Capítulo 68.

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NARRA ALEXA.

Escucho un golpe dentro del baño y no dudo en abrir la puerta sin preguntar.

YO: ¡Kendall! -Grito desesperada- ¡Ayuda!

Esta rodeada por un charco de sangre, completamente desvanecida. Me agacho, la cojo girándola y pongo su cabeza sobre mis rodillas e intento detener la sangre que le sale de la nariz.

YO: ¡Ayuda joder! -Grito mucho más fuerte dejándome la voz-

Consigo llamar la atención de una enfermera.

ENFERMERA: ¡Dios mío!
YO: ¡Necesita ayuda!

Ella sale corriendo en busca de ayuda. Yo intento reanimar a Kendall.

YO: Kendall abre los ojos. -Suplico-

No deja de salirle sangre por la nariz ni siquiera con todos mis intentos de cortársela. Dos enfermeros la cogen tumbándola en una camilla y seguido viene uno de los doctores suplentes.

DOCTOR: Enseguida vengo a preguntarte qué ha sucedido.
YO: Por favor sálvela. -Suplico llorando-

Observo el suelo lleno de sangre, realmente es un charco enorme y ha debido perder mucha sangre.

NARRA DANIEL.

El jefe firma mis papeles de despido. No me siento mal, puede que sienta he estoy perdiendo un trabajo muy importante para mi pero no me siento culpable por ello, lo único que he hecho ha sido enamorarme.

JEFE: Es una lástima.
YO: Todo por ética, una ética antigua ¿Qué pasa qué los doctores no tienen derecho a enamorarse? ¿Eh?
JEFE: Son las normas, además de que ella es menor de edad, no hay nada que hacer cuando hay una denuncia de sus padres por medio.

Muevo la cabeza, cojo el papel y salgo de su despacho.

CLARA: ¿Despedido? -Pregunta con tristeza-
YO: Si. -Respondo- Quiero que me hagas un favor Clara, quiero que me avises con cualquier cosa, la que sea, quiero saber el estado de salud de Kendall.
CLARA: No te preocupes, estaré atenta.

Le entrego un papel con mi número de móvil y entro en el ascensor. Al salir cojo mi móvil y llamo a mi hermano para contárselo todo.

LLAMADA TELEFÓNICA.

JESÚS: ¿Y bien?
YO: Estoy despedido.
JESÚS: Joder.
YO: ¿Puedes creer qué no me importa en absoluto? Digo, estoy despedido por haberme enamorado de verdad, si no hubiera aceptado este trabajo nunca me habría dado cuenta de que lo que sentía por Rosanna no era real y jamás habría conocido a mi bonita, no me arrepiento de nada porque todo lo que hice porque así lo sentí.
JESÚS: ¿Te ha dicho si tu reputación se verá afectada? -Pregunta y suelto una carcajada-
YO: Hermano, me han denunciado, claro que se verá afectada, en todos los aspectos, pero que les jodan, yo iré a los tribunales pero no podrán evitar que cuando esa niña cumpla la mayoría de edad esté con ella. -Contesto completamente seguro de lo que estoy diciendo-
JESÚS: Pe.. -Ana lo interrumpe-
ANA: ¡Olé tú! -Exclama-
YO: No existen peros para mi, existirían si me arrepintiera de algo pero no es mi caso.
JESÚS: ¿Vienes a casa?
YO: Si, aunque primero voy a pasarme a ver a unos amigos.
JESÚS: Vale.

CUELGO.

Subo al coche, saco las gafas de sol de la guantera y al girar la cabeza, bajar la ventanilla y sacar el brazo, me encuentro a los padres de Kendall.
Raúl me mira desafiante, Marta sin embargo con tristeza, aunque tristeza la mía, ver como una mujer como ella pierde el tiempo con un hombre como Raúl, es indignante.
Avanzo dejándolos atrás. Siento un alivio en mi interior que no me permite estar triste por perder mi trabajo, es raro, pero es lo que siento.

Quedo con unos amigos, Adam y Austin, siempre he estado con ellos, pero me distancié por el viaje a Inglaterra.

ADAM: ¡Joder por fin te dejas ver! -Exclama-
YO: Ven aquí.

Nos abrazamos y Austin se une al abrazo. Nos sentamos en terraza de un bar a tomarnos algo.

AUSTIN: ¿Sigues fumando?
YO: Hace mucho que lo dejé.
ADAM: Es un tío renovado. -Pone la mano en mi hombro- Jesús nos contó que estabas con una mujer de allí ¿No?
YO: Rosanna, estuve, pero cuando regresé todo se torció, me di cuenta de que no la quería.
AUSTIN: España cambia sentimientos -Bromea-
YO: España no, pero conocer a alguien que me movió todo, es diferente:
ADAM: ¿Daniel hablando de sus sentimientos? ¿Quién es la maldita bruja? -Pregunta haciéndome reír-
YO: Una hermosa chica de diecisiete años.

Los dos quedan sorprendidos, se miran entre ellos y me miran con expresión de duda.

AUSTIN: ¿Diecisiete años?
YO: Sé que es sorprendente, lo sé, todos se sorprenden, yo también pensaba que esas relaciones no podían si quiera existir pero me ha tocado vivirlo en primera persona. Ella es todo lo que buscaba, dulce, sincera, amable, sonriente y no es para nada egoísta, siento que si algún día por alguna razón es egoísta solo será con ella misma -Sonrío- Me ha hecho sentir algo demasiado intenso, es la única vez que tengo seguro que estoy profundamente enamorado de alguien, tal vez es menor, tal vez será complicado pero no me importa, la quiero y renunciar a ella no está ni estará en mis planes.
ADAM: ¿No crees qué es un problema?

Me rio.

YO: Un gran problema, por eso quererla es tan perfecto.
AUSTIN: ¿Y Rosanna?
YO: Rosanna era egoísta, egocéntrica, histérica, paranoica, celosa compulsiva, no me aportaba nada, nunca lo hizo, con ella lo pasaba bien, hubo un tiempo en el que de verdad sentía que la quería pero cuando lleguemos a España cambió, mostró su verdadera personalidad.

Le doy un trago a mi refresco.

ADAM: ¿Y dónde conociste a la chica?
YO: En el hospital, ella..bueno, ella tiene leucemia.
AUSTIN: Joder.
YO: Os contaré todo, pero la historia es larga.
ADAM: Tenemos tiempo.

NARRA ALEXA.

Sus padres, Manuel y yo esperamos llenos de miedo, ellos no sabían nada y cuando han vuelto se han encontrado con todo esto.

MARTA: ¡Todo por no comer! ¿Ves lo qué ocasionas por tu terquedad? -Le pregunta a Raúl- Nuestra hija está mal por tu culpa.
RAÚL: Nuestra hija está delicada de salud.
MARTA: Y por tu culpa ha empeorado.
RAÚL: No te permito que me culpes.
MARTA: ¿Tan difícil era aceptar al hombre qué hace feliz a tu hija?
RAÚL: ¿Tú también estás en mi contra?
MANU: Déjalo mamá, ni siquiera en este momento es capaz de recapacitar.

El doctor aparece.

YO: ¿Y bien?
DOCTOR: Necesitamos una donación de sangre, necesitamos AB negativo.
MARTA: Mi marido es AB negativo.
RAÚL: No puedo donar, tomo un medicamento el cual no es compatible con la donación.

Todos nos echamos abajo, ninguno de nosotros tenemos el mismo tipo de sangre que tiene Kendall, solo su padre lo tenía y él no puede donar.

DOCTOR: Necesitamos con urgencia hacerle una transfusión de sangre.

Me pongo en pie tras recordar algo.

YO: Daniel.
RAÚL: Ni se te ocurra llamar a ese hombre, él no tiene nada que hacer aquí.
YO: Él es compatible con Kendall, puede salvarle la vida.

Hasta el último suspiro. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora