Completamente Imperfectos (9°SAI)

Capítulo 19.

¿Cómo mi corazón no se iba a derretir mirándolo?

Nos habían reunido a todos los alumnos para escuchar las ideas innovadoras de los estudiantes de ingeniería y se me era imposible sacar mi vista de Dante mientras exponía un trabajo enfrente a todos en el auditorio de la universidad. Su seguridad y confianza que transmitían me generaban muchas sensaciones en el pecho, estaba orgullosa por él.

- Toma - susurra Ian colocando un pañuelo sobre mi pierna.

- ¿Para qué quiero esto? - inquiero con mi ceño fruncido.

- Para la baba que estás perdiendo mientras lo miras - agrega divertido.

Mi cara se pone totalmente roja ante su comentario y escucho la risa de Olivia a mi lado que notablemente había oído lo que el idiota de Ian dijo.

- Deja de molestar a mi cuñada - bromea divertida.

- No me digas así - le pido escondiendo mi cara entre mis manos.

Ian desacomoda mi cabello y lo empujó para que me deje de molestar mientras la gente de atrás se queja de nuestro inmaduro comportamiento.

- Es un genio tu hermano - dice mi compañero.

- Es un súper genio - responde Oli orgullosa.

- Además de sexy - una voz detrás nuestro me hace girar para mirar mal a la inoportuna.

- ¿Acaso Dante es de tu propiedad? - cuestiona su amiga mirándome mal.

- Eres una más del montón, Abigaíl - agrega la primera chica con malicia.

Siento una pequeña opresión en el pecho que me hace girar para seguir mirando hacia adelante, tratando de mostrar que sus palabras no me hicieron efecto pero sabía que eso no era cierto. Para una persona como yo que tiene el autoestima tan bajo simples comentarios como esos me hacen generar un gran caos en mi cabeza.

Dudo de todo.

- Ella no tiene razón - asegura Olivia apretando mi mano.

No digo nada solo me pongo atenta o tratar de mostrar que en verdad estoy prestando atención a lo que dicen pero no es cierto, ya mi cabeza se armó una especie de película trágica donde soy la única víctima.

- ¡Abigaíl! - me detiene su voz cuando estoy saliendo de la universidad.

- ¿Qué pasa? - digo mirando sus ojos claros.

- Mi hermana me contó lo que sucedió - declara mirándome con atención.

- No pasó nada - contesto.

Él me mira y directamente me abraza con fuerza, todo había cambiado desde el momento en que decidí dejar que todo fluya entre nosotros, tampoco podía pasar por alto toda esa semana que me cuidó por la fuerte gripe que tenía. Entre sus brazos encontraba una paz que no sabría cómo explicarlo solo que ahí tenía una seguridad que nunca nadie me había brindado.

Él me hacia sentía única.

- Creo que te lo dije miles de veces - argumenta levantando mi rostro para que lo mire a los ojos. - No eres una más del montón, sos la única que pasaste una barrera - hace un silencio.

- ¡Hey Dante! - nos interrumpen uno de sus primos. - Está noche fiesta en la casa de campo de mis padres - agrega palmeando su hombro para luego irse sin esperar una respuesta a cambio.

- ¿Quieres ir conmigo a la fiesta? - me pregunta acariciando mi mejilla.

- No, tengo que estudiar - respondo con rapidez porque me esperaba una larga noche acompañada de mis apuntes.