Capítulo 23: Presentaciones formales

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Le habría gustado que ocurriera antes de quedarse embarazada, que Jade hubiera querido presentarle a su madre por ella, y no sólo por el niño que tendrían.

—¿No te dije que nos volveríamos a ver? —Norma Badwi le dio dos besos en las mejillas, cuando salió a recibirlas en el amplio vestíbulo de la magnífica villa siciliana.

—¿Le dijiste eso? —preguntó Jade—. ¿Cuándo?—

—Tú ya te habías ido a sentarte a nuestra mesa. Yo me había fijado en las miradas que le echabas a Perrie y a su acompañante cuando nos presentaste, después durante toda la cena... Y como te conozco muy bien, intuí que había algo. Aunque también pensé quizá estuvieras viendo al chico, pero no parecías querer quitarle la mirada de encima a esta adorable rubia, me extrañó que la novia de mi hija estuviera en un restaurante con alguien más —sonrió a Perrie—. Cuando Jade me contó por qué no te conocíamos a pesar de llevar seis meses juntas me quedó todo más claro.—

—¿Ah, sí?—

—Pues sí. Y si alguien es lo bastante tonto como para mantener en secreto una relación como la suya, merece ver a su pareja con alguien más de vez en cuando; aunque estoy segura de que a Jade le habría bastado una sola vez para enmendar su error.— Jade se echó a reír.

—Como siempre, te las sabes todas, mamá. Ya le había prometido que no volvería a bailar con otra.—

—Ah, lo de las fotos —Norma sonrió a Perrie—. Eso tuvo que dolerte.—

—Pues sí.—

—Me sorprende que accedieras a casarte con Jade.— La castaña miró a su madre con reproche.

—Mamá...— Pero Perrie sonrió.

—Aún no lo he hecho; pero le he prometido que me lo pensaría.—

—¿Por el bebé? —preguntó la mujer mientras las conducía al salón.

Perrie se sentó en una butaca de terciopelo rojo oscuro, y Norma ocupó una butaca idéntica al otro lado de una mesa pequeña. Jade se sentó en el sofá.

—Entonces, dime... ¿estás pensando en casarte con mi hija por el bebé?— Al ver la vulnerabilidad reflejada en la mirada de Norma, Perrie decidió que, fueran cuales fueran los sentimientos de Jade hacia ella, no pensaba fingir.

—Si me caso con ella, no va a ser sólo por el bebé. Yo quiero a su hija.— Norma asintió, claramente complacida.

—Sí, ya lo veo. Tu modo de mirarla la otra noche, o más bien de evitar su mirada, me resultó también revelador.—

—Los que estaban conmigo a la mesa no se dieron ni cuenta.—

—¿Ninguno? Qué raro... —comentó Norma.

—Bueno, Alex, mi acompañante, se dio cuenta de que Jade no había dejado de mirarlo. Me dijo que tuviera cuidado con ella.—

—Un hombre muy listo. Quiero mucho a mi hija, pero esa fama que tiene... —dijo Norma, como si Jade no estuviera delante—. Ay, ay, ay...—

—¡Mamá! —protestó Jade.

—¡Como si Perrie no lo supiera! Creo que ha sido muy valiente enamorándose de ti.— Perrie no sabía si reír o llorar. La mujer no tenía ningún tacto delante de su hija, aunque seguramente lo haría a propósito.

—Yo amaba a su padre, sabes —le dijo Norma a Perrie—. Aunque el amor no quita el dolor, eso debes saberlo.— Jade se puso pálida y miró a su madre con fastidio.

—Mamá, Perrie aún tiene reservas a la hora de decidir si quiere casarse conmigo; no hace falta que tú le añadas más.—

—Me alegro. Yo me casé con tu padre con los ojos cerrados y luego pagué por ello; pero ella no va a ser tan tonta.—

—¿Cree que Jade podría tener una aventura? —preguntó Perrie, pues necesitaba saberlo.

Jade maldijo entre dientes. Norma sonrió a su hija con afecto antes de volverse hacia Perrie.


Volví, mi semestre acabo, todo se puede ir alv... Jajaja les dejo un pequeño maratón por la espera y la paciencia.

MGS

El secreto de la princesa|| Jerrie ✔️Where stories live. Discover now