Capítulo 74.

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NARRA DANIEL.

Levanto una ceja. Él encamina de nuevo hasta dentro dejándome desconcertado y al mismo tiempo enfadado ¿Puedo donar médula pero no puedo ver a mi novia?

Subo en el ascensor y subo hasta el pasillo 15 para reclamarle a mi anterior jefe sobre esto. Ya estoy cansado que de que quieran cohibirme y prohibirme acercarme a Kendall solamente por quererla. Entro en la consulta y él me mira verdaderamente sorprendido, como si no supiera nada, sabe fingir demasiado bien.

OSORIO: Daniel, pensaba que no volvería a verte.
YO: Mientras mi novia esté aquí, me verás muy a menudo.
OSORIO: Creía que habíamos hablado sobre eso.
YO: Deje de hacerse el que no sabe nada Osorio, sé que Muñoz le ha contado que voy a donarle la médula a Kendall, así que explíquele porque puedo donársela pero no puedo verla ¿Acaso me han visto cara de imbécil? -Pregunto en un tono alto e intimidatorio-
OSORIO: No es lo mismo donar médula qué entrar a ver a una jovencita. -Respondo evidentemente desafiándome y enfureciéndome. Doy un golpe en la mesa, da un salto sorprendido y me inclino-
YO: Si no me dejáis entrar por las buenas atenerse a las consecuencias.
OSORIO: Será mucho peor, no hagas tonterías.

Me marcho. Vuelvo al ascensor, él sale y me pide que me tranquilice pero lo ignoro entrando directamente al ascensor sin prestarle atención. Tengo que pensar una manera de entrar a verla sin levantar sospechas  ¿Pero cómo? Seguramente Raúl ha intervenido para que me prohiban las visitas y no permitan por nada del mundo que yo entre a ver a su hija. Kendall aún no tiene dieciocho años para decidir quién entra a verla o no, eso está en manos de sus padres y está claro que Marta hace lo que Raúl quiere.

Le envío un mensaje a Alexa, ella está dentro viendo a Kendall. Necesito saber algo de ella.

NARRA ALEXA.

Recibo un mensaje de Daniel.

¿Cómo está? No me dejan pasar a verla, seguro que Raúl ha tenido algo que ver. Dile que la quiero ¿Si? Que haré todo lo que pueda para conseguir entrar.

Toso, Kendall me observa y muevo las cejas intentando que entienda que lo que quiero es quedarme a solas con ella.

MARTA: ¿No crees qué está muy caliente? -Pregunta tocándole la frente a Kendall-
KENDALL: Mamá estoy bien ¿Podéis dejarme a solas con Alexa y Manu? Quiero saber sobre su relación.
RAÚL: Puede contarlo delante de tus padres.
MANU: Papá, es incómodo contar cosas personales delante de mis padres, me avergonzaré.
YO: Uy si, tiene mucho de lo que avergonzarse.

Reímos. Ellos se miran, a pesar de que Raúl se niega Marta consigue convencerlo para ir a tomarse un café.

Raúl pasa por mi lado mirándome serio, sé que sabe que algo estoy tramando pero si no hay pruebas no hay delito.

KENDALL: ¿Qué pasa? -Pregunta en cuanto salen por la puerta-
YO: Daniel no puede entrar. -Respondo y se queda bastante seria- Tiene la entrada prohibida.
KENDALL: Increíble, va a salvarle la vida y aún así papá no lo acepta ¿En qué mundo paralelo vive? -Pregunta y pone los ojos en blanco. Manu me mira, mueve la cabeza y lo entiendo perfectamente-
YO: Puedo llamarlo por videollamada.
KENDALL: Por favor.

NARRA KENDALL.

Lo llama varias veces porque a la primera no lo coge, después de la tercera él responde.

DANIEL: Bonita. -Dice tierno- Siento no cumplirte la promesa, de verdad.. yo, quería, pero el gilipollas de Muñoz no me ha dejado.
YO: Encontraremos la manera -Aseguro sonriendo- Solo no me abandones ni te canses de esperar.
DANIEL: Ni loco, ahora tú tendrás un pedacito mío -Río por su vocecita dulce-
YO: Solo un mes, es lo que tenemos que esperar para el trasplante y después la recuperación.
DANIEL: En un mes ya podremos ser pareja sin importar lo que opinen.
YO: Has perdido el trabajo por mi culpa. -Susurro entristecida. Me siento muy culpable por ello-
DANIEL: No es tu culpa, es culpa de las mentes cerradas que no entienden que dos personas pueden amarse sin importar la edad.
YO: ¿Piensas qué todo esto te traerá consecuencias? No me gustaría ser la causante de que no puedas cumplir tus sueños.. quiero estar contigo, pero también quiero que tú seas feliz con lo que te gusta, que trabajes en lo que amas y que nunca me eches en cara que por mi culpa lo perdiste todo, me dolería demasiado.. no te imaginas cuanto.

Niega con la cabeza. Acerca los labios al móvil y lo besa. Yo lo veo bonito pero no me quiero imaginar las personas que estén viéndolo desde otra expectativa, esta loco.

DANIEL: Tú no tienes la culpa ¿No va a entrarte en la cabeza? Yo he querido y he preferido mil veces luchar por nosotros.
YO: No es justo, obligaré a mi padre, él quitará la denuncia y tú volverás a tu puesto de trabajo. -Digo llena de seguridad y él sonríe-
DANIEL: Todo está bien mi niña.
YO: ¿Me juras qué no me odias? -Pregunto desatando su risa-
DANIEL: ¿Cómo voy a odiarte? ¿Te has visto? Eres irresistible ¡Te amo!
YO: Te amo más, mucho más.
DANIEL: Gracias a Alexa por esto, necesitaba saber que estas bien.

ALEXA: ¡De nada majo! -Exclama ella-

YO: Oye, que si.
DANIEL: ¿Qué sí que?
YO: Que si quiero irme a vivir contigo cuando salga de aquí, quiero vivirlo todo contigo, todo lo que no he podido vivir.
DANIEL: Me haces feliz.

Muero de ganas de tenerlo aquí conmigo, abrazarlo, besarlo... es tan injusto que no nos lo permitan.

NARRA DANIEL.

Terminamos de hablar después de casi media hora. La echo de menos, como me gustaría seguir siendo su doctor para entrar a verla.

Oscurece, leo el mensaje de Jesús tarde, ni siquiera me había dado cuenta de que me ha escrito.  Camino por el parking del hospital hacía mi coche mientras le contesto el mensaje a Jesús.

Voy a casa, cuando llegue me cuentas.

De repente algo golpea mi cabeza y me hace caer de manera brutal al suelo.

Hasta el último suspiro. ®Where stories live. Discover now