Capítulo 13

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Mis pies se movían con velocidad entre los pasillos del instituto tratando de esquivar a cualquiera que se interpusiera en mi camino. La primera hora del día era Biología, y no quería llegar tarde, ya suficiente mala reputación tenía con el profesor Lombard, debía respetar las reglas al pie de la letra. 

Ayer por la noche, Luke me envió las preguntas en un mensaje de texto y me pidió disculpas por haberse comportado como un patán con aquel chico, aunque por parte se lo agradecía y él insistió en que si no hubiera reaccionado así el chico probablemente me hubiera pasado las preguntas. 

Hoy mi día empezó bien cuando me di cuenta de que había llegado medianamente temprano, tomé asiento en la parte del medio dejando mi mochila caer en el suelo. 

El salón comenzó a llenarse y segundos después la profesora entró con Luke detrás de ella. Mordí mis labios al fijarme que su mirada estaba perdida en algún punto no específico. La mujer acomodó sus cosas en su escritorio y se puse en frente. 

—Muy buenos días alumnos. —saludó en una sonrisa. —Solicito que dejen sus trabajos en dos pilas a un lado de mi escritorio, califico y los entrego. —indicó tomando un marcador rojo de su escritorio y se volteó para escribir algo en la pizarra. La mayoría comenzó a levantarse para dejar lo pedido por ella. 

Me levanté del asiento a dejar mi trabajo, y al ver que el rubio no había hecho lo mismo decidí poner en marcha mi plan. ¿Cómo se lo tomaría? ¿Me lo agradecería? En una de nuestras conversaciones había comentado que no le gustaba Biología, y que no le interesaba aprobarla, pero yo no permitiría eso. No dejaría que arruine su calificación. Tal vez debía ponerle más empeño en tratar de entender la materia, o si quiera hacer un esfuerzo de aprobarla, pero siendo honesta sabía que a él no le apetecía hacerlo. 

Cuando me levanté de mi asiento sentí la mirada de alguien a mis espaldas y, no tuve que voltear para saber de quien se trataba. Mi sensación me decía que era Luke. Volví a mi lugar y mordí el interior de mejilla y saqué mi cuaderno para poder anotar lo que la profesora había escrito. Tarea en el salón de clases. Bien, si el trabajo que le realicé a Luke estaba lo suficientemente bien, podría recuperar algo. Aunque sea una nota intermedia. Me giré disimuladamente y lo miré de reojo, estaba escribiendo algo, sonreí internamente al pensar que podría ser de la materia. Él levantó la vista y miró hacia el pizarrón para luego chocar la mirada con la mía, que de inmediato me giré rápidamente. 

Minutos más tarde todos estaban—o fingían—hacer la tarea. Era de encontrar algunos puntos en el libro y anotarlos en el cuaderno, algo fácil de hacerla, pero con mucho esfuerzo porque Bennet se daba cuenta y odiaba los copie y pegue. La profesora empezó a dar los trabajos llamando uno por uno para fuera a buscarlo y decirles en qué habían fallado o que tan suficiente había sido. Me llamó con una voz suave y fui a recogerlo. Pude visualicé el nombre del alumno que seguía después de mí; comenzó a latir mi corazón con fuerza y me senté sin hacer contacto con mi compañero de atrás. 

—Luke Reinhard. —la mujer lo llamó con su voz suave. 

Si mi estado emocional hubiese estado descontrolado, literalmente estaría debajo de la mesa escondida. Mi boca se había secado y miré como el rubio se levantó y se acercaba con pasos lentos frunciendo el ceño hacia la profesora quien sostenía una carpeta mirándolo. La cara de confusión de Luke era impresionante, y yo sonreía por dentro. Era lo menos que podía hacer por él; ayer había salvado mi trasero tres veces. Se la debía. Y no solo, si no que, realmente quería hacerlo. Quería hacerle saber que él me importaba.  

—¿Sí? —preguntó en un susurro no muy seguro. 

—Muy buen trabajo, estoy impresionada de ti. —la profesora le regaló una sonrisa de orgullo extendiendo la carpeta hacia el ojiazul. 

I M A G I N E [LIBRO 1] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora