Capítulo 16

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Estábamos en camino a su cobertizo, nos habíamos ido del instituto y aunque eso me traería graves problemas con mi madre, creía por un segundo que por el rubio lo valdría. Después de lo ocurrido ayer, él y yo nos quedamos en el mismo lugar hablando durante algún tiempo hasta que se calmara y sus ojos dejaran de estar hinchados. La herida de su labio seguía siendo notable, y la de su ceja también, aunque ya estaba cada vez menos visible, y cicatrizado.

—En mi lista de sueños tengo resaltado escribirme una carta que leeré a los 50 años. —pronuncié con una sonrisa mirando hacia la nada.

—No sé qué es más ridículo, que tengas una lista de sueños o tu sueño. —Luke carcajeó. 

—Al menos uno ya se ha cumplido. —presumí sonriendo.

—¿Ah sí? ¿Y se puede saber cuál? —inquirió elevando la comisura de sus labios. 

—Hacer que rías. —confesé. 

Por un segundo pensé que se enojaría y que su rostro cambiaría por completo a uno serio y sin ganas de seguir escuchándome o incluso insultarme, su rostro si cambió, pero no de esa forma, en lugar de eso, su sonrisa se hizo aún más grande causando que su hoyuelo se remarcara con más profundidad. 

—Tienes serios problemas, Vogler. —volvió a reír. 

—¡Lo he cumplido dos veces! —chillé de emoción. 

Nuestras carcajadas se unieron creando un perfecto sonido para mis oídos, sabía que la suya hacía de este momento aún más especial. Él se detuvo intentando recuperar su respiración, y una vez que lo consiguió habló: 

—Dime, ¿Cuáles son los demás sueños en esa lista? —preguntó curioso levantando una de sus cejas. 

—¿Seguro que quieres saber? Puede ser aburrido. —advertí, sabiendo como era Luke aprovecharía cualquier cosa para reírse de mí de manera tan grosera. 

—Totalmente. —aceptó. 

—Bien. —asentí con la cabeza. —Practicar paracaidismo, esquiar en la nieve, estar en dos estados al mismo tiempo, ir a Disneyland, pintar una furgoneta amarilla con flores hawaianas de color rosa y luego conducirla, hacerme un tatuaje, nadar en el agua en pleno invierno, comer chocolates de diferentes sabores sin saber de qué son y dejar que me sorprendan, aprender a tocar un instrumento...—enumeraba cada uno de ellos con mis dedos, Luke solo me miraba enternecido, sus ojos tenían una pizca de diversión, me prestaba toda la atención o al menos eso fingía, pero me estaba escuchando y eso me ponía feliz. —Mirar las estrellas por un telescopio, reconocer al menos cinco constelaciones, enviar un mensaje en una botella, también me gustaría encender fuegos pirotécnicos...

—¿Qué? ¿Nunca has encendido ninguno? —Luke preguntó incrédulo interrumpiéndome. —¡Por Dios, Vogler!

—¡Si lo he hecho! Pero me asusté, lo tiré al pasto que estaba mojado por el rocío y no pude prenderlo más. Aparte, ¡mi madre es una paranoica con respecto a eso! —me defendí. —Ahora dime tú, ¿Cuáles son tus sueños Luke?

—Yo no creo en esa mierda. —respondió al instante sin pensarlo.

—Ay, ¿por qué?

—¿Para qué tenerlos? La mayoría de ellos son rotos, o nunca se cumplen. Es una excusa que crea la gente para seguir una meta con la cual seguir adelante y darle sentido a la mierda de vida que llevan, ¿para qué vivir a base de mentiras? Los sueños fueron creados para ocultar la realidad que de verdad existe. —su voz sonó tan dura que me dio a entender que no siguiera, sin embargo, seguí intentándolo. 

—Uno se cumplió, y has sido tú quien lo hizo. —hablé en un susurro.

—Oh sí. —dijo con sarcasmo revoleando los ojos. 

I M A G I N E [LIBRO 1] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora