7. |𝑩𝒖𝒄𝒌𝒚 𝑩𝒂𝒓𝒏𝒆𝒔|

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ADVERTENCIA: (+18)

Trataba con todas mis fuerzas de no rendirme, mis brazos no daban para más, su corazón galopaba fuertemente en su pecho.

El Soldado parecía todo lo contrario, parecía nunca cansarse. Mientras trataba de golpearme. Ninguno lograba golpearse, habíamos sido entrenados al mismo tiempo, los mismos golpes, patadas, bloqueos, movimientos.

Pero yo ya sabía su patrón, lo conocía perfectamente, al notar que iba a atacar mis piernas, lo esquivé y le encesté un fuerte golpe en la cabeza.

Eso enfureció más al Soldado del Invierno, me tumbó sin piedad al suelo y se colocó encima de mi. Cerré fuertemente mis ojos al mirar que el Soldado levantaba su brazo de metal y cerraba su puño para impactarlo en mi cara.

Dostatochno. (Suficiente)—Detuvo nuestro jefe evitando que el Soldado me matara en ese mismo instante. - ¿Soldados?

El Soldado se levantó con furia evidente en su cara y ambos nos colocamos en posición firme.

Gotov vstretit'sya (Listo para cumplir) —Respondimos

—Tienen una misión, prepárense. — Ordenó el hombre saliendo de la habitación.

Decidí retirarme de la habitación chocando mi hombro con el del Soldado y me dirigí a la puerta pero su mano me detuvo

—¿Qué carajos te pasa? — Espetó haciendo que me volteara, me solté de su agarre y empujé su pecho con mis manos haciéndolo retroceder

—No me toques. —Lo apunté con mi dedo índice. —¡Estuviste apunto de matarme, imbécil!

— Yo... — Lo callé levantando mi mano

— Jódete. —Giré sobre mis talones y salí de ahí rumbo a mi habitación a prepararme para mi siguiente misión

Entré y descargué mi furia golpeando la pared dejando un hoyo en ésta.

Me coloqué mi traje completamente negro y que se pegaba a mi cuerpo, haciendo relucir mis curvas y mi trasero. Pero a decir verdad, era cómodo y me dejaba trabajar debidamente.

Preparé mis armas, las cargué, las coloqué en sus respectivos lugares de mi traje, coloqué dos navajas en cada uno de mis tobillos.

Sin más, salí de mi habitación al Jet que nos esperaba en la terraza de la instalación.

Me encontré con la máxima autoridad, y con el Soldado que ya estaba ahí. El jefe comenzó a darnos las indicaciones y yo lo único que entendía era "Matarlos a todos"

Subimos al Jet y éste despegó solo, ya estaba programada su ruta.

Sería un viaje largo, así que me puse lo más cómoda posible.

El Soldado me miraba sin expresión y yo me limitaba a ignorarlo.

Saqué una botana de mi bolso y comencé a comerla.

—Pueden castigarte si sigues ingiriendo porquerías. — Musitó Barnes

—¿Y a ti que te importa? —Respondí de mala gana arrugando la bolsita

—Todo lo que tenga que ver contigo, me importa. —Respondió levantándose de su asiento para luego caminar hacia mi

—Oh, ¿Lo dices para tener sexo conmigo? —Me levanté de mi asiento también y lo encaré.

—No, simplemente es la verdad. — Respondió mirándome serio

—Por supuesto. —Dije sarcástica y traté de alejarme de él pero me tomó del brazo y me pegó a su pecho con fuerza.

— Dime que no lo deseas tanto como yo. —Susurró cerca de mi boca. Mi corazón sentía que iba a explotar y no podía emitir palabra alguna. —Mírame a los ojos y dímelo. —Insistió

—Yo no... —Sus labios me interrumpieron, utilizó su mano humana para sostenerme la nuca y con la de metal me tomó firmemente de la cintura

Simplemente me dejé llevar, siempre era la misma cantaleta, peleabamos y arreglabamos las cosas con sexo.

Gemí cuando bajó sus manos a mi trasero dándole un leve apretón. De un salto me colgué en él, me sostuvo mientras yo entrelazaba mis piernas en su cintura.

Había una pequeña habitación en el Jet y Barnes me llevó hasta allí. Me acostó en la cama quedando encima de mi pero inmediatamente me giré cambiando de posición.

Besé y mordí su cuello con suavidad, al escucharlo gemir pude sentir la humedad entre mis piernas. Volví a besar sus labios apoyando mis manos en el colchón a ambos lados de la cabeza de James.

Él colocó sus manos en mi cintura, obligandome a rozar nuestras intimidades, solté un gruñido, me separé de él aún sentada sobre el me bajé el cierre de mi traje dándole una perfecta vista de mi sujetador negro con encaje. Al mirarlo a los ojos vi una chispa asomarse en ellos.

Con dificultad me despojé de mi traje quedando en ropa interior. Desabroché el cinturón del Soldado y baje sus pantalones junto a su ropa interior. Él quitó mis bragas, volví a montarlo y sin previo aviso me hundí en él.

—¡Maldición! —Exclamé mordiéndome el labio al sentirlo dentro de mi

—No te... detengas. —Pronunció con voz ronca.

Me moví encima de él, de arriba a abajo y enterré mis uñas en su pecho

—Me lastimas. —Gruñó masajeando mis senos por encima del sujetador.

—C-cierra la boca, J-james. —Jadeé sin dejar de moverme

Me tomó de la cintura y se giró tomando el control de la situación.

—Quiero que grites mi nombre, fuerte. Nadie puede oírte. — Susurró en mi oído embistiendome con fuerza.

Me sujeté de su espalda por sus golpes, me sentía en la cielo, viendo estrellas en todas partes

—¡James! —Gemí al sentir que en cualquier momento me correría

—Quiero que te corras para mi, nena. Vamos.

5 segundos despues sentí un temblor invadir mi cuerpo y el clímax me golpeó.

—¡Maldición, James! —el seguía embistiendo buscando su liberación

Besó mi cuello y su barba me hizo cosquillas.

Sentí su cuerpo colapsar sobre mi y sentí como se corría dentro de mi.

Cayó exhausto a mi lado, ambos estábamos exhaustos. Luego de que se normalizara mi respiración, me levanté, tomé mi traje y me lo coloqué, como si nada hubiese pasado.

—¿Todo bien? —Preguntó James mirándome desde la cama.

—Todo bien. —Le guiñé un ojo y salí de la habitación

BUCKY BARNES-ONE SHOTS. |EN EDICIÓN|Where stories live. Discover now