Capítulo 78.

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NARRA KENDALL.

Lo preparan todo para trasladarme a mi habitación donde por fin voy a poder ver la calle aunque sea de lejos desde una ventana.

CLARA: Kendall.
YO: Clara -Sonrío- ¿Le has visto?
CLARA: No, no ha llegado todavía pero tranquila, seguro que le ha surgido algo y vendrá más tarde.

Muevo la cabeza. Mi corazón me pide confianza, pero las palabras negativas de mi padre no salen de mi cabeza.. Todos los tal vez resuenan en mi mente atormentándome.

Una hora después.

CLARA: Bien, vamos a llevarte a tu habitación. -Dice acercando la silla de ruedas a la cama- ¿Necesitas ayuda?
YO: No, puedo sola.

Me siento en la silla. Salimos bajo la mirada y supervisión del nuevo doctor que lleva mi tratamiento, no es malo, al contrario, él solo hace su trabajo pero yo le veo como un obstáculo que me impide ver a Daniel.

MAMÁ: Falta poco para el trasplante mi niña -Sonríe caminando a mi lado-
YO: Si, cada vez menos.. supongo.

Clara le da al botón del ascensor, minutos más tarde entramos en el ascensor. No dejo de mirar a los lados esperando que verlo en alguna esquina.. pero no, él no está y me afecta no verlo aquí.

Alexa me hace señales, la conozco, sé que quiere decirme algo pero no puede delante de mis padres, posiblemente noticias sobre Daniel.

NARRA DANIEL.

Llego a la planta pero el doctor Muñoz me detiene colocándose delante de mi.

MUÑOZ: Oviedo ¿Qué ha ocurrido? -Pregunta señalando mis hematomas-
YO: Una larga historia. -Respondo haciendo la conversación con él lo más corta posible- Si no te importa tengo mucha prisa.
MUÑOZ: No puedes estar aquí, te lo advertí Daniel, no puedes poner mi trabajo en riesgo cada vez que te place.
YO: Soy un interno de este hospital en este momento y puedo hacer lo que me apetezca.

Hago una muñeca de dolor, de vez en cuando el fuerte dolor de las costillas es insoportable. No debería haberme puesto en pie aún pero mis ganas de verla superan cualquier dolor que pueda causarme las fracturas.

MUÑOZ: Eso quiere decir que has escapado.
YO: No he escapado, estoy dando una vuelta.
MUÑOZ: Daniel -Cruza los brazos- una vuelta justamente donde estaba Kendall hace apenas unos minutos.

Alzo una ceja.

YO: ¿Cómo hace unos minutos? ¿Dónde está? ¿¡Está bien!?
MUÑOZ: Hemos decidido que trasladarla a su habitación era conveniente, estaba alterada y necesita tranquilidad. Una tranquilidad que tú no le ofreces, discutir con su familia no es buen ejemplo de tranquilidad.
YO: No me des lecciones, no me importan.

Él se acerca a mí ofreciéndome un vaso de agua recién sacado de la máquina de su derecha.

MUÑOZ: Estarás sediento.
YO: Gracias pero no lo necesito.

Doy media vuelta con la silla.

MUÑOZ: Puedes meterte en un gran lío si él te denuncia de nuevo a las autoridades ¿No lo ves?

Pongo los ojos en blanco, puso el botón del ascensor dos veces e insisto una más hasta que por fin entro en el y dejo de escuchar a Muñoz.

NARRA JESÚS.

Ana está hablando con las enfermeras, alterada, no puedo moverme sin que pase algo ¡Siempre igual!

ANA: Daniel ha huido.
YO: ¿Perdona? ¿Esto qué es un maldito juego de consola? -Pregunto enfadado. Ella se encoge de hombros- He estado media hora declarando porque resulta que Rosanna y su tía han sido la que han intentado matar a mi hermano, llego aquí para contárselo y me encuentro con esto.
ANA: Sabes perfectamente donde está él.
YO: Si -Digo pasando la mano por mi cabeza- y créeme que aunque quiero su felicidad se que no es conveniente que se acerque a ella ahora.

Ana me abraza.

ANA: No sigas estresado cariño.

NARRA KENDALL.

Me dejan en mi habitación. Mis padres se niegan a irse, según ellos no lo harán porque siempre que se marchan me ocurre algo y no se fían.

ALEXA: Se donde está Daniel. -Susurra-
YO: ¿Dónde?
ALEXA: En urgencias.

El corazón sube a mi garganta.

YO: ¿¡Qué!?
ALEXA: Le han dado una paliza, tiene las costillas fracturadas y la nariz rota.
YO: ¿Por qué?
ALEXA: Eso es algo que te contaré en privado.

Muevo la cabeza. Me preocupa el estado de Daniel, él no merece nada de lo que le está pasando por mi culpa y no quiero ni pensar que la paliza también ha sido culpa mía.

PAPÁ: ¿Han dicho cuándo será la operación?
MAMÁ: Debe ser lo antes posible.
YO: Si o moriré. -Digo y ambos me miran-
MAMÁ: Hija..
YO: Lo sé todo mamá, se que estoy en peligro, se que si no hubiera encontrado donante en dos meses me habría muerto.. lo sé, y sé que a pesar de que Daniel va a salvarle la vida papá no lo acepta.
PAPÁ: No sigamos con la misma discusión. -Dice serio-
YO: Tú también eres mayor que mamá diez años ¿Y por qué yo no puedo simplemente haberme enamorado de él cómo mamá se enamoró de ti siendo solo una adolescente? ¿Cuál es la diferencia?
PAPÁ: La diferencia es que él no tiene comparación conmigo, no es capaz de comprometerse.
YO: ¿Comprometerse? -Pregunto. Él mueve la cabeza y aunque mi madre le pide que se calle no lo hace-
PAPÁ: Le dije que si te quería tenía que casarse contigo cuando salgas del hospital y me respondió que no lo haría.
YO: Por supuesto que no lo hará, no porque no me quiera, no lo hará porque es tan respetuoso, tan caballeroso que no se casaría conmigo por obligación ¡Voy a cumplir dieciocho! ¡Por dios papá!
PAPÁ: Entonces no estás segura de si amarlo.
YO: Estoy más que eso, pero no significa que quiera comprometerme con él en este momento con toda la vida por delante, porque todavía tengo que convivir con él y decidir por mi misma si es el hombre con el que quiero compartir mi vida. No tienes ningún derecho a decidir por mi y si él hubiera aceptado yo jamás lo habría aceptado.

No es la primera vez que enfrento a mi padre de esta manera. Es un hombre tan antiguo, su mente está en la edad media y ya intentó comprometerme con Mark cuando por error se enteró de que había pasado la noche con él, no es capaz de entender que ya no vivimos en la época en la que la mujer debía ser sometida y casada con el primer hombre de su vida. Aunque Mark siga siendo su elección para mi, yo jamás volvería con él.

De repente se escucha jaleo fuera, eso hace que mis padres salgan para saber que está pasando.

YO: Alexa ¿Puedes salir?
ALEXA: Si.

Asoma la cabeza por la puerta.

ALEXA: ¡Daniel! -Exclama pero en voz baja-
YO: ¿Enserio?
ALEXA: Está discutiendo con los enfermeros, con tu padre y un doctor, al parecer ha escapado de urgencias -Rio- Esta loco.
YO: Tengo que levantarme.
ALEXA: No, lo tienes prohibido.
YO: ¡Pero está ahí y no van a dejar qué me vea!

NARRA DANIEL.

Discuto con Raúl que pide que las personas de seguridad aparezcan y me saquen de aquí.

YO: Quiero verla ¡Volveré a venir!
RAÚL: Deja en paz a mi hija.
MARTA: Raúl por favor.

Insisten en llevarme de regreso pero me niego rotundamente e incluso me levanto de la silla a pesar del dolor que me produce hacerlo.

MARTA: Soy la madre de Kendall y autorizó que él entre a verla.
RAÚL: No seas capaz.
MARTA: Acabo de serlo.

Me sorprende el cambio de opinión de Marta sobre mi.

RAÚL: ¡No lo permito!
MARTA: Yo si.

NARRA KENDALL.

La puerta se abre cuando intento levantarme sin importarme lo que Alexa dice. Él entra en la silla de ruedas, sonríe, está realmente jodido pero aún así lo sigo viendo como el hombre más atractivo del mundo.

YO: Tú. -Sonríe-
DANIEL: Tú. -Sonrío-

Cuando llega a mi cama se pone en pie y me besa.

YO: Cuando salga de aquí nos vamos a vivir juntos. -Le digo y ríe-
DANIEL: Mi niña. -Susurra-
YO: Creí que.. -Niega con la cabeza sin dejarme terminar-
DANIEL: Nunca te abandonaré.

Hasta el último suspiro. ®Where stories live. Discover now