Nunca imaginé que estar embarazada iba a ser uno de los momentos más felices de mi vida, todos me cuidan y me miman de más en especial mi esposo y mi padre, que después de enterarse que sería abuelo decidió instalarse en Chicago para acompañarnos en ese espléndido momento que estaba viviendo.
Solo faltaban días para la llegada de nuestro primer hijo y dejenme decirles que estaba súper ansiosa por conocerlo, sería madre de un niño y vaya que había soñado estos meses con una mini versión de Dante, tan parecido a su padre que sabía que me daría dolores de cabeza y nos sacaría canas verdes por su rebeldía. Mi suegra me había contado que Dante fue un bebé tranquilo, que solo comía y dormía pero que todo eso cambió cuando empezó a caminar ahí sí fue una gran revolución en la casa porque hacía las cosas más insólitas del mundo y en verdad ya imaginaba que nuestro hijo sería un total caos, ya me iba preparando para ello.- ¿Preciosa? - dice Dante al entrar a la habitación con una bandeja.
- Me leíste la mente - acoto sonriendo al ver el gran desayuno nutritivo que preparó.
Estos meses él se había puesto a investigar un poco más sobre las fases del embarazo y que sucedía dentro mío o como crecía el bebé día a día, siempre sabía más cosas que yo y me encantaba que cuando llegaramos de trabajar me contaba lo que había averiguado, será un gran padre.
- Siempre tienen hambre - comenta al ponerse a mi lado.
- Gran parte de esto - le marco mi enorme panza - es tuya - agrego divertida.
- Acepto la culpa - responde robándome un beso.
- ¡Oye! - me quejo al notar que me roba una frutilla, una total debilidad que tengo desde que me enteré del embarazo.
- Yo también estoy embarazado - contraataca robándome otro frutilla.
- Tonto - suelto una risita ante su comentario.
No se que sería de mí sin este hombre porque es lo mejor que pasó en la vida, lo más maravilloso y siempre estaré agradecida a qué nuestros caminos se cruzarán el momento justo.
- Te amo - dice él y siento como nuestro hijo me da una fuerte patada que me hace quejar. - Engendro - se agacha a la altura de mi panza para hablarle.
- ¡No le digas así! - lo regaño.
- Él sabe que es con cariño así que ahora deja de interrumpir la charla de padre e hijo - comenta riendo y él bebé vuelve a dar una patada que me hace quejarme. - Mira engendro te voy a decir que tendremos que compartir a tu madre porque ella es mía antes que tu estes ahí - agrega dejando un beso que le responde con otra patada.
- Creo que no le gustó - comento acariciando mi vientre para que se quede quieto.
- Es un Salvatore y somos un poco celosos -
- ¿Un poco? - inquiero con diversión.
- Preciosa, déjame decirte que de los dos tú eres la más celosa - afirma convencido.
- ¡Eso es mentira, Dante! - exclamo indignada.
Él suelta una carcajada al verme enojada y yo más me cruzo de brazos molesta, trata de robarme un beso pero me niego a recibirlo y en ese momento que me muevo siento como un líquido comienza a bajar por mis piernas.
- Abby - murmura al darse cuenta que rompí bolsa.
- Debemos ir al hospital - musito asustada.
- Cariño - dice parándose enfrente mío. - Escúchame, tranquila. Todo saldrá bien y si quieres golpearme por tu dolor hazlo - agrega tomando mis manos.
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Completamente Imperfectos (9°SAI)
RomanceNoveno libro de la Saga Amor Incontrolable (SAI) Dante era una caja de sorpresa. Un libro no lo podemos juzgar por su portada. Yo siempre prefería juzgar. Él siempre decía que es preferible ser completamente imperfecto a ser un mediocre que se cree...