Capítulo 85.

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NARRA KENDALL.

No quiero escucharlo pero tengo que hacerlo, no existe otra manera de aceptarlo.

DOCTOR: No, no podrá tener hijos.
ALEXA: ¿Y cómo sabemos qué no es Una mentira? -Le pregunta. Bajo la cabeza y suspiro-
DOCTOR: Aquí tienes los resultados para que los veas por ti misma. -Responde- Tener desconfianza no solucionará nada.
YO: Nada puede solucionarlo. -Digo seria aguantándome las lágrimas- Es lo que tiene el cáncer, te destroza la vida de una manera u otra, pero lo hace.

Entra Daniel después de golpear la puerta para avisar su entrada. Es cierto que ha golpeado a Muñoz, el golpe de su rostro es la prueba de ello.

DANIEL: Hola.
DOCTOR: Me voy para que puedas hablar con tu pareja a solas.
DANIEL: Me alegra que por fin puedas decirlo sin temer por tu trabajo.

Muñoz se va. Alexa se queda a mi lado abrazándome.

DANIEL: Hey -Pone los dedos en mi barbilla- ¿Qué pasa?

Alexa le entrega el papel de los resultados. Los revisa, no es difícil para entenderlo todo.

YO: Soy infétil -Encojo los hombros- El cáncer nunca va a dejar de destrozarme la vida.
DANIEL: El cáncer no va a lograr que vivas infeliz.
YO: Dani..
DANIEL: No pienses en los hijos, tienes dieciocho años, piensa en disfrutar, en viajar, en compartir momentos conmigo, ya tendremos tiempo de buscar una solución u otra alternativa.
YO: No sabes lo que me duele saber que no podré ser madre por mis propios medios y que tendré que buscar otras alternativas para serlo.
DANIEL: Preciosa -Susurra dulce- dejemos estos papeles lejos para que no influyan en tu cumpleaños ¿Si?
YO: Mi cumpleaños.. -Pongo los ojos en blanco-

ALEXA: Daniel tiene razón, ya tendrás tiempo de preocuparte ¿Por qué te has empeñado en saberlo hoy?
YO: Porque en el fondo ya lo sabía. He conocido a tanta gente aquí, gente que como yo han estado al borde de la muerte y me han contado que la radioterapia produce infertilidad, quería saberlo, estar segura de ello para que después no me doliera más.

Dani me besa. Me hace sentir mejor con tan solo tocarme, se que no me abandonará aunque sea mi mayor miedo por siempre.

DANIEL: Estas ganando la guerra, no te deprimas ahora, no abandones. No sé cuán duro puede ser pero si se que puedes soportarlo, eres la chica más fuerte que conozco y no me creo que de un momento a otro dejes de serlo.
YO: Quiero que seas feliz.

Ríe. Me da varios besos seguidos y deja la nariz sobre la mía.

DANIEL: ¿Quién te ha dicho qué no soy feliz? ¿No me ves? -Pregunta tierno. Acaricia mi hombro derecho con la yema de los dedos provocándome un escalofrío que me recorre desde la cabeza hasta los dedos de los pies-
YO: Te quiero Doctor Oviedo.
DANIEL: Yo también a ti.

ALEXA: Echo de menos a Manu. -Dice ella y reímos-

DANIEL: Que sepas que cuando me he enterado estaba medio borracho.
YO: ¿Enserio?
DANIEL: Me he asustado cuando Alexa me ha contado que te estaban haciendo pruebas y que no sabía de qué.
YO: Podría haber sido de cualquier cosa.
DANIEL: Por eso me asusté.

Recuerdo la visita de Rosanna y me acomodo en la cama para escuchar todo lo que me diga con claridad.

YO: Cuéntame.
DANIEL: Casi lo olvidaba. -Impulsa su cuerpo apoyándose en la cama y se sienta en la cama-
YO: ¿Qué hacía tu ex novia en la puerta de tu casa?

ALEXA: Creo que.. me voy a.. me voy.

Nos deja solos para que aclaremos todo o más bien para que Daniel aclare todas mis dudas e inseguridades.

DANIEL: Dime que estás pensando.
YO: Pues que quiere reconquistarte.
DANIEL: Me dijo que me quiere, pero no sé paso por mi casa especialmente para decírmelo.
YO: ¿Y qué quería? ¿Seducirte?
DANIEL: Aclararme lo que ocurrió cuando intentaron matarme.
YO: Quería darte pena.
DANIEL: Su tía quiere matarla por haberla traicionado con la policía.

Cruzo los brazos.

YO: No creo que lo hiciera, es extraño que Rosanna pagase todo y su tía se fuera con las manos limpias.
DANIEL: ¿Qué quieres decir?
YO: Francesca fue el cerebro de lo que te hicieron, es imposible que consiguiera salir de comisaría sin ningún tipo de problema o antecedente.

Pasa la mano por mi alrededor y deja un beso en mi cabeza. Un beso lleno de amor, paz.. ternura y protección.

DANIEL: Jesús la echó de casa en cuanto la vio.
YO: No tiene porqué meterte en problemas si es cierto que la loca de su tía quiere hacerle daño.
DANIEL: Tampoco puedo estar como si nada ¿Y si es cierto? Quedará en mi consciencia si algo malo le ocurre. -Dice y suspiro. En cierto modo tiene toda la razón-
YO: No será tu culpa.
DANIEL: Dejemos de hablar de Rosanna, es tu cumpleaños, dime qué quieres hacer.
YO: Puedo hacer poco, no me dejan levantarme de esta estúpida cama porque puedo tener mareos.
DANIEL: Pero si puedes quedarte aquí y hacer de ella menos estúpida.
YO: ¿Qué? -Pregunto riendo-
DANIEL: ¿Qué te parece si vemos un maratón de películas y comemos como cerdos?

Empiezo a reír ¿Comer como cerdos? Será idiota.

YO: ¿Chocolatinas? ¿Palomitas?
DANIEL: Todo lo que quieras.

Nos besamos. Somos interrumpidos por el chirrido de la puerta al abrirse.

PAPÁ: ¿Qué haces aquí?
YO: Es mi novio.

MAMÁ: Tu padre venía a pedirte perdón por haberse interpuesto tanto en tu felicidad.

No estoy tan confiada como mi madre en que sus disculpas sean ciertas. Daniel sin embargo alarga la mano para firmar la paz entre los dos.

DANIEL: Podemos intentar llevarnos bien.
PAPÁ: Si. Yo puedo intentar conocerte.
DANIEL: No hemos empezado con buen pie, escondimos nuestra relación y se enteró de una manera que no debía, pero podemos empezar de cero.
PAPÁ: Tengo que admitir que lo que has hecho por mi hija ha sido una demostración evidente de todo lo que sientes por ella.

Echo la cabeza en el hombro de Daniel.

DANIEL: La quiero, se lo dije antes y se lo digo ahora. Mis intenciones no son malas, quiero cuidarla y estar con ella.
PAPÁ: Ha habido muchos casos de hombres que han engañado a jovencitas para acostarse con ellas y después abandonarlas.
DANIEL: No es mi caso.

YO: Lo irónico es que tú querías echar a Daniel de mi vida para que Mark consiguiera reconquistarme, pero te recuerdo que Mark me abandonó cuando supo de mi enfermedad y Daniel ha estado a mi lado en todo momento, durmiendo en una silla, pasando noches en vela a mi lado, llorando como un niño pequeño cuando creyó que me perdía y gracias a él tengo una posibilidad de recuperarme.
PAPÁ: Me equivoqué.
DANIEL: Yo quiero a su hija con toda mi alma Raúl, es la mujer de mi vida.

Hasta el último suspiro. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora