su inmensa sonrisa.

- ¿Y que pasó? -

- Tu abuelo se había dado cuenta de todo y me prohibió estar con ella - responde negando divertido.

- Pero no le hiciste caso - aseguro.

- Dos años le hice caso hasta que un día una foto en un periódico malinterpretado todo llevándome a tener que mentir presentándola como mi novia para que la intensa de tu abuela deje de molestarme - sigue contando.

- ¿Y cuándo te diste cuenta que ella era la indicada? - consulto observando su cara.

- Cuando me lanzó un zapato - responde riendo.

- ¿Quién te tiró un zapato? - inquiere mamá entrando a la cocina.

- Tú cariño - dice dejando que mamá se siente sobre sus piernas.

Ella frunce el ceño confundida pero rápidamente suelta una risa golpeando divertida a papá.

- Te lo merecías Nicholas, eras muy idiota - declara dejando un beso en su mejilla.

- Sigue siendo un idiota - afirmo mordiendo mi labio para no reírme.

- ¡Dante! - se queja ofendido.

- Dante tiene razón, amor - acota mamá poniéndose de mi lado.

- ¡Isabel! - exclama indignado.

Completamente Imperfectos (9°SAI)Where stories live. Discover now