Capítulo 89.

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NARRA DANIEL.

Esta parada delante de mi, preguntándome algo que no me atrevo a contestarle, sé que no puedo huir de ella y de la verdad eternamente ¿Pero no podría haber huido un poco más?

RAÚL: Hija, no deberías estar aquí.
KENDALL: Quiero saber porque no me cogéis las llamas y porque nadie me dice nada, quiero saber que hacéis en urgencias ¡No sigáis ocultándome las cosas solo por miedo a lo qué pueda pasarme! ¿No os dais cuenta qué quiero ser normal e integrarme? -Dice llena de tristeza. Tengo el corazón y el alma en mis manos, no sé qué decir-

CLARA: Intenté detenerla pero es imposible, es una chica excesivamente terca.
YO: Que me vas a contar. -Susurro-
KENDALL: Mírame. -Me dice pero soy incapaz de hacerlo-

Camina dos pasos hacía delante y me coge de la cara. Sus ojos están tristes, podría asegurar que en el fondo sabe que algo horrible ha pasado y lo único que su corazón necesita es que alguien se lo diga por mucho que duela.

KENDALL: Daniel. -Susurra- No se que está pasando, es peor para mi vivir en esta incertidumbre.
YO: No puedo. -Digo y no puedo contener las lágrimas-

Ella mira a los lados hasta encontrar a su madre, sabe que no tiene nada que ver con ella y de inmediato se da cuenta de todo. Es tan inteligente, maldita sea, no se le puede ocultar nada.

KENDALL: ¿Dónde está mi hermano?
RAÚL: Hija deberías sentarte.
KENDALL: Estoy segura de que Alexa estaba con él ¿Dónde están? ¡Dímelo! Puedo soportarlo.

La cojo de las manos. Ella camina hacía atrás hasta sentarse en una silla y yo me agacho.

YO: Mi niña.. -Desvío la mirada- Clara trae un calmante.
CLARA: Enseguida.
KENDALL: Decir que necesito un calmante solo hace que me ponga mas histérica ¡Dime dónde están! -Exclama-
YO: Han tenido un accidente de moto, tu hermano conducía y los dos han salido disparados, creemos que los frenos han fallado y que no han podido controlar la motocicleta.
KENDALL: ¿Qué? -Ella y su voz se echan a abajo-
YO: Tu hermano está fuera de peligro, han conseguido que sobreviva a la operación -Alza una ceja- él está bien.
KENDALL: ¿Alexa?

Miro a Fernández. Aún no sé qué ha pasado después de la parada que ha sufrido y no soy capaz de responderle a su pregunta. Se levanta al instante y camina hacía Fernández.

FERNÁNDEZ: No deberías estar aquí, según tengo entendido necesita un poco de reposo, tu estado antes de la operación no era bueno.
KENDALL: Deja de hablar de mi puta enfermedad ¡Y dime cómo está mi mejor amiga!

La abrazo por la espalda previniendo un desvanecimiento que podría causarle algún daño.

FERNÁNDEZ: Alexa ha sufrido una parada hace unos minutos, hemos conseguido estabilizarla pero.. como ya dije, no pasará de esta noche, las posibilidades son mínimas.
KENDALL: No, no es cierto.
FERNÁNDEZ: Lo siento mucho.

Retrocede entrando dentro nuevamente. Kendall llora y se niega a aceptar lo que está pasando.

KENDALL: ¡No es verdad! Dime que hay una solución, dime que tú puedes salvarla ¡Dímelo!
YO: Ojalá pudiera bonita, pero ni siquiera me permiten entrar.

KENDALL: ¡Por favor! -Exclama- No puedo perderla, ella no merece morir, no puede morir.

La cojo en brazos al notar debilidad en su cuerpo, está apunto de desmayarse. Clara aparece con el calmante pero por mucho que lucho contra ella no me permite inyectárselo.

YO: Sé que eres una persona fuerte pero no es saludable para ti alterarte así.
KENDALL: ¡Necesito entrar a verla!
YO: Haré todo lo que esté en mi mano, te lo prometo.
KENDALL: Dime que esto no está pasando -Suplica llorando con el corazón encogido. La abrazo, se aferra a mi y llora sobre mi pecho- Dime que no voy a perder a mi mejor amiga.

Le doy un beso en la cabeza. Alexa no merece esto, nadie merece morir y mucho menos una persona tan buena como ella.

KENDALL: ¿Mi hermano lo sabe?
MARTA: Nos han recomendado ocultárselo hasta que esté mejor.
KENDALL: No podéis ocultarle algo así, no podéis negarle la posibilidad de despedirse de ella ¿No entendéis? Él querría despedirse, querría verla por última vez -Lo dice a la vez que su voz se rompe completamente-
YO: Kendall tiene toda la razón.

Se cubre la cara con las manos. Ha tenido un momento de lucidez pero de nuevo está como hace unos minutos, en modo negación y llorando desconsoladamente a moco tendido.

YO: Mi pequeña... te quiero.

Acurruca la cabeza en mi pecho, paso los dedos por su espalda y no detengo las lágrimas.

NARRA KENDALL.

Me permiten entrar a verla después de rogarlo durante casi dos horas, solo lo hacen para devolverme a mi habitación lo antes posible, estando en urgencias puedo empeorar mi situación o coger una infección.

DOCTOR: Solo diez minutos ¿Esta bien?
YO: Si.

Abre la puerta permitiéndome el paso. Me quedo fría al verla tumbada en la cama con un tubo en la boca y la cabeza vendada. Tiene hematomas, puntos en uno de los brazos y una pierda escayolada.

YO: Nunca pensé que los papeles cambiarían y que sería yo la que te visitase. -Digo sentándome a su lado- Siempre he pensado que sería yo la que estaría al borde de la muerte y que tú me estarías agarrando la mano. -Lloro- Por favor Alexa, te suplico que luches por tu vida, que no permitas que los doctores tengan razón, tú no puedes morir, no puedes rendirte porque tienes toda una vida por vivir. -La agarro de la mano- Te quiero, siento mucho todo lo que te hice, me enorgullece tener una mejor amiga como tú, perdonaste mis fallos a pesar de ser la peor amiga del mundo y me quisiste incluso cuando te excluí, te humillé y te hice daño, no lo merecía pero lo hiciste, te quedaste conmigo -Debo detenerme por las lágrimas-

Echo la cabeza sobre la almohada.

YO: No podría salir de esto sin ti, has estado e el principio y ahora necesito que estes en el final para que juntas podamos decir que lo conseguimos -Sollozo- quédate conmigo.

DOCTOR: Kendall debes salir, es por tu bien.

Niego con la cabeza y me aferro a la mano de Alexa.

YO: No me abandones, te necesito.

Me pongo en pie. Estoy tan angustiada, casi no puedo ver con las lágrimas. De repente siento que me falta el aire y que mis pulmones nuevamente no pueden respirar por si solos.

DOCTOR: ¿Kendall?

YO: A..y..yúdame.

Hasta el último suspiro. ®Where stories live. Discover now