19. |𝑩𝒖𝒄𝒌𝒚 𝑩𝒂𝒓𝒏𝒆𝒔|

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Limpié mis lágrimas, salí del elevador y abrí las puertas de mi dulce amargo hogar.

Cerré la puerta detrás de mí y me apoyé en ésta soltando el llanto que tenía atorado en mi garganta. No soportaba ser tratada como una mierda y menos si ese trato venía de su padre, a quien ella amaba con todo su ser. El que siempre la protegió de todas las cosas, hasta que llegó una nueva mujer a su vida, que lo hizo cambiar drásticamente. Lo cegó por completo con ese gran trasero y senos falsos.

Luego de uno minutos me calmé y respiré profundo. Me alejé de la puerta, me quité el abrigo y lo dejé en su respectivo lugar, en el armario.

Al caminar a la sala me percaté de la silueta de un hombre en su comedor y de inmediato supe quien era.

—¿Bucky? —Pregunte acercándome, éste me miró e hizo una seña con la cabeza de que me sentara al frente de él.

— ¿Por qué estás llorando? — Cuestionó mirándome y sinti de nuevo el nudo en mi garganta. Lo observé y noté que debido a la luz de la cocina sólo se apreciaba sus ojos.

—No es nada, Buck. —Traté de tranquilizarlo con una leve sonrisa.— Tuve un día difícil. —Me reí con nerviosismo.

—Sé cuando mientes. —Dijo mientras seguía mirándola sin expresión alguna.

Comencé a cuestionarse como habían llegado a tal punto, de decir que él sabía cuándo mentía. Ya habíamos pasado tiempo juntos antes, y a decir verdad, yo era la que siempre se la pasaba hablando como una cotorra ya que Bucky era un hombre de pocas palabras.

Bucky me salvó una noche que había terminado de trabajar y un hombre me seguía. Estuvo a punto de golpearme para robarme mi bolso cuando Bucky se interpuso y me ayudó a escapar.

Luego de eso, por casualidades del destino me lo había conseguido de regreso a mi departamento, me acerqué y volví a agradecerle por haberme rescatado de tal atrocidad. Él se limitó a responder un tajante "De nada" y lo invité a cenar. Luego creció una extraña amistad entre Bucky y yo. Nos habíamos vuelto cercanos, comenzó a hablar más.

—Tienes razón, estoy mintiendo... — Admiti bajando la cabeza.— Es mi padre, Buck. Actúa como si yo no fuese su hija, ¡Me ha corrido de su casa! ¿Puedes creerlo? —La lágrimas volvieron brotar de mis ojos sin previo aviso.

Él se acercó a mí y tomó mi mano, jaló de ella haciéndome levantar de mi silla y me tomó de la cintura para sentarme en su regazo

— Es un completo imbécil, _______. Le voy a romper la cara. — Mascullo con rabia, lo cual yo me limité a acariciar su cabello largo y negar con la cabeza.

—No, no harás nada de eso. — Tomé su rostro entre mis manos y acerqué su rostro al mío.

— Está bien. —Accedió acariciando mi espalda de arriba a abajo.

—¿Tienes hambre? — Acaricié su mejilla y el negó con la cabeza frenéticamente.— Bien. — Fruncí los labios y traté de levantarme de sus piernas pero me detuvo tomandome por la cintura con un poco de fuerza.

— Sé que te gusta cocinarme, pero en serio no tengo hambre. — entre cerré los ojos y Sonreí sin mostrar los dientes

No debía negar que éste hombre me hacía sentir segura, era atractivo y tenía unos ojazos hipnotizantes. Me sentía muy atraída por él, se veía un tipo rudo y con aspecto peligroso. Tal cual así como me gustaban los hombres. Si mi madre estuviese viva y le hubiese confesado aquello... Puff, desde hace mucho tiempo yo estuviese encerrada en un manicomio.

— Buck, ¿Alguna vez te has enamorado? — Cuestioné pasando mi dedo índice desde su mejilla bajando hasta su cuello y luego subía y así sucesivamente.

BUCKY BARNES-ONE SHOTS. |EN EDICIÓN|Where stories live. Discover now