Dos años después ...
Me sentía ahogada.
Mis días estaban contados con los dedos, cada vez falta a menos para volver a Francia a cumplir mi maldita condena y no tenía idea que hacer, cada vez que lo pensaba pasaba horas y horas llorando porque no quería separarme del lado de Dante.
¡No sabía que hacer!
Sentía que la vieja Abigail, esa que era antes de Dante estaba a nada a salir, mi actitud fría, mis malas contestaciones y esa idea mía de subirme a la azotea para tirarme al vacío aparecía por mi cabeza a cada rato, sentía que todos los males se terminarían en el preciso momento que acabará con mi vida.
- Preciosa - su voz, la única que me saca de mi depresión hace que centre mi atención en la jodida realidad.
Suspiro y dentro mío me digo que él no tiene la culpa de nada, yo soy la jodida en esta relación y no puedo arruinar lo poco que nos queda juntos.
- ¡Preciosa! - grita nuevamente.
Entro a la cocina para observarlo provocando que una gran sonrisa se forme en mi rostro, llevaba puesto un boxer negro y un delantal mientras servía una taza con mí té favorito.
Dante es el hombre que toda mujer le encantaría tener a su lado, estos años juntos nos ha afianzado mucho a ambos aunque tenemos nuestros días de peleas como cualquier pareja sabemos cómo encontrar ese punto para reencontrarnos y armonizar nuestro amor.
- ¿Por qué estás desnudo en mi cocina? - pregunto divertida.
- No lo estoy - afirma con una sonrisa pervertida.
- Mi sexy cocinero - afirmo acercándome a dónde está provocando que quede presionada contra la mesada y su cuerpo.
- Creo que deberíamos aplazar el desayuno - sugiere comenzando a dejar besos en mi cuello.
- Dante - suspiro tirando la cabeza para atrás dejandolo libre acceso a mi cuello.
Las caricias de él son un como un punto débil sabe cómo tocar cada parte de mi cuerpo y generar una gran combustión en todo mi ser.
- Amo que lleves vestidos - murmura. - Siempre lista para mí - gruñe cuando sus ágiles dedos corren un poco mis bragas para empezar acariciar mi centro y dos de sus dedos entran en mí y mis manos se aferran en su cuello trayendo su boca junto la mía mientras él me hace perder mi cordura dejando un gran orgasmo se apodere de todo mi cuerpo.
- Te amo - exclamo relajada aferrada a su cuerpo tratando de recuperarme de mi gran orgasmo mañanero.
- Y yo a tí preciosa - acota al observarme con esos ojos tan azules que tiene.
Debido a la pequeña distracción de esta mañana hizo que llegue justo a tiempo a la universidad, hoy tenía que rendir mi último exámen de arquitectura y vaya que mis nervios habían vuelto desde que había llegado al campus.
- Abby, hola - me saluda Olivia agitada.
- ¿Estás bien? - consulto al notar que está más pálida de lo normal.
- Si, solo me quedé dormida y estoy como a mil - contesta tomando un sorbo de su botella de arándanos.
- Pensé que no te gustaban - digo con mi ceño fruncido.
Desde que la conozco se que ella detesta los arándanos por eso se me hacía muy raro verla tomarla ese jugo con tanta satisfacción.
- Si, pero es lo único que retiene mi estómago - suspira. - Mis nervios me están haciendo pasar una semana fatal - agrega bostezando.
YOU ARE READING
Completamente Imperfectos (9°SAI)
RomanceNoveno libro de la Saga Amor Incontrolable (SAI) Dante era una caja de sorpresa. Un libro no lo podemos juzgar por su portada. Yo siempre prefería juzgar. Él siempre decía que es preferible ser completamente imperfecto a ser un mediocre que se cree...