Capítulo 67.

6.6K 504 62
                                    

NARRA KENDALL.

Mi padre entra en la habitación y yo me levanto pese a que necesito ayuda para mover el oxígeno.

YO: ¿Has denunciado a Daniel?
PAPÁ: Necesito pruebas o más de un testigo.
YO: No lo conseguirás ¡No lograrás nada de lo qué te propones!
MAMÁ: Hija, por favor, no te alteres, sabes que no te hace ningún bien.
YO: Si me muero será vuestra culpa por querer quitarme lo único que me da fuerzas para vivir.

No le importa lo que digo, solo le importa su orgullo, todo lo que yo estoy sintiendo le da exactamente igual.

PAPÁ: ¿Has comido?
YO: No y no pienso comer, no falto a mi palabra y te juro que no comeré hasta que Daniel no regrese, lo vaya a cerrar por las buenas o por las malas pero te juro que vais a aceptarlo.
PAPÁ: ¿Crees qué tetándome y dejando de comer vas a conseguir algo? Lo único que vas a conseguir es que tenga que darte de comer por vía ¡Eso vas a conseguir! No pretendas manipularme emocionalmente, no apruebo vuestra relación, él no es bueno, si hubiera sido un hombre habría venido a mí desde el principio para pedirme permiso ¡Pero prefirió hacerlo a escondidas! ¿Quieres más pruebas? Solo quiere utilizarte y no pienso permitirlo.
YO: Ni siquiera tomas un poco de tu tiempo para conocerlo, ni siquiera lo has querido escuchar ¡Me quiere! Me lo ha demostrado y confío en su palabra, confío pese a todo. -Lloro- Todas las veces que me has visto feliz o contenta ha sido porque él me ha alegrado el día ¿Por qué crees qué no me he hundido en la depresión? -Pregunto-

PAPÁ: Tal vez ha conseguido hacerte feliz pero hija, te dejará, lo hará por otra cuando se aburra porque los hombres que van con adolescentes son así ¿No te das cuenta de qué quiero cuidarte?
YO: ¡Me voy a morir! Me da igual si después está con otra, si me olvida en menos de una semana o si nunca me quiso realmente ¡Yo lo único qué quiero es vivir una historia de amor antes de qué él cáncer acabe conmigo!

Veo a mi madre derrumbarse, él sin embargo se queda mirándome fijamente.

PAPÁ: Alexa.
ALEXA: Dime.
PAPÁ: Convéncela para que coma, debe cuidarse.

Salen de la habitación, mi madre obligada por él y yo golpeo el colchón de la cama.

ALEXA: No lo va a entender.

NARRA DANIEL.

Recibo una llamada de mi jefe, creo que ya es hora de afrontar la realidad y ser valiente para enfrentar todo lo que venga.

LLAMADA TELEFÓNICA.

YO: Dígame.
SANTIAGO: Oviedo, tengo que hablar contigo de un tema bastante serio. -Dice y trago saliva-
YO: Usted dirá.
SANTIAGO: En persona, ya sé que es tu día libre pero pásate por el hospital, no es algo de lo que se deba hablar por teléfono.

YO: Si, enseguida voy.

CUELGA.

Dejo el móvil a un lado y me tapo la cara con las manos, angustiado, no sé qué hacer, creía que este momento era lejano pero no es así, de repente está más cerca que nunca.

YO: Voy a perder mi trabajo, mi prestigio, nadie volverá a contratarme -Digo golpeándome la cabeza levemente-
ANA: No vas a perder nada, vas a luchar, lo vas a hacer porque no eres ningún depravado, te has enamorado de una adolescente si ¿Y qué? No es malo querer a alguien.
YO: Tengo que enfrentarlo.
JESÚS: Si, tienes que hacerlo.

Me pongo en pie, agarro las llaves del coche, seguido mi abrigo y me voy.
••••••
Llego al hospital. Pienso durante unos segundos si merece la pena bajarme del coche, si debería hablar con mi jefe de lo que me ha pasado o si debería simplemente no bajar del coche y volver a casa. Finalmente me decido por tener la valentía para ir a hablar con él, porque no puedo seguir posponiendo algo que muy pronto sabrá todo el mundo.

FRANCESCA: Vaya, Daniel.
YO: Lo que me faltaba -Suspiro- no tengo tiempo.
FRANCESCA: Acabo de decirle a tu jefe todo lo que se, espero que te echen del trabajo de una vez por todas.
YO: No me echarán, me iré yo.

Entro en el ascensor. Estoy nervioso, angustiado pero impaciente por saber lo que pasará ahora que ya sabe por más de una persona que mi romance con Kendall es cierto.

CLARA: Dani.
YO: ¿A ti también te han preguntado? -Pregunto, hace una mueca con los labios y asiente con la cabeza-
CLARA: Lo he negado todo pero.. Fernández está dentro, insistiendo para que te echen del trabajo inmediatamente y no recibas ningún finiquito.
YO: Quiere mi trabajo y esta destruyendo mi vida. -Digo con rabia- ¿Acaso alguien elige de quién se enamora?
CLARA: Nadie, pero cuando no son ellos los que están en tu lugar, no entienden tu situación ni tus sentimientos.

Fernández pasa por mi lado, lo fulmino con la mirada y gracias a Clara no le doy lo que merece.

JEFE: Oviedo, pase.

Entro. Me siento en la silla y él se sienta delante de mi, con una expresión seria y profesional.

JEFE: Oviedo, me han llegado una serie de denuncias por parte de personas que aseguran que estas cometiendo un delito que no solo podría costarte el trabajo, si no un juicio.
YO: No entiendo.
JEFE: El padre de una interna asegura que acosas a su hija para que tenga una relación contigo e incluso que la has obligado a tenerla, le he preguntado a la chica y aunque ha negado todo, él insiste en que la tienes amenazada.
YO: No es cierto.
JEFE: Fernández dice que os vio besándoos y una señora también ha declarado lo mismo.
YO: Pues no es cierto.

JEFE: Entiendo que a veces cometamos errores, antes de doctores somos personas y sentimos, sentimos igual que el resto, también tenemos debilidades, pero no voy a permitir que algo así ocurra en mi hospital.
YO: No quiero seguir mintiendo, no quiero mentirle a nadie. Si, estoy enamorado de esa chica, nos queremos, no puedo ser juzgado por enamorarme y aunque es menor de edad pronto no lo será.
JEFE: ¿Confiesas qué lo qué dicen es cierto?
YO: No, no confieso nada, solo confieso que estamos enamorados, lo que los demás aseguran es mentira, jamás la he obligado, nunca lo haría.
JEFE: Sabes que es un despido inmediato ¿Verdad?
YO: Soy consciente.
JEFE: Eres un gran doctor pero no podemos aceptar tu comportamiento.

Desvío la mirada.

YO: Despídeme de una vez.
JEFE: Es una lástima Oviedo, podríamos haber hecho grandes cosas.
YO: Amar no es un delito y le edad no define el amor.
JEFE: Nosotros si y no es ético.

NARRA KENDALL.

Estoy cansada, me siento más débil de lo habitual pero logro que nadie más que yo se de cuenta.

YO: Voy al baño.
ALEXA: Te acompaño.
YO: Puedo sola, solo ayúdame a llevar el oxígeno.

Ella me ayuda, camino cansada, Alexa entra el oxígeno y aunque quiere quedarse conmigo insisto en que no lo haga.

Estoy tan triste por todo lo que está pasando, me duele el alma que por mi culpa Daniel pierda su trabajo.

Termino de hacer mis necesidades. Mientras me lavo las manos siento que mi cuerpo pesa demasiado, que mis piernas son como piedras que no puedo sostener.

YO: Alexa. -Digo caminando hacía la puerta-

Un fuerte dolor que proviene de la cabeza me detiene obligándome a cerrar los ojos para intentar soportar el dolor.

YO: Dios -Susurro dolorida- Alexa.

Abro los ojos y no sé si estoy alucinando pero veo como caen gotas de sangre en las baldosas.

YO: J..joder.

Paso la mano por mi nariz descubriendo que estoy sangrando pero no me da tiempo a abrir la puerta, caigo desvanecida al suelo.

Hasta el último suspiro. ®Where stories live. Discover now