Capítulo 20

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El estómago me daba una de esas volteretas a las que voy a tener que acostumbrarme, ya que al parecer es uno de los efectos secundarios que me produce verlo. Hoy no fui al instituto porque debía entregar un trabajo práctico para la clase Biología mañana, y no había ni siquiera empezado y eran cuarenta y siete preguntas. 

Me encontraba estudiando en la misma habitación en la que estuve con él ayer, y aunque sé que es exactamente igual, no puedo evitar mirarla con otros ojos, con el recuerdo de Luke adentro de ella, besándonos, parece estar mucho más viva.

Quería y debía concentrarme en aquel maldito trabajo y solo podía pensar en el chico; dejé a un lado el cuadernillo de texto y mi libreta y encendí la televisión. Había pasado todo el día haciendo las preguntas y tan solo había hecho hasta la cinco, ya estaba exhausta. De repente, recordé a Isaak y mi propósito de ser de nuevo la novia de Nathaniel, si supone que seríamos como lo éramos antes, ahora estaríamos viendo los tres Marvel, yo haciendo el trabajo práctico mientras uno lee revistas sobre deportes y el otro sobre mecánica y tecnología.  Pasé mis manos sobre mi rostro y refregué mis ojos, decidí y en busca algo para comer, pero unos pequeños golpes me sacaron de órbita, miré la hora y el reloj colgado de la cocina anunciaban las ocho de la noche. No tenía la menor idea de quién podía ser a esta hora. Por un momento me ilusioné y pensé en Luke, pero la sonrisa y mis expectativas se esfumaron al ver a Nathaniel en la puerta sonriéndome quien sostenía varias películas VHS y dos chocolates Cadbury de frutilla. —Mi favorito. —Lo hice pasar dudosa y él entró dejando en la mesita de estar las cosas. Me escaneó de arriba abajo con una amplia sonrisa, ¿cuándo mierda iba a dejar de sonreír tanto? Me ponía incómoda su sonrisa. No sé porqué me daba la impresión de que estaba un poco ebrio. Lo conocía demasiado bien cómo para no darme cuenta de ello. 

—Me encanta esa fachada, ángel.  Deberías vestirte así más seguido. —guiñó un ojo y abrió uno de los chocolates, lo cortó por la mitad y se llevó el pedazo a la boca. —¿No vienes? Traje películas infantiles, como las que te gustan. 

Sonreí y me acerqué a él. Nunca logré a entender el efecto que Nathaniel tenía en mí, hasta ahora, no era el mismo que el rubio; era como una especie de manipulación, sentía miedo al negarme ante algo que dijera, hiciera o propusiera el castaño que tenía ahora frente mío sonriéndome despampanante. Y aunque sea ahora tenía la valentía de admitírmelo a mí misma. 

—¿Quieres algo de tomar? —propuse con incomodidad. 

Él negó con la cabeza, se levantó rápidamente del sillón y acercó a mí pegándome a su cuerpo. Me puse nerviosa por la cercanía en la que nos encontrábamos, y no era el mismo nerviosismo que provocaba estar en esa situación con Luke, si no más bien, era miedo. Mi cuerpo sintió como una serpiente se apoderaba de él, haciendo que me tensara por completo. 

—¿Te molesta si decido besarte en vez de tomar algo? —no respondí, estaba aterrorizada, sus ojos estaban llenos de lujuria y perversidad. —Voy a tomar eso como un sí, Vogler. —susurró en mi oído, mi apellido no sonaba igual saliendo de él. Lo tomé prácticamente como un insulto. 

Nathaniel se acercó a mí, relamió sus labios y presionó nuestros labios. El beso era rápido, su lengua viajó por toda mi boca provocándome querer vomitar por el sabor a alcohol que había en ella. 

Logré separarme de él, pero fue más rápido e hizo fuerza para acorralarme nuevamente ante su cuerpo, esta vez me golpeó contra la pared. Su mano comenzó a subir con brusquedad mi remera y su tacto frío me dio una sensación de escalofrío, quería moverme, pero ni siquiera era capaz de respirar. Después bajó sus labios a mi cuello haciendo que sintiera su notable olor a alcohol, mi cuerpo temblaba y las lágrimas de mis ojos comenzaban a caer lentamente. 

I M A G I N E [LIBRO 1] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora