Capítulo 45.

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NARRA KENDALL.

Besa mi frente y vuelvo a notar tensión en él.

YO: ¿Qué pasa Dani? -Pregunto susurrando-
DANIEL: Nada ¿Por qué debe pasar algo? Disfrutemos de esto ¿Si?

Pese a mis dudas acepto seguir con la magia de esta noche pero sin olvidar las dudas que su actitud han sembrado en mi.

YO: Tengo miedo por la operación de mañana.
DANIEL: No voy a permitir que te pase nada, estás en mis manos ¿Confiarás en mi?
YO: Ciegamente.

Sus manos vuelven a bajar hasta mi muslo, suelto una carcajada un tanto tímida y me besa entrelazando nuestros labios. Quiere volver a meterme bajo la sabana, es un listo y yo.. bueno, yo me dejo llevar.

DANIEL: ¿Tienes hombre? -Pregunta desde mi cuello-
YO: Tengo sed. -Respondo-
DANIEL: Entonces voy a traerte algo de agua, espera.
YO: Y quiero ver esa película.

Se echa a reír, asiente con la cabeza, sube sus boxers y sale de la habitación.

Me siento flotando en una nube, con tanta felicidad que soy incapaz de esconderla, sonrío como una imbécil acariciando mi cuerpo... Precipitado o no, me importa poco.

Cojo su camiseta para ponérmela de vestido y camino por la habitación indagando un poco en ella mientras lo espero.

DANIEL: Ayuda.

Está atrapado por la bandeja que trae en sus manos, con refrescos y palomitas, yo en vez de ayudarlo rio burlándome un poco de él.

Finalmente lo ayudo a poner la bandeja sobre la cama, enciende la televisión y pone Netflix permitiendo que sea yo la que escoja la película.

DANIEL: Te queda bien. -Susurra refiriéndose a la camiseta-
YO: Mejor que a ti.
DANIEL: Atacándome -Dice ofendido- que inesperado.
YO: Victimizando, que sorpresa.

Besa mi sonrisa provocándomela aún más, arruga la nariz, atrapa su labio con los dientes y suelta un gruñido, una especie de "Ag" excesivamente exagerado pero a la vez totalmente gracioso.

DANIEL: Estas mejor sin la camiseta.

Concedo el deseo que con la mirada me está pidiendo a gritos, me quito la camiseta, él suelta una risa tierna pero a la vez pervertida y me tapo con la sabana para provocarlo.

DANIEL: Espera, espera.

Entra también debajo de la sabana, coge mi pierna y se la pasa por encima, rodea mi cintura con sus brazos, deja la cabeza en mi pecho y le doy un beso en la cabeza.

YO: Te quiero.
DANIEL: Yo también.

Recibe un mensaje, gira la cabeza, pasa la mano por la mesita hasta coger el móvil y lo apaga.

YO: ¿Y si es importante?
DANIEL: Importante eres tú -Me besa- en el trabajo hay un sustituto y bueno, mi vida esta noche gira en torno a ti.

NARRA DANIEL.
••••••••
Cuando me doy cuenta ella esta dormida, le dejo la cabeza sobre la almohada, me pongo de lado, deslizo los dedos por su brazo y sonrío como imbécil.

Es una adolescente, mi paciente y no van a aceptarlo tan fácilmente pero no pienso separarme de ella por nada del mundo.

Mientras ella duerme yo enciendo mi móvil para mirar los mensajes, uno de ellos o bueno, unos veinte son de Rosanna. No recordaba el problema con ella.

"Rosanna estoy ocupado" Respondo.

Al instante ella responde haciendo sonar mi móvil pero afortunadamente Kendall no despierta.

"quiero verte, salir de aquí.. te quiero"

Lo vuelvo a apagar, pongo las manos sobre mi cara soltando seguido un suspiro, estoy aturdido, asustado y me siento como un canalla.
•••••••••

Despierto después de que el sueño termina venciéndome, miro el reloj de la habitación pegando seguido un salto de la cama.

YO: Bonita.

Ella se queja moviéndose de lado a lado hasta que con varios besos en el abdomen consigo que abra los ojos.

KENDALL: Déjame un poco más.
YO: No podemos, a las nueve te llevan el desayuno y tienes que estar en tu habitación -Resopla- además, tengo que ir a mi casa, cambiarme de ropa e ir a trabajar como si nada.

Estira su cuerpo, rodea mi cintura con sus piernas y preso de ella acabó besándola sin importar que el tiempo siga pasando.

KENDALL: ¿No podemos desayunar juntos?
YO: Nos hemos quedado dormidos -Susurro-
KENDALL: Entonces tengo que vestirme. -Dice sin ganas de levantarse-
YO: Desgraciadamente.

Cruza los brazos, se pone de morros aparentando enfado y yo le doy un beso en el hombro.

YO: Te prometo que vamos a tener más días así.
KENDALL: ¿Me lo juras?
YO: Pues claro -La beso- Deja de ser tan mona.

Descubre su cuerpo desnudo, le paso la ropa, aunque la prefiero sin ella, lástima que tengamos que volver al hospital y fingir que solo somos doctor y paciente. La contemplo mientras se viste, admirando toda la belleza que hay en ella, la veo hermosa incluso con legañas, con cara de recién levantada y lo quejica que es.

KENDALL: No me mires.
YO: Te ves tan guapa.
KENDALL: Si claro. -La cojo de la mano y doy un beso en sus nudillos-
YO: Te lo juro.

Sonríe, amo los hoyuelos de sus mejillas, es superior a mi.

NARRA KENDALL.
••••••

Volvemos al hospital justo a tiempo, entramos en mi habitación a escondidas, Alexa y Manuel duermen, ella en mi cama y él en el sofá.

YO: No hagas ruido.
DANIEL: No quiero dejarte.
YO: Ha sido una noche increíble -Paso los brazos por su cuello- y quiero mil noches como esta.
DANIEL: Todas las que quieras.
YO: Te quiero tanto.

Nos besamos, suena la alarma de su reloj y pone mala cara. De vuelta a la realidad.

YO: Tienes que irte.
DANIEL: Nos vemos cuando venga a por ti para la operación ¿Vale?
YO: Vale.

Deja otro beso sobre mis labios y se marcha resistiéndose un poco. Apoyo mi cuerpo en la pared, rio feliz y entro en el baño para darme una ducha.

NARRA DANIEL.

Llego a casa, Jesús y Ana está desayunado, ambos se quedan mirándome, no entiendo ¿Qué me ven?

ANA: Estas radiante.
YO: Estoy feliz.
JESÚS: Cuéntanos -Ríe-
YO: He pasado la noche con Kendall, ha sido tan maravilloso, tan increíble, perfecto hermano, te lo juro.
JESÚS: Cuanto me alegro.

YO: Ya no me siento mal por quererla, ni siquiera cuando tiene ocho años menos que yo.
ANA: No deberías sentirte mal por la edad.

Cojo un cruasán de la mesa.

JESÚS: ¿Le has contado lo de Rosanna? -Pregunta dejándome totalmente serio-

Hasta el último suspiro. ®Where stories live. Discover now