Capítulo 37.

8.5K 598 126
                                    

NARRA KENDALL.

Acerca sus labios a mi oreja haciendo que todo mi vello se erice.

DANIEL: Dímelo.
YO: ¿Por qué me haces tan feliz? -Pregunto, suspira en mi oído, muerdo mi labio y le escucho reír-
DANIEL: Porque hacerte feliz merece la pena. -Responde y giro la cabeza para mirarle aunque sea de reojo-
YO: ¿Piensas eso?
DANIEL: Lo pienso y lo creo, es más, estoy seguro de ello.

Estoy tan nerviosa que no dejo de darle vueltas a mi camisón con los dedos.

YO: ¿Sabes de qué me he estado acordando?
DANIEL: ¿De qué?
YO: Del parque de atracciones, nosotros riendo, yo liberada del gran peso que tengo sobre mis hombros y tú.. bueno tú siendo un amigo.
DANIEL: ¿No soy tu amigo? -Ríe avergonzándome-
YO: ¡Si! Me refiero a que era como si no te hubiera conocido en un hospital.

Me da un rodeo y se agacha frente a mi.

DANIEL: Entonces somos amigos.
YO: Claro.
DANIEL: Muy buenos amigos.
YO: Si.

Tan buenos amigos que nos besamos de vez en cuando.

DANIEL: ¿Qué te parece si.. alguno de estos días te llevo a otro lugar?
YO: No quiero que arriesgues el trabajo, no quiero otro doctor. -Mordisquea su labio poniéndome excesivamente nerviosa, tanto que giro la cabeza solo para no verle-
DANIEL: ¿Ahora vas a ponerte roja? Lo pregunto para sacar el móvil y tomarte una foto. -Me hace reír, mirarle y echarme a reír con más fuerza-
YO: No vale, diciéndolo solo consigues que me ponga más roja.

Se pone en pie, vuelve detrás de mi y empuja mi silla para dar un paseo.

YO: ¿Y Alexa?
DANIEL: En la cafetería.
YO: ¿Lo has planeado?
DANIEL: No, pero tienes una mejor amiga muy lista -Responde riéndose y yo giro la cabeza solo para contemplarlo-
YO: Me gustaría pedir el alta voluntaria y disfrutar de la vida ¿Sabes? De lo que me dure.
DANIEL: No te daré el alta, no para que te dejes vencer por el cáncer -Dice muy pero muy serio-
YO: Pienso que si muero no habré disfrutado lo suficiente y no quiero quedarme con las ganas de saber lo que es ser plenamente feliz.

Frena la silla.

YO: ¿Qué?
DANIEL: No quiero que digas que vas a morirte, odio tu negatividad ¿No puedes solo pensar qué vas a superarlo y qué vamos a vivir muchas cosas?

¿Vamos? Creo que mi corazón ha pasado del pecho a la garganta en décimas de segundo.

YO: ¿Vamos? -Pregunto levantado la cabeza para mirarle y él sonríe al mismo tiempo que se mete las manos en los bolsillos de la bata-
DANIEL: No pensarás que después de aguantar tus berrinches, tus ocurrencias, tus lloros, tus risas y tus días horribles voy a dejarte ser feliz sola ¿No? -Me pongo de pie-
YO: ¿Y por qué?

Con delicadeza pasa los dedos por mi rostro, si mis ojos pudieran gritarle cuanto le quiero.. él no tendría duda, ni siquiera seguiría pensando que lo quiero como un hermano mayor, tal vez no serviría de nada pero confesarían algo que no soy capaz de decirle.

DANIEL: Porque no solo quiero estar en tus peores momentos. -Confiesa con la voz muy dulce, aunque claro, él es dulce-

NARRA ALEXA.

Los espío desde una esquina. Como me gustaría plantarme ahí y decirle a Daniel que ella está enamorada de él, he visto demasiados culebrones, demasiadas películas de amor y odio que dos personas que se quieren no se atrevan a estar juntas por el que dirán.

MANU: ¿Qué haces?

Doy un salto del susto haciéndole bastante gracia que me demuestra riendo sin parar.

YO: ¿Tú eres tonto?
MANU: ¿A quién espías cotilla? -Pregunta asomándose él también-
YO: Fíjate, el que me llama cotilla.
MANU: ¡Se están besando!
YO: ¿¡Qué!? -Me asomo al instante-

Él ríe por la broma que acaba de hacerme y yo lo empujo riéndome de su gracia.

MANU: Tú eres más cotilla que yo.
YO: Ya claro.

Ambos volvemos a asomarnos, aunque acapara toda mi atención, me sujeta por la cintura para inclinarse y sonrío, solo por tenerle tan cerca.

NARRA DANIEL.

Abrazo a Kendall, ella me abraza a mi y me acerco a su oído.

YO: Alexa y tu hermano nos están espiando.

Ella ríe.

KENDALL: ¿Qué creerán qué ocurre entre nosotros? Son unos críos. -Muerdo mi labio-
YO: Si, unos críos. -Susurro-

Gira la cabeza a la vez que yo lo hago poniendo sus labios a poca distancia de los míos.

KENDALL: ¿Y tú? ¿Qué crees? -Pregunta susurrándome-
YO: Puede que sea mejor no creer nada. -Respondo-
KENDALL: ¿Miedo?
YO: ¿Tienes miedo tú?

Mueve la cabeza admitiendo que tiene miedo y me siento aliviado, ya no soy el único que lo tiene. La besaría, claro que la besaría aquí delante de toda la gente pero me costaría mi trabajo y sembraría en la gente el poder de seguir hablando cosas que no son para nada lo que estoy sintiendo.

Estoy loco por ella, ahora lo tengo más claro que nunca, si, es una adolescente a la que le saco ocho años, si, tengo claro de que existe la posibilidad de perderla, de no poder impedirlo pero no por ello voy a dejar de sentir esto, lo tengo más claro que nunca.

Gira la cabeza hacía el otro lado, siento como suspira y cierro los ojos.

YO: Tenemos que hablar de algo importante.
KENDALL: ¿Qué? -Cojo aire-
YO: De algo que ya no se puede esconder ni evitar.

Vuelve a mirarme.

KENDALL: ¿Qué? -Repite-
YO: Kendall, yo.. -Paso los dedos pos sus mejillas-
KENDALL: Tú.. -Murmura-

Choco nuestras frentes.

KENDALL: Tu móvil no deja de vibrar.
YO: Que vibre.
KENDALL: Seguro que será importante.

La pantalla se enciende cada vez que un mensaje me llega y acabo sacándolo de mi bolsillo.

YO: Veinte mensajes de mi hermano.
KENDALL: ¿Es raro o normal?
YO: Muy raro, él no suele hacerlo.

Justo cuando voy a abrir los mensajes escucho su voz, gritando ¿Mi hermano gritando?

KENDALL: Allí. -Señala-
YO: ¿Baja de una ambulancia?
KENDALL: Eso parece.

Alexa y su hermano se acercan tras hacerles gestos. Salgo corriendo asustado por él

YO: ¿¡Qué ha pasado!?
JESÚS: Rosanna.
YO: ¿Qué le ha pasado a Rosanna?
JESÚS: Ha intentado suicidarse.

Hasta el último suspiro. ®Where stories live. Discover now