Capítulo 100.

6.4K 484 61
                                    

NARRA KENDALL.

No sé si esto es normal o no, pero si se que por nada del mundo voy a estropear nuestro momento. Me limpio la sangre lo más rápido que puedo en la cocina y busco la manera de hacer lo mismo de la sabana. Si Daniel lo ve es capaz de enfadarse por esta intentando ocultárselo.

Sale del baño. Me siento encima de la mancha y le sonrío. Dios.. soy un desastre mintiendo y disimulando.

DANIEL: ¿Por qué esa cara? -Pregunta secándose el pelo con la toalla.

YO: ¿Te has dado una ducha sin mi? -Pregunto tratando de cambiar de tema. Mueve la cabeza confirmándolo y me hago la enfadada.

DANIEL: No sabía que querías ducharte conmigo -Gatea por la cama. Aún tiene la toalla y está mojado, lo que lo hace verse mucho más atractivo- Puedo actuar como si no me hubiera duchado y podemos ducharnos juntos.

Me besa suavemente y juguetea con mis labios hasta que me hace sonreír. Quiero ir con él y aceptar su propuesta pero... si me levanto corro el riesgo de que vea la mancha.

YO: No, ya no vale.
DANIEL: Si que vale.

Me coge en brazos. Pone mi cuerpo sobre su hombro y sin importar que patalee, me lleva hasta el baño. Trato de escapar pero me lo impide cerrando la puerta.

YO: Que te estes quitando la toalla tan.. seductor, no conseguirá nada.

Deja caer de su cintura la toalla quedándose totalmente desnudo ante mi, otra vez.

YO: No -Digo riendo colocándole seguido la mano en el pecho-
DANIEL: Tú también estás desnuda.

Bajo la mirada hasta mi cuerpo, si, es cierto. Da un paso hacía delante y me rodea con sus brazos. Consigue acorralarme y hacerme entrar en la ducha sin ni siquiera fuerza. Nos besamos bajo la ducha. Es cierto que debería decirle lo que me está pasando pero no quiero destruir su felicidad, no quiero ser de nuevo la culpable de que todo acabe.

DANIEL: ¿Ahora si? -Susurra-
YO: Mucho mejor. -Susurro-

NARRA ALEXA.

Manuel no se separa de mi lado. Él permanece incluso aguantado los comentarios fuera de lugar de mis padres.

YO: Papá, mamá, quiero que os vayáis.

Los dos me miran sorprendidos, aunque no sé de qué se sorprenden, está claro que prefiero mil veces estar con Manuel, ellos solo me dicen lo que no debí hacer el día del accidente y no dejan de reclamarme.

MAMÁ: No vamos a dejarte sola.
YO: No estoy sola, estoy con mi novio.
PAPÁ: No es por ofender, pero por culpa de tu novio casi te mueres. -Ataca mi padre logrando que Manuel agache la cabeza-
YO: Un momento, no voy a permitir que lo ofendas ni que lo acuses de nada. La moto es mía, yo sé la dejé, en todo caso es mi culpa por no repararla ¿Qué os pasa en la cabeza? Culpar a Manu solamente porque no os cae bien no es lo que me habéis enseñado.
MAMÁ: Tu padre no ha querido decir eso.
YO: Si, si ha querido y se que habéis estado acosando a su familia fuera, que habéis estado culpándolos ¿Os gustaría estar en su lugar? ¿Qué sus padres me culpen a mi por qué casi mato a su hijo?

Niegan con la cabeza. Paso la mano por la nuca de Manuel logrando que levante de nuevo la cabeza y deje de estar avergonzado por algo de lo que él no es responsable.

PAPÁ: Lo siento. -Le dice- No quería ofenderte.
MANU: Quiero a su hija y si hubiera estado en mi mano, ella no habría estado en coma en ningún momento.

Los dos se marchan dejándonos solos. Mis padres son bastante estrictos, ni siquiera saben que no soy virgen, creo que si lo dijera empezaría la tercera guerra mundial.

YO: Oye.
MANU: Dime.
YO: Te quiero. -Me besa- Mucho, muchísimo.
MANU: No te enfrentes a tus padres por mi.
YO: Lo hago porque te quiero y porque no tienen derecho a culparte de algo así.
MANU: No se que habría hecho sin ti feita.
YO: ¿Me habrías olvidado?
MANU: No te he olvidado desde primaria ¿Crees qué te olvidaría ahora qué te quiero más qué antes?

YO: Ven aquí.

Lo abrazo. No sé cómo no me declaré antes, como no me di cuenta antes de todo lo que sentía por mi, me habría ahorrado tantos desamores...

NARRA KENDALL.

Decidimos salir en coche por la cuidad. Merendar fuera, ir al campo, todo aquello que por fin puedo hacer y que Daniel me complace.

DANIEL: No hace falta que lo hagamos todo hoy ¿Por qué tanta prisa? -Pasa el brazo por mis hombros-
YO: Porque hacía mucho que no respiraba aire libre, porque he pasado mucho tiempo en una cama de hospital sin saber si algún día volvería a tener una vida normal.
DANIEL: Ahora la tienes -Me besa- y pronto nos iremos a Paris. Ya sabes, cuando el imbécil de Muñoz diga que puedes viajar.
YO: No lo dirá, esta celoso.
DANIEL: La suerte es que yo soy doctor también y se que podrás viajar en unas semanas cuando te hagan las analíticas.
YO: ¿Lo tenías todo pensado?
DANIEL: Si, exactamente.

Echo la cabeza sobre su hombro.

YO: Dani.
DANIEL: ¿Qué pasa?
YO: ¿Estas seguro de querer estar conmigo pese al riesgo?
DANIEL: Si, completamente seguro ¿Por qué lo preguntas? Pensaba que sabías la respuesta.
YO: Es que hace meses era todo tan diferente, mi vida era tan diferente.
DANIEL: La vida cambia.
YO: Si -Acaricia mi cabeza- que nos lo digan a nosotros.

No dejo de pensar en mi sangrado, ha sido leve pero me ha ocurrido dos veces en un mismo día.

DANIEL: ¿Qué te pasa?
YO: Nada, estoy en paz, feliz.
DANIEL: Había imaginado esto de mil maneras.
YO: ¿Ah si? ¿Y cuál te gustó más?
DANIEL: Pues.. estábamos sin ropa.
YO: Claro, como no. -Reímos-

Vuelve el silencio. Él me levanta la cabeza y me mira fijamente a los ojos ¿Sospechará algo? Creo que he sabido ocultar la mancha en la sabana y he disimulado lo mejor que he podido.

DANIEL: Enserio bonita ¿Qué te pasa?

Me quedo callada mientras él espera una respuesta ¿Debería contárselo?

Hasta el último suspiro. ®Where stories live. Discover now