Capítulo 34.

8.3K 618 56
                                    

NARRA DANIEL.

Quedó impactado, no se cómo pero Rosanna está plantada delante de nosotros y se que está apunto de estallar.

ROSANNA: ¡Sabía qué estabas con esta zorra! -Grita-
YO: Rosanna por favor, estamos en un hospital y es bastante tarde como para que te pongas a gritar como una histérica.
ROSANNA: ¿¡Histérica!? Me estás engañando con esta zorra desde que llegamos a España ¡Atrévete a negarlo!

Me levanto para agarrarla y detener su ataque de histeria, temo por lo que pueda hacer en contra de Kendall.

YO: No te he engañado en ningún momento, nosotros ya no estamos juntos ¡Ya no!
ROSANNA: Todo por ella, por una adolescente que está al borde de la muerte, nunca pensé que llegarías a tener tan poca profesionalidad ¡Qué dejarías de tener ética! Pero si, te revuelcas con una niña y lo peor no es que esté en medio de su adolescencia, lo peor es que puede morirse en cualquier momento ¡Por qué está enferma!
YO: No te permito que sigas insultándola así, ni que intentes machacarla con su enfermedad ¿No tienes corazón? -Pregunto totalmente decepcionado-
ROSANNA: Tú eres el que no tiene corazón, el que está totalmente enfermo ¡Es una niña!

Sujetándola el brazo la saco de la habitación para que ella no siga escuchando todas las barbaridades que Rosanna está diciendo, solo busca martirizarla y Kendall ya está lo suficientemente deprimida e insegura para que ella encima la machaque más.

ROSANNA: Suéltame.
YO: Cállate.

La subo en el ascensor y lo detengo para poder hablar con ella sin que nadie escuche sus berridos.

YO: Escúchame con atención Rosanna, pero escúchame de verdad.
ROSANNA: Me has engañado. -Solloza-
YO: No voy a decirte que no has visto lo que evidentemente es la realidad, pero por favor, entiende que yo no siento por ti lo que tú dices sentir por mi, puedes pagarlo conmigo, gritarme, golpearme si quieres pero a ella no la martirices porque es la única persona inocente en esta historia.

Ella ríe sarcásticamente, pega varios golpes en mi pecho hasta que le sujeto las muñecas.

ROSANNA: ¿Inocente? Ella sabe que tú tienes pareja y ahí estaba, besándose contigo sin importarle el daño que iba a causarme ¡Y tú! Hace menos de un día que me has dejado y ya estás revolcándote con tu amante -Reprocha llena de ira-
YO: Lo nuestro estaba roto y no por ella, estaba roto porque nunca sentí que te quería, no se porque he estado contigo un año, tampoco sé si alguna vez sentí amor, pero entiende que lo único que quiero es ser feliz. -Suplico con las manos juntas-
ROSANNA: ¿Y mi felicidad no importa?

Le doy al botón para que el ascensor se ponga en marcha.

YO: Ese es el problema, tú siempre has mirado por tu felicidad, por lo que tú querías y no por lo que no anhelaba, no por mi sueño, no por lo que me hacía feliz.

Saco las llaves de mi coche y se las entrego.

YO: Vete, yo volveré mañana a casa en taxi.
ROSANNA: No puedes dejarme aquí para irte con ella.
YO: Ya basta Rosanna, no entrarás más a la habitación de Kendall.

NARRA KENDALL.

En silencio, pensando en todo lo que acaba de ocurrir y con un enorme sentimiento de culpa que me atrapa, me hiere y me frena totalmente con Daniel.

DANIEL: Perdón. -Levanto la cabeza al escucharle y me encojo de hombros-
YO: Da igual.

Se acerca, pasa la mano por mi rostro y desvío la mirada.

DANIEL: No tiene razón en nada de lo que ha dicho.
YO: En algo si.
DANIEL: No.
YO: Puedo morir en cualquier momento.
DANIEL: No vas a morirte.

Regreso la mirada a sus ojos y muevo la cabeza.

DANIEL: Es cierto que lo hemos dejado hace apenas unas horas pero no.. no tenía que venir aquí a martirizarte.
YO: Esta sufriendo por mi culpa. -Digo rota-
DANIEL: Es por mi culpa ¿Vale? Tú no tienes nada que ver en mi decisión.

Quiero, deseo preguntarle porqué pero no lo hago, me quedo con la duda en la punta de la lengua.

YO: Quiero dormir.
DANIEL: Vale, mañana tenemos que hablar de algo muy importante.
YO: ¿De qué? -Pregunto prestándole atención-
DANIEL: Tengo que operarte.
YO: ¿Qué?
DANIEL: Necesitas un catéter.
YO: ¿Eso qué es? -Pregunto llena de miedo-

DANIEL: Un tubo por el que será más fácil inyectarte, sacarte sangre o hacer la quimioterapia, no te preocupes.
YO: Pero..
DANIEL: Es por tu bien, dejaremos de pincharte en los brazos -Toca mi barbilla- mañana le explicaré todo a tus padres ¿Vale?

Asiento con la cabeza.

Tomo su mano, da media vuelta y trago saliva.

YO: Yo..
DANIEL: Descansa ¿Si? Hablamos mañana más tranquilos.

Deja un beso sobre mi frente, un beso que me hace sentir algo sin necesidad de palabras, es como si dejara sobre mi frente un: "Voy a cuidarte."

NARRA JESÚS.

Ana y yo pasamos la noche juntos como si nunca nos hubiéramos separado, riendo, besándonos, acariciándonos, queriéndonos como la primera vez que pasamos la noche juntos.

ANA: Fuimos tontos por dejar esto.
YO: Necesitábamos un tiempo.
ANA: Si, pero.. -La callo con un beso-
YO: Tomemos esto como un nuevo comienzo.

Rodea mi cuerpo con sus brazos y yo hago lo mismo abrazándola a ella.

ANA: Te quiero.
YO: Yo te quiero mas a ti.

De repente escuchamos un fuerte portazo seguido de varios golpes.

YO: La loca.
ANA: Jesús, tu hermano la ha dejado.. esta bastante mal.
YO: Se ha enamorado de otra persona, no es culpa de él, nadie puede elegir como, cuando o de quien se enamora.
ANA: ¿Tú crees qué está enamorado?
YO: Si, lo creo.

Rosanna sigue golpeándolo todo como loca hasta que decido levantarme para detenerla o romperá toda la casa.

YO: Espérame aquí. -Le Digo mientras me visto-

Salgo fuera después de vestirme, agarro a Rosanna que acaba aferrada a mi llorando a moco tendido.

ROSANNA: Se estaba besando con ella.
YO: ¿Cómo?
ROSANNA: He ido a decirle cuatro cosas y lo he encontrado con ella, besándose, él.. él la quiere.
YO: Rosanna.
ROSANNA: Tú sabías todo esto ¿Verdad?
YO: No.
ROSANNA: ¡Estoy cansada de tantas mentiras!

Saca la maleta de su habitación.

ANA: Rosanna.
ROSANNA: ¡Me voy!

Me sorprende que ella misma decida marcharse, aunque algo me dice que no se ha rendido, que esto sólo es una pequeña tregua.

ANA: Dejemos que se vaya.

NARRA KENDALL.

En mitad de la noche empiezo a sentir escalofríos, a sentirme muy mal, presiono en botón unas cinco veces hasta que una enfermera entra y me descubre apunto de levantarme.

ENFERMERA: Kendall detente.

YO: Me siento muy mal. -Digo débil- Llama a Daniel, por favor.

Ella aprieta el botón que utilizan para avisar a Daniel de una urgencia e intenta calmarme pero todo empeora cuando de un momento a otro empiezo a sangrar por la nariz.

Hasta el último suspiro. ®Where stories live. Discover now